Muy_Interesante_USA_2014-05
Muy interesante es una revista mensual de divulgación y ciencia popular, creada y publicada por el Grupo G+J España. Sus contenidos abarcan desde las ciencias biomédicas, la tecnología y la astrofísica; hasta la psicología, la prospectiva y la historia. La publicación se caracteriza por la variedad visual, fotográfica e infográfica, así como por un estilo periodístico y divulgativo accesible a cualquier lector. Sus lemas son "La revista para saber más de todo" y "Muy interesante: entretenimiento inteligente
Muy interesante es una revista mensual de divulgación y ciencia popular, creada y publicada por el Grupo G+J España.
Sus contenidos abarcan desde las ciencias biomédicas, la tecnología y la astrofísica; hasta la psicología, la prospectiva y la historia.
La publicación se caracteriza por la variedad visual, fotográfica e infográfica, así como por un estilo periodístico y divulgativo accesible a cualquier lector. Sus lemas son "La revista para saber más de todo" y "Muy interesante: entretenimiento inteligente
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TOCAR<br />
LO INVISIBLE<br />
La creatividad<br />
ajedrez<br />
en el<br />
Por<br />
José Gordon<br />
Conductor del programa<br />
La oveja eléctrica que se<br />
transmite los martes a las<br />
20:30 por Canal 22.<br />
www.imaginantes.tv<br />
El ajedrecista Mijaíl Botvinnik,<br />
campeón del mundo varias veces<br />
entre 1948 y 1963, dijo en<br />
alguna ocasión que el futuro del<br />
ajedrez de lo que entonces era la<br />
Unión Soviética estaba en manos de un joven<br />
que era su alumno y al mismo tiempo<br />
una suerte de ayudante, porque analizaba<br />
las partidas con gran velocidad. Ese joven se<br />
llamaba Gary Kasparov. Una vez –me cuenta<br />
el físico Manuel López Michelone– Kasparov<br />
revisaba una partida con Botvinnik; el<br />
joven le mostraba variantes y jugadas: “Hice<br />
esto pero pude haber hecho esto y esto otro”.<br />
Movía las piezas vertiginosamente. Era un<br />
desconcierto el tablero. Botvinnik le dijo:<br />
“Calma, vas muy rápido, no puedo seguirte”.<br />
34 muyinteresante.com.mx<br />
<br />
López Michelone, quien es Maestro de<br />
FIDE (Federación Internacional de Ajedrez)<br />
y experto en programación, me dice: “Imagínate,<br />
eso lo planteaba Botvinnik. Yo tengo<br />
la misma experiencia: en un DVD de ajedrez<br />
donde Kasparov nos habla del gambito de<br />
dama y se pone a analizar posiciones, tengo<br />
que ponerle pausa y casi decirle: ‘Espera,<br />
espera, vas muy rápido’”.<br />
–El león cree que todos son de su condición.<br />
–Cuando Kasparov estuvo en México y<br />
jugó unas partidas simultáneas de ajedrez,<br />
me tocó jugar con él. Me ganó muy feo –a<br />
pesar de que las crónicas señalan que fue<br />
Manuel el que le opuso más resistencia–.<br />
Sin embargo, Kasparov después me explicó:<br />
“Tenías que haber jugado acá…”, hasta lo<br />
tengo grabado cuando me explicó.<br />
Kasparov fue campeón del mundo –me<br />
dice López Michelone– en un contexto<br />
en el que el ajedrez tenía un apoyo notable.<br />
Sin embargo, como reconoce el propio<br />
Kasparov, el ajedrez en lo que fue la Unión<br />
<br />
Soviética (URSS) está de capa caída. No tiene<br />
el impulso que gozaba antes. Manuel y<br />
yo conversamos sobre las características<br />
de la escuela que entonces se creó:<br />
–Pienso que la Union Soviética logró algo<br />
por el ajedrez, particularmente, y por la<br />
ciencia también, que fue muy respetable.<br />
El ajedrez tiene una vertiente de ciencia<br />
y los soviéticos tomaron la estafeta del<br />
ajedrez como un símbolo de inteligencia<br />
y capacidad: “Jugamos bien al ajedrez”.<br />
Eso era un motivo de orgullo después de la<br />
Segunda Guerra Mundial, pero ya antes se<br />
jugaba muy bien al ajedrez. Cabe decir, por<br />
ejemplo, que algunos jugadores de ajedrez<br />
de la URSS, cuando estaban en pleno sitio<br />
de Leningrado, jugaban un torneo internacional<br />
–bueno, entre ellos algunos<br />
polacos y gente que estaba por ahí– y el<br />
premio era un pollo asado. Ése era el premio<br />
porque no había ni qué comer y el que<br />
ganaba además tenía que compartirlo. El<br />
ajedrez era muy importante y tenía todo el<br />
apoyo del Estado, y pienso que algo igual<br />
pasó con la ciencia. Sin los soviéticos no<br />
tendríamos el nivel de ciencia y ajedrez<br />
que se tiene actualmente.<br />
–Estamos hablando de la gran escuela soviética<br />
de ajedrez en donde los niños eran<br />
llevados a los Palacios de los Pioneros.<br />
–Los niños en el verano por lo menos, de<br />
entrada, iban a los Palacios de los Pioneros,<br />
donde podían tomar ajedrez, danza o piano<br />
y una serie de actividades sociales y culturales.<br />
Ahí estaban los grandes entrenadores<br />
que le echaban el ojo a alguien y decían<br />
‘éste tiene talento’, ‘éste probablemente sí<br />
puede’. De ahí salieron las camadas de los<br />
grandes jugadores rusos.<br />
Dime cómo juegas...<br />
–Para entender un poco el alma de una<br />
cultura, la identidad de una cultura, hay<br />
diferentes formas de abordar esto. Una,<br />
por supuesto, es su poesía, su arte, su literatura,<br />
pero en tu caso la puedes percibir<br />
a través del ajedrez. ¿Qué puedes<br />
decirnos de la creatividad y la inteligencia<br />
de la cultura rusa?<br />
–De entrada, lo que te puedo decir es que el<br />
enfoque del ajedrez ruso era científico. Era<br />
una materia, una asignatura prácticamente<br />
académica. Hay gente que discute si el ajedrez<br />
es un oficio, porque hay jugadores que<br />
no estudian mucho y juegan bien porque<br />
juegan continuamente, como un carpintero<br />
ILUSTRACIÓN: JOSÉ ALBERTO CAUDILLO ESPEJEL