08.06.2017 Views

Sanacion Emocional del Niño Interior Metodo Ser mejor Ser

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ausente emocionalmente, aunque siempre estaba en casa... también era muchas veces<br />

indiferente. Y otras veces un tanto negligente o insensible... como con mi sillita...<br />

—¡Mami! ¿Sí? ¿Sí? ¿Sí? ¡Anda, por favor! ¡Cómpramela!<br />

Mamá es absolutamente espartana con los extras. Nunca hay dinero para nada<br />

que no sea esencial. Galletas, sólo “Marías”porque son la más baratas. Así que hoy<br />

algo milagroso está sucediendo, quizá la he mareado, con la intensidad de mis<br />

súplicas ...<br />

Yo siempre contemplo al señor que pasa cargando las sillas de playa que vende.<br />

Y me subyuga una sillita de playa que trae, como de mi tamaño, con una tela de lona<br />

de rayitas como asiento. Hoy mamá ha accedido a ver la sillita famosa que me hacía<br />

suspirar y empieza una intensa negociación, un tremendo regateo con nuestro<br />

vendedor ambulante, para... ¡comprármela!<br />

—¡No lo puedo creer! ¡Mamá nunca me compra ningún regalo, y ahora me va a<br />

comprar mi sillita!! Pienso para mis adentros.<br />

En lo que ellos terminan de negociar el precio final, yo estoy realizada, ya la<br />

siento mía y me abro feliz a darle la bienvenida a mi vida. ¡La he deseado tanto!<br />

Sentarme allí a ver mis cuentos, cargarla y llevarla a la tele, para ver las caricaturas,<br />

ponerla en el patio y sentarme con mis muñecas, especialmente con “Bebita” y darle<br />

de comer y cargarla allí. ¡Ya me vi! Y mientras los dejo regatear, empiezo a<br />

maniobrarla, a cargarla, a intentar cerrarla para que quede plana, y luego abrirla<br />

como tijera para ponerla en una de sus tres o cuatro posiciones. ¡Es un avión! Estoy<br />

fascinada en ese proceso y de repente al cerrarla sin conocer bien el funcionamiento,<br />

me machuco uno de mis deditos, que se atrapa entre dos maderas. Obviamente a mis<br />

seis años, mi reacción no se hace esperar:<br />

—¡¡¡Aaayyy!!! Y comienzo a berrear. ¡En mal momento lo hice! De haber sabido<br />

lo que pasaría, creo que hubiera callado.<br />

Mi mamá al ver el machucón, mi grito, el llanto aunado a su aprensión constante,<br />

se asusta y esto define el resultado de la decisión final. Me jala de un brazo,<br />

alejándome de la sillita y diciéndole al buen hombre:<br />

—¡Llévese esto de aquí inmediatamente! ¡Váyase ahora mismo, adiós! ¡Es muy<br />

peligrosa esa silla! ¡Olví<strong>del</strong>o!<br />

Nuestro hombre intenta débilmente mostrar argumentos pero no hay vuelta atrás.<br />

Empieza a recoger todo, ¡incluyendo mi sillita de rayas! ¡¡¡YA ERA<br />

MÍAAAAAAAAAA!!!!<br />

—¡Mamá, nooooo! Grito y trato de ir a detener al señor que amarra MI sillita<br />

con las otras y se empieza a prepar para seguir su camino. Mamá me jala y<br />

comenzamos a caminar en dirección opuesta. No hay explicación, no hay discusión.<br />

Punto final. Y además, ¡me duele horriblemente mi deditooo!<br />

Y así me quedo, llorando y viendo cómo se va esfumando para siempre el sueño<br />

de tener mi maravillosa sillita de playa.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!