You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
que mi garganta se cierra y las lágrimas me ahogan? ¡Qué bien! Dijo mientras<br />
una sonrisa nacía desde su corazón y salpicaba su rostro.<br />
En los días que siguieron, descargó y descargó, lloró y siguió llorando, (con<br />
diferentes tipos de descargas, en la casa, en el jardín, limpiando vidrios, en el<br />
bosque, en el mar, en donde fuera...) hasta que poco a poco, fue llegando a un<br />
sereno aunque aún frágil balance...<br />
Finalmente, un día, un viernes por la mañana... se despertó y se sorprendió<br />
sonriendo, sonriéndose, sintiendo un momento de genuino autoaprecio... ¡Sí que es<br />
lindo sentir amor y profunda simpatía hacia mí misma! De un salto, se incorporó<br />
de la cama, y rumbo al baño se detuvo a ver la foto y el marco con la pequeña<br />
Perlita, y le dijo:<br />
—¡Ay, mi chiquita Perlina, cuanto te quiero, mi amor! Y chiflando se fue a dar<br />
un regaderazo.<br />
@MAIL DE PERLA PARA MARGARITA<br />
ASUNTO: CARTA 5<br />
FIN DEL CAPÍTULO DE ESTA TELENOVELA<br />
Margarita:<br />
—Hoy, 30 de abril, Día <strong>del</strong> <strong>Niño</strong>, termino la última carta de este ciclo.<br />
Ya entendí. Gracias por tu última carta. Me fue de mucha ayuda. Descargué,<br />
lloré, desbaraté no sé cuantos periódicos y hasta quedé ronca por un rato...<br />
Ya no quiero seguir ahondando voluntariamente en más heridas de las que ya vi.<br />
No le huyo, simplemente me da ya mucha flojera. Es la “pura telenovela” como dices<br />
tú. Ya tengo la “película” interna clarísima. Por lo menos por ahora. Siento que de<br />
algún modo he llegado a buen puerto. Termino hoy esta carta siendo otra persona de<br />
la que era cuando te contacté por primera vez, no hace mucho. Estoy cerrando una<br />
puerta detrás de mí. Gracias. Finalmente, me entiendo. Entiendo el cómo y el por qué<br />
se hicieron en mí esas heridas, y lo <strong>mejor</strong>, me estás enseñando cómo sanarlas.<br />
Gracias por ese regalo. Gracias por llevarme a rescatar a mi pequeñita interna.<br />
Gracias por insistirme en aplicar las primeras tres herramientas. Aunque ha pasado<br />
poco tiempo, ahora soy asertiva, pongo límites, apapacho a mi Niña interna, la<br />
escucho y hago lo mío, me percato poco a poco de mis creencias limitantes, ¡y ahí<br />
voy!<br />
Ya no me nace seguir escribiendo sobre los eventos difíciles donde se<br />
originaron mis heridas, ahora lo veo claro. En lo últimos días, incluso se me ha<br />
ocurrido escribir sobre las cosas lindas que me pasaron cuando era niña, porque no<br />
todo era tragedia tampoco. Por eso te decía al principio de la carta que con ésta se<br />
cierra un ciclo. Margarita, de nuevo muchas gracias,