Greenhalgh, Wendy Ann - La meditación y el arte de dibujar
La meditación y el arte de dibujar
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problemas. Estamos preparados para reconocer instintivamente la longitud <strong>de</strong><br />
un brazo, o las proporciones <strong>de</strong> los ojos respecto d<strong>el</strong> resto <strong>de</strong> la cabeza, cosa<br />
que significa que cuando dibujamos a alguien sabemos muy <strong>de</strong>prisa si nuestro<br />
dibujo se parece al natural, si está a la altura.<br />
Al <strong>dibujar</strong> un árbol no tenemos <strong>el</strong> mismo problema. Claro que cada árbol es<br />
único, pero si <strong>el</strong> tronco <strong>de</strong> un castaño te queda un poco largo es probable que<br />
nadie se dé cuenta; sin embargo, bien pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>cirte algo si se trata <strong>de</strong> la<br />
mod<strong>el</strong>o que esbozaste en clase <strong>de</strong> dibujo d<strong>el</strong> natural. De modo que cuando<br />
empezamos a practicar <strong>el</strong> retrato y <strong>el</strong> dibujo d<strong>el</strong> natural lo primero con lo que<br />
tenemos que enfrentarnos es tanto con la exactitud <strong>de</strong> nuestra creación como<br />
con <strong>el</strong> crítico interior que aparece <strong>de</strong> manera natural en respuesta a lo que<br />
hacemos. Esto hace que <strong>el</strong> dibujo d<strong>el</strong> natural sea una fantástica práctica <strong>de</strong><br />
atención plena <strong>de</strong> ver y atención plena d<strong>el</strong> dibujo, puesto que nos enfrentamos<br />
al reto no solo <strong>de</strong> mirar más atentamente que nunca, sino también <strong>de</strong> tratarnos<br />
mejor a nosotros mismos y con nuestros dibujos.<br />
Yo creo que <strong>el</strong> dibujo d<strong>el</strong> natural es un <strong>de</strong>safío, pero esto no significa que no<br />
lo disfrute. Creo que las sesiones <strong>de</strong> dibujo d<strong>el</strong> natural en la Escu<strong>el</strong>a <strong>de</strong> B<strong>el</strong>las<br />
Artes eran mis clases preferidas. A algunas personas les encanta <strong>dibujar</strong> d<strong>el</strong><br />
natural, a otros les da un poco igual, y otros lo <strong>de</strong>testan. Pero sospecho que<br />
gran p<strong>arte</strong> <strong>de</strong> la antipatía que profesan estos últimos se <strong>de</strong>be a lo exigente que<br />
resulta la propia familiaridad <strong>de</strong> la forma humana, y a la frustración que les<br />
produce no lograr que les salga exacto. Y ya que quizá <strong>el</strong> retrato sea un área <strong>de</strong><br />
dibujo a la que la mayoría <strong>de</strong> los dibujantes acaban llegando tar<strong>de</strong> o temprano,<br />
tal vez por las mismas razones que acabo <strong>de</strong> mencionar parece útil que te<br />
enfrentes <strong>de</strong> lleno a cualquier ligero temor o sensación <strong>de</strong> intimidación que<br />
puedas estar experimentando.<br />
Dibujar con bondad<br />
Debemos regresar aquí a algunos <strong>de</strong> nuestros principios centrales <strong>de</strong> atención<br />
plena; a los que ya hemos explorado en este libro hay que añadir, y esto viene<br />
muy al caso, esa cualidad <strong>de</strong> empatía y cariño que hemos empezado a<br />
<strong>de</strong>scubrir en nuestras experiencias <strong>de</strong> dibujo con atención plena.<br />
Cuando nos preparamos para <strong>dibujar</strong> la forma humana primero necesitamos