Muy_Interesante_USA_2014-05
Muy interesante es una revista mensual de divulgación y ciencia popular, creada y publicada por el Grupo G+J España. Sus contenidos abarcan desde las ciencias biomédicas, la tecnología y la astrofísica; hasta la psicología, la prospectiva y la historia. La publicación se caracteriza por la variedad visual, fotográfica e infográfica, así como por un estilo periodístico y divulgativo accesible a cualquier lector. Sus lemas son "La revista para saber más de todo" y "Muy interesante: entretenimiento inteligente
Muy interesante es una revista mensual de divulgación y ciencia popular, creada y publicada por el Grupo G+J España.
Sus contenidos abarcan desde las ciencias biomédicas, la tecnología y la astrofísica; hasta la psicología, la prospectiva y la historia.
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ARQUEOLOGÍA<br />
hecho mejoran el trabajo de muchas excavaciones<br />
‘tradicionales’. Varios de nuestros<br />
profesionales han estado implicados en<br />
proyectos del calibre del descubrimiento del<br />
Titanic o del submarino japonés I-52.” Con<br />
todo, la comunidad arqueológica es extremadamente<br />
crítica con el método de trabajo<br />
de ésta y otras compañías similares. Carlos<br />
León es muy tajante en este punto: “He visto<br />
muy de cerca trabajar a este tipo de empresas,<br />
y suelen emplear métodos altamente<br />
destructivos para limpiar los fondos marinos.<br />
Además, ellos sólo buscan materiales<br />
que puedan vender y no información.<br />
Por eso son muy selectivos bajo el agua,<br />
despreciando todo lo que no tenga valor<br />
comercial. Hacen verdaderos destrozos; recuperan<br />
lo que brilla y lo demás lo esparcen,<br />
lo abandonan o directamente lo destruyen”.<br />
En abril de 1991 Franck Goddio, otro de<br />
esos profesionales del mar que nadan entre<br />
las aguas de la arqueología y la caza<br />
del tesoro pura y simple, localizó frente a<br />
la Bahía de Manila, en Filipinas, los restos<br />
<br />
del naufragio de la nao San Diego, hundida<br />
en combate contra tres navíos holandeses<br />
en 1600, en el que fue el primer enfrentamiento<br />
naval entre españoles y holandeses<br />
en el Pacífico. El pecio escondía piezas<br />
de extraordinario valor artístico (entre ellas<br />
varias porcelanas de la dinastía Ming) y un<br />
cuantioso tesoro en monedas. La San Diego<br />
era una nave española, y de hecho un<br />
elevado porcentaje de las piezas rescatadas<br />
por Goddio son expuestas en el Museo<br />
Naval de Madrid. Lo curioso es que el descubridor<br />
del pecio llegó a un acuerdo con el<br />
gobierno español, que en lugar de exigir la<br />
devolución de las piezas, como años después<br />
se haría con el ‘tesoro’ del Nuestra Señora<br />
de las Mercedes, pagó tres millones y<br />
medio de dólares a un Goddio que, con todo,<br />
sigue defendiendo aún hoy que se trató de<br />
una donación, y que esos recursos abonados<br />
por España fueron una contrapartida<br />
‘amistosa’ a manera de mecenazgo para<br />
poder seguir adelante con sus excavaciones.<br />
Goddio, célebre por haber descubierto<br />
bajo el mar los restos del puerto de Alejandría,<br />
frecuentemente ha cuestionado las<br />
prácticas de las grandes empresas cazatesoros.<br />
Con todo, no goza de gran estima<br />
entre la comunidad arqueológica, y encarna<br />
de algún modo esa ambigüedad tan<br />
peligrosa y resbaladiza de los adalides de la<br />
arqueología comercial.<br />
Ciencia versus negocio<br />
Y es que ¿dónde acaba el interés por el mero<br />
lucro económico y dónde empieza el celo estrictamente<br />
científico, si es que existe? Mark<br />
72 muyinteresante.com.mx <br />
Gordon defiende, de hecho, las supuestas<br />
prioridades científicas de Odyssey en sus<br />
excavaciones subacuáticas: “Nosotros no<br />
ponemos todos los objetos recuperados a<br />
disposición de los coleccionistas. Odyssey<br />
ha descubierto cientos de naufragios y recuperado<br />
miles de piezas del fondo del mar, y<br />
sin embargo sólo se han comercializado los<br />
objetos de unos pocos. Llevar a cabo investigaciones<br />
adecuadas, excavar y conservar<br />
como es debido a grandes profundidades,<br />
es muy caro, y frecuentemente está fuera<br />
del alcance de arqueólogos académicos.<br />
En mi opinión, la buena arqueología puede<br />
convivir perfectamente con el buen negocio”.<br />
El Odyssey Explorer, buque insignia de<br />
la compañía, con bandera de Bahamas, es<br />
la joya de la corona. Con un equipo formado<br />
por ingenieros, arqueólogos, técnicos de<br />
vehículos operados a distancia, peinan los<br />
fondos marinos con la ayuda de dos sofisticados<br />
robots accionados por control remoto,<br />
capaces de trabajar hasta a 2,500 metros de<br />
profundidad con un nivel de precisión muy<br />
notable (Zeus I y Zeus II) y tecnología de posicionamiento<br />
global de última generación.<br />
No hay duda de que Odyssey cuenta con los<br />
medios adecuados para llegar a donde otros<br />
no llegan, pero ¿hasta qué punto es necesario<br />
intervenir en estos yacimientos marinos<br />
a tanta profundidad? La UNESCO recomienda,<br />
de hecho, dejar los pecios como están<br />
para que puedan ser estudiados in situ.<br />
“Bajo el agua hay miles de barcos hundidos”,<br />
sostiene Carlos León, “y las recomendaciones<br />
de la UNESCO en este sentido dejan<br />
muy claro que no hay que sacar todo lo que<br />
se encuentra bajo el agua. Más bien se trata<br />
de seleccionar dónde invertir los esfuerzos.<br />
El objetivo debe ser buscar naufragios que<br />
están en zonas de peligro de destrucción,<br />
amenazados por obras públicas, por el saqueo<br />
constante, los que están a menor profundidad…..<br />
un barco a mil metros bajo el<br />
agua puede permanecer allí miles de años<br />
en muy buen estado de conservación.”<br />
Uno de los gobiernos dispuestos a pactar<br />
con las empresas cazatesoros es el colombiano,<br />
que hace sólo dos años aprobó una<br />
ley, muy criticada por la comunidad científica,<br />
que daba vía libre al acuerdo con estas<br />
compañías para la excavación en sus<br />
aguas en busca de barcos hundidos. No es<br />
un caso aislado: el modelo de la arqueología<br />
empresarial, de la privatización de la excavación<br />
del patrimonio, gana terreno a la vez<br />
FOTOS: MINISTERIO DE EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTE.