Muy_Interesante_USA_2014-05
Muy interesante es una revista mensual de divulgación y ciencia popular, creada y publicada por el Grupo G+J España. Sus contenidos abarcan desde las ciencias biomédicas, la tecnología y la astrofísica; hasta la psicología, la prospectiva y la historia. La publicación se caracteriza por la variedad visual, fotográfica e infográfica, así como por un estilo periodístico y divulgativo accesible a cualquier lector. Sus lemas son "La revista para saber más de todo" y "Muy interesante: entretenimiento inteligente
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Sus contenidos abarcan desde las ciencias biomédicas, la tecnología y la astrofísica; hasta la psicología, la prospectiva y la historia.
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FOTOS: JAN BARTH; INFOVATICANA<br />
Biblioteca Universal<br />
Sin duda se trata de la de Alejandría, fundada alrededor del año 300 antes de<br />
nuestra era. Cuando el rey Ptolomeo I de Egipto preguntó a Demetrio de Falero,<br />
responsable de la gran biblioteca, “¿cuántos pergaminos tenemos?” , éste<br />
sugirió hacer un recinto universal que contuviera todos y cada uno de los libros que<br />
hasta entonces había en el mundo. Ptolomeo y sus sucesores estuvieron interesados<br />
en comprender a los pueblos bajo su gobierno así como conservar obras budistas, latinas,<br />
persas, hebreas y egipcias traducidas al griego. La biblioteca llegó a albergar alrededor<br />
de 750,000 manuscritos, muchos de ellos copias o duplicados, pues en aquel<br />
entonces no había esa cantidad de obras originales en todo el orbe. Los libros no tenían<br />
el mismo aspecto que ahora; muchos de ellos eran rollos de papiro o pergaminos (de<br />
Pérgamo, ciudad en la actual Turquía donde se preparaban las pieles para escribir) con<br />
una etiqueta de madera que ostentaba el título, y guardados en pequeños casilleros.<br />
La biblioteca fue destruida por incendios y hurtos.<br />
venado, sobre los que los tlacuilos o pintores-escribanos<br />
plasmaron hechos diversos.<br />
Tales manuscritos fueron depositados<br />
en sitios especiales llamados amoxcalli,<br />
para asegurar su conservación. Los más<br />
conocidos son los de Texcoco y Tlatelolco,<br />
aunque todos ellos fueron destruidos durante<br />
la conquista española.<br />
Pérgamo<br />
Rival de la Biblioteca de Alejandría, se dice<br />
que en este lugar comenzaron a crearse<br />
los primeros pergaminos, dada la prohibición<br />
del faraón Ptolomeo Filadelfo que<br />
impedía exportar papiros de Egipto. Los<br />
pergaminos, pieles procesadas de algunos<br />
animales, resultaron ser más duraderos<br />
que el papiro, lo que representó un avance<br />
considerable en la historia de la difusión<br />
del conocimiento. Junto con todo el reino<br />
de Pérgamo, la biblioteca fue legada al<br />
pueblo romano en el año 133 a. C. Se rumora<br />
que Marco Antonio entregó a Cleopatra<br />
la profusa colección de 20,000 obras de<br />
este recinto para reemplazar y recuperar<br />
las pérdidas de la Biblioteca de Alejandría.<br />
Fuentes: britannica.com; history-magazine.com<br />
<br />
Monasterios<br />
Los libros se convirtieron en un elemento<br />
esencial en el desarrollo de la vida<br />
espiritual. Para la orden de los benedictinos,<br />
el estudio y la lectura fueron<br />
actividades fundamentales de todo monástico.<br />
Rasgo característico de los monasterios<br />
fueron los recintos donde se<br />
copiaban los manuscritos para asegurar<br />
su preservación, específicamente los de<br />
la orden benedictina. Fue en estos sitios<br />
donde se inventó el conocido y recurrido<br />
préstamo interbibliotecario, pues<br />
los manuscritos podían prestarse de un<br />
monasterio a otro e incluso al público en<br />
general; en este sentido, fungieron como<br />
bibliotecas públicas, aunque hay que<br />
recordar que la lectura era una actividad<br />
reservada sólo a unos cuantos.<br />
Renacimiento bibliotecario<br />
Hacia 1400 algunos aristócratas comenzaron<br />
a formar sus propias colecciones<br />
de libros, conforme crecía el interés por<br />
conocer a los clásicos griegos y romanos.<br />
Cosme de Médici, fundador de la dinastía<br />
<br />
Era digital<br />
Las bibliotecas siempre han tenido<br />
que adaptarse a los soportes y<br />
tecnologías del momento, por ello<br />
así como hubo bibliotecas de tablillas<br />
de arcilla y rollos de papiro o pergamino,<br />
la difusión del Internet ha dado lugar a<br />
las bibliotecas digitales, que presentan<br />
contenidos en soportes electrónicos y<br />
digitales con acceso en línea. Pueden<br />
estar integradas por libros, manuscritos,<br />
revistas, archivos sonoros, cartas, dibujos,<br />
videos, mapas y fotografías.<br />
de los Médici durante el Renacimiento<br />
italiano, reunió su propia colección que<br />
dio origen a la Biblioteca Laurenciana,<br />
una de las más importantes de Florencia<br />
e Italia y famosa por conservar alrededor<br />
de 11,000 manuscritos. La imprenta<br />
de Gutemberg cambió por completo el<br />
panaroma, pues los libros, colocados en<br />
libreros y estantes abiertos, reemplazaron<br />
a los manuscritos.<br />
De lo privado a lo nacional<br />
Surgieron en Europa y en Norteamérica<br />
a partir de ciertas colecciones privadas<br />
reunidas, en ocasiones, con el único afán<br />
de la ostentación, aunque muchas de<br />
ellas nacieron de un interés genuino por<br />
los libros y el conocimiento. Un ejemplo<br />
es la Biblioteca Nacional de Francia, que<br />
empezó en 1367 como la biblioteca real<br />
de Carlos V. Las colecciones de Sir Hans<br />
Sloane, Sir Robert Cotton y Edward y Robert<br />
Harley, condes de Oxford, conformaron<br />
la base de la colección del Museo<br />
Británico en 1753, enriquecida en 1757<br />
con la adición de los libros de la Biblioteca<br />
Real, que contenía obras reunidas por<br />
los reyes británicos.<br />
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