libro EMERGENCIAS PRÁCTICAS EN SALUD dr paz abril 2016-1

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Al emplear los métodos manuales que comentaremos, es necesario que el operador coloque en forma
conveniente la cabeza para evitar obstrucción de la vía aérea.
Método de posesión sobre la espalda y elevación de los brazos
Antes de que se emplee sin reservas
el método de reanimación boca a
boca, se practicó ampliamente el
método de prisión sobre la espalda y
elevación de los brazos como método
de elección. No obstante, en la mayor
parte de los casos, con este método
no se obtiene éxito, dado que la
cabeza desciende a medida que se
elevan los brazos, y con ello obtura la
vía aérea.
No obstante, si se cuenta con un asistente para mantener elevada la cabeza de la víctima y en está
forma tener una vía aérea permeable, el método que nos ocupa es eficaz y es el método de elección
en casos en que es difícil el drenaje o salida de líquidos, v. gr.; substancia gástrica vomitada o si la
lesión o hemorragia facial impiden el empleo del método boca a boca.
El ayudante se colocará a un lado de
la víctima, orientado hacia su cabeza,
colocará unas de sus manos en la
frente y empleando el borde óseo de
los párpados para fijar firmemente la
cabeza, se le conservara en extensión
hacia atrás. Con la otra mano apoyará
su propio cuerpo. El operador,
colocado sobre sus rodillas a nivel de
la cabeza de la víctima, se orientará en sentido de los pies de la misma (para saber la posición
adecuada lo indica la.
Las etapas del método:
El operador colocará sus manos en la parte superior de la espalda de la víctima en forma tal que la
base de los puños esté por debajo de una línea imaginaria trazada entre los huecos de las axilas. Con
las puntas de los pulgares muy próximos, sepárese los dedos de ambas manos.
1. El operador impulsará hacia adelante el cuerpo en forma tal que los brazos estén prácticamente
verticales y descargará todo el peso de la parte superior de su cuerpo en forma de presión lenta,
constante y uniforme por medio de sus manos.
Con ello se logrará la salida del aire de los pulmones de la víctima. Conviene conservar rígidos y
hacer presión en forma directa en la espalda de la víctima.
2. Se dejara de ejercer presión en la espalda, y se evitará el impulso súbito descendente, y se
comenzará a hacer el movimiento de retroceso.
3. A medida que el operador retroceda, tomará los brazos de la víctima por arriba del codo y tratará
de elevarlos y hacerlos hacia atrás. Hágase el impulso necesario únicamente para vencer la
resistencia y sentir tensión de los hombros de la víctima. El operador no flexionara sus brazos, y
con el movimiento rotativo hacia atrás. Inmediatamente deje caer con suavidad los brazos de la
víctima del suelo. Con ello se terminara el ciclo completo.
4. Repita las etapas uno y cuatro [1 y 4] aproximadamente veinte [20] veces por minuto. Tan pronto
se inicie la respiración, haga que corresponda el ritmo de las maniobras de ayuda con cada
respiración. No estorbe los movimientos respiratorios.