Muy_Interesante_USA_2014-05
Muy interesante es una revista mensual de divulgación y ciencia popular, creada y publicada por el Grupo G+J España. Sus contenidos abarcan desde las ciencias biomédicas, la tecnología y la astrofísica; hasta la psicología, la prospectiva y la historia. La publicación se caracteriza por la variedad visual, fotográfica e infográfica, así como por un estilo periodístico y divulgativo accesible a cualquier lector. Sus lemas son "La revista para saber más de todo" y "Muy interesante: entretenimiento inteligente
Muy interesante es una revista mensual de divulgación y ciencia popular, creada y publicada por el Grupo G+J España.
Sus contenidos abarcan desde las ciencias biomédicas, la tecnología y la astrofísica; hasta la psicología, la prospectiva y la historia.
La publicación se caracteriza por la variedad visual, fotográfica e infográfica, así como por un estilo periodístico y divulgativo accesible a cualquier lector. Sus lemas son "La revista para saber más de todo" y "Muy interesante: entretenimiento inteligente
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TOCAR<br />
LO INVISIBLE<br />
que quizá no tiene los rudimentos de la carpintería<br />
pero, como lo ha hecho tantas veces,<br />
pues es bueno en carpintería. Sin embargo,<br />
Mijaíl Botvinnik se vuelve el patriarca del<br />
ajedrez que genera la gran escuela del ajedrez<br />
ruso y lo convierte en una asignatura<br />
en donde hay que ir a estudiar. Botvinnik se<br />
reunía 15 días con sus alumnos y les dejaba<br />
tarea por 6 meses. A los 6 meses los volvía a<br />
juntar a ver qué habían hecho. No debe pensarse<br />
en la escuela soviética como algo donde<br />
doy clases y hago examen. Había mucho<br />
trabajo personal y se tomaba muy en serio<br />
porque, además, el ajedrez era muy importante<br />
pues validaba todo el sistema soviético<br />
por un lado, y por otro lado, el mismo<br />
gobierno lo apoyaba como símbolo de una<br />
cultura que tenía grandes jugadores que se<br />
fueron formando ahí. Para mí la esencia del<br />
ajedrez soviético es que no le interesa las<br />
frases bonitas; lo que le interesa es la verdad<br />
sobre las posiciones. Son muy pragmáticos<br />
en ese sentido. La parte anecdótica sale sobrando;<br />
lo que les interesa es la verdad en<br />
el tablero, qué dice el tablero, qué dicen las<br />
piezas, quién tiene la ventaja. Ése es un enfoque<br />
como el de la ciencia. Son muy claros:<br />
van a lo que van. Bueno, la ciencia de por sí<br />
no se anda con medias tintas, si alguien dice<br />
que algo es verde hay que demostrar que es<br />
verde, si no, está mal y se acabó.<br />
Incubación y proceso creativo<br />
–Al mismo tiempo, sin embargo, uno de<br />
los grandes retadores de este gran maestro<br />
ruso fue precisamente Mijaíl Tahl,<br />
quien deja entrar en su juego la inteligencia<br />
de lo inesperado.<br />
–Mijaíl Tahl fue uno de los grandes<br />
campeones del mundo por<br />
muy corto tiempo. Tuvo su reinado<br />
36 muyinteresante.com.mx<br />
<br />
El enfoque del ajedrez ruso era científico.<br />
Era una materia, una asignatura<br />
prácticamente académica.<br />
durante un año. Le ganó a Botvinnik el campeonato<br />
del mundo y al siguiente año, en<br />
la revancha, Botvinnik se preparó mejor y<br />
le quitó el título. Tahl era muy bueno calculando<br />
y tenía una gran magia en el tablero.<br />
Encontraba jugadas fantásticas. Él menciona<br />
que en una partida muy complicada en<br />
donde podía sacrificar un caballo o un alfil,<br />
en ese momento pensaba cómo se podía<br />
sacar a un hipopótamo de un pantano.<br />
–Recordaba un verso de un poema infantil<br />
de Chukovski: ‘¡Oh, qué difícil es el trabajo/<br />
de sacar a un hipopótamo del pantano!’.<br />
–Él está pensando en el tablero pero está<br />
imaginando qué pasaría si se usara una<br />
grúa o se atara al hipopótamo para sacarlo.<br />
Finalmente, pasan 20 minutos o media<br />
hora y hace una jugada brillante y gana la<br />
partida. Después los medios dijeron: “Brillante<br />
jugada de Tahl después de pensarla<br />
durante media hora”, pero Tahl estaba<br />
pensando en cómo sacar un hipopótamo<br />
del pantano. Eso es notable.<br />
Mijaíl Thal describe de esta manera lo que<br />
le ocurrió: “No podría explicar en base a qué<br />
asociación este hipopótamo se metió en<br />
el tablero, pero la verdad es que, mientras<br />
los espectadores creían que estaba analizando<br />
la posición, yo pensaba en cómo<br />
demonios podría sacarse a un hipopótamo<br />
del pantano. Recuerdo que en mi cabeza se<br />
amontonaban grúas, palancas, helicópteros<br />
e incluso una escalera de cuerda. Después<br />
de numerosos intentos no encontré ningún<br />
método aceptable de sacarlo del pantano,<br />
y pensé con amargura: ¡Pues<br />
que se ahogue el hipopótamo!”.<br />
<br />
En ese momento el hipopótamo desapareció<br />
del tablero. Tahl se encontró con que<br />
la posición era más clara de lo que creía y,<br />
sin dudarlo, sacrificó el caballo. Le comento<br />
a Manuel López Michelone que estamos<br />
viendo cómo surge la creatividad para ver<br />
una salida inesperada después de un periodo<br />
de incubación. El autor mexicano de<br />
varios libros de ajedrez me comenta:<br />
–Sí, fíjate que David Bronstein, otro gran<br />
maestro, cuenta que durante una partida<br />
se tardó 45 minutos en hacer su primera jugada.<br />
Le ponen el reloj y tiene 2 horas para<br />
hacer 40 jugadas, y él en la primera jugada<br />
tarda 45 minutos. Finalmente hace la jugada,<br />
juegan la partida y al final el rival le dice:<br />
“¿Por qué pensó tanto en la primera jugada?<br />
¿Estaba pensando qué estrategia seguir?”.<br />
Bronstein le dice: “No, es que no sabía dónde<br />
había dejado las llaves de mi casa”.<br />
–Estamos hablando de los mecanismos<br />
de la creatividad, del descanso que precede<br />
a la idea luminosa, que se juega también<br />
al lado de los mecanismos de la razón<br />
y del análisis sistemático.<br />
–Yo creo que eso también pasa en la<br />
música. Botvinnik alguna vez declaró<br />
públicamente que el ajedrecista no es<br />
menos que un violinista. El ajedrez es<br />
una ciencia, pero hay un arte en sí. Yo he<br />
tenido encuentros de ajedrez por muchos<br />
años y, sin embargo, de mil partidos que<br />
he jugado, a lo mejor hay tres rescatables.<br />
En contraste, los grandes jugadores a tiro<br />
por viaje hacen una partida rescatable,<br />
una gran partida que es artística, que<br />
tiene ideas, que tiene una gama de posibilidades<br />
que solamente cuando se analizan<br />
ya con las computadoras actuales<br />
–y con muchos jugadores que hacen<br />
comentarios de las mismas– se da uno<br />
cuenta de cuánto arte hay ahí metido.<br />
–Bueno, basta simplemente saber que el<br />
número de partidas diferentes que pueden<br />
desarrollarse en un juego en apariencia tan<br />
simple como el ajedrez es mayor al número<br />
de átomos que existen en el Universo.<br />
–Lo cual me demuestra una vez más que<br />
no entiendo el porqué jugamos bien, bueno,<br />
los grandes jugadores juegan bien. Es<br />
algo muy difícil en donde confluyen el arte<br />
y la ciencia del ajedrez.<br />
ILUSTRACIÓN: JOSÉ ALBERTO CAUDILLO ESPEJEL