Muy_Interesante_USA_2014-05
Muy interesante es una revista mensual de divulgación y ciencia popular, creada y publicada por el Grupo G+J España. Sus contenidos abarcan desde las ciencias biomédicas, la tecnología y la astrofísica; hasta la psicología, la prospectiva y la historia. La publicación se caracteriza por la variedad visual, fotográfica e infográfica, así como por un estilo periodístico y divulgativo accesible a cualquier lector. Sus lemas son "La revista para saber más de todo" y "Muy interesante: entretenimiento inteligente
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MITOS Y LEYENDAS<br />
llevar una mangosta, pues era el único animal<br />
capaz de hacerle frente, aunque en el<br />
combate ambos morían.<br />
De serpiente a gallina<br />
Uno de los documentos más antiguos en<br />
el que se menciona a esta temida bestia<br />
es la Historia natural escrita por el erudito<br />
romano Plinio el Viejo (23-79), no obstante<br />
quizá su leyenda sea mucho más remota.<br />
Según Plinio, el basilisco era originario del<br />
norte de África (se identificaba como su<br />
morada la región de Cirene, actual Libia),<br />
tenía forma de serpiente, no medía más de<br />
30 centímetros de largo y llevaba en la cabeza<br />
una marca semejante a una diadema.<br />
Las demás serpientes ponzoñosas huían al<br />
escuchar su silbido y, a diferencia de otros<br />
ofidios, andaba erguido y majestuoso; de<br />
ahí su nombre, el cual proviene del griego<br />
basilískos y significa ‘pequeño rey’, es decir,<br />
el ‘soberano de las serpientes’.<br />
Sin embargo a inicios de la Edad Media<br />
el mito originario de Grecia se dispersaría<br />
por toda Europa, y con ello la fisonomía<br />
del espécimen sufriría una fuerte modificación.<br />
La principal razón fue su continua<br />
aparición en los bestiarios medievales,<br />
compendios en que se describían todo tipo<br />
de seres, tanto reales como fantásticos.<br />
Diversos autores se interesaron en descifrar<br />
los misterios de la criatura, alterando,<br />
versión tras versión, el retrato original. De<br />
este modo tal vez el basilisco se unió a<br />
otras criaturas como el ‘catoblepas’, un ser<br />
mítico de Etiopía con forma de búfalo y cabeza<br />
de cerdo que mataba con la mirada,<br />
o la ‘cocatriz’, un gallo con cola de lagarto<br />
y alas. La razón de que esta última terminara<br />
por fusionarse al mito del basilisco<br />
puede deberse a que se creía que el nacimiento<br />
de ambos era muy similar. Uno de<br />
los primeros en referirse a ello fue el monje<br />
benedictino Beda el Venerable (672-735),<br />
seguido por el Bestiario de Pierre de Beauvais<br />
que data de 1206. De acuerdo con este<br />
último, el basilisco nacía de un huevo de<br />
gallina incubado por un sapo. En cambio,<br />
la cocatriz o ‘cocatrice’ se generaba a partir<br />
de un huevo de sapo o serpiente empollado<br />
por un gallo. Al final decenas de casos<br />
en los que a gallos o gallinas viejas se les<br />
sorprendía cuidando de huevos fueron tomados<br />
como intentos de gestación de basiliscos.<br />
Los animales eran sentenciados y<br />
por lo general quemados o degollados.<br />
<br />
Polvos de basilisco<br />
Pese al miedo que causaba esta bestia,<br />
durante la Edad Media fue popular<br />
el comercio de supuestos polvos de<br />
basiliscos; se creía que tenían propiedades<br />
mágicas y curativas. Se decía que estaban<br />
hechos con los cadáveres molidos de estos<br />
seres y servían para transformar el cobre<br />
en ‘oro español’ por medio de la alquimia.<br />
Varios reyes pagaron fuertes sumas de dinero con tal<br />
de tener un espécimen para sus colecciones privadas,<br />
o para conseguir medicamentos y ungüentos elaborados<br />
con ellos. Hacerse de una criatura de éstas<br />
era peligroso, por lo que había que ‘sembrarlas’. Para<br />
eso, gallos ancianos y huevos de sapos eran introducidos en cavernas. Luego de un tiempo<br />
los huevos que permanecían eran enterrados en vasijas con una gran cantidad de pequeños<br />
agujeros, en las que deberían desarrollarse los basiliscos. Cuando se creía que llegaban a la<br />
edad adulta, éstas se ponían al fuego hasta que sólo quedaban cenizas.<br />
Collage fantástico<br />
Fue a raíz de esta creencia que relacionó<br />
al basilisco con los gallos, que las historias<br />
sobre el animal mítico comenzaron a<br />
extenderse por toda Europa. También en<br />
el arte, tanto en el profano –por ejemplo<br />
las heráldicas de algunas familias– como<br />
en el sacro –al formar parte de las decoraciones<br />
de muchas iglesias–, la imagen<br />
del basilisco mitad ave mitad serpiente<br />
se hizo común. Pese a los exhaustivos estudios<br />
que se hicieron en torno a este ser,<br />
la creencia en él se mantuvo en el pensamiento<br />
popular y de los naturalistas hasta<br />
bien entrado el siglo XVII. Uno de los primeros<br />
en cuestionar su existencia fue el<br />
intelectual francés Jean Bodin (1529/30-<br />
1596), lo que provocó gran polémica entre<br />
sus contemporáneos, para quienes la mejor<br />
prueba era la enorme documentación<br />
que existía en torno al monstruo. Los casos<br />
de huevos empollados por gallos y la<br />
Sabías que...<br />
El naturalista francés George<br />
Cuvier usó el nombre de<br />
la mítica bestia para nombrar<br />
a un género de lagartos similares a las<br />
iguanas que habitan en América. También<br />
existe una planta llamada basilisco<br />
(Ocimum basilicum, mejor conocida<br />
como albahaca) y una estrella de la constelación<br />
de Leo es nombrada así.<br />
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aparición de huevos de gallina que al ser<br />
cascados mostraban pequeñas serpientes<br />
ayudaron a que la leyenda se mantuviera.<br />
Pero sucedió que en estos siete siglos<br />
que duró el reinado del basilisco ninguno<br />
pudo ser capturado, por lo que la creencia<br />
sucumbió ante el cada vez mayor conocimiento<br />
del mundo natural. Aun así, en<br />
1838 un gallo irlandés fue juzgado luego de<br />
ser sorprendido poniendo varios huevos.<br />
El médico y escritor Jan Bondeson asegura,<br />
en su libro The Feejee Mermaid and<br />
Other Essays in Natural and Unnatural<br />
History, que el basilisco y su leyenda<br />
fueron creados por los viajeros griegos<br />
y romanos para explicar la existencia<br />
de los desiertos del norte de África. Los<br />
basiliscos eran los causantes de que no<br />
hubiera vegetación y fuera un lugar tan<br />
desolado. El basilisco de Plinio es una<br />
amalgama entre los rumores que por<br />
aquel entonces corrían sobre las cobras<br />
de la India y una serpiente del desierto<br />
de África llamada Lytorhynchus diadema,<br />
la cual tiene una ‘diadema’<br />
blanca sobre su cabeza y mide unos<br />
15 cm de largo. Esto también explicaría<br />
porqué la mangosta era la peor enemiga<br />
del basilisco, pues este pequeño mamífero<br />
es uno de los pocos capaces de vencer<br />
a una cobra. Finalmente el mito del<br />
basilisco, tal como su intrincada fisonomía,<br />
es un collage de creencias e inspiraciones<br />
que lograron cautivar durante<br />
siglos a la imaginación del hombre.<br />
FOTOS: FABRIZIO POLINELLI