genius loci pt. pdf.qxd - ROMANIAN LIBRARY

indistintamente de si ésta es azar, ilusión o imaginación, queda evidente
el episodio que parece cobrar desde nuestro punto de vista,
carácter de símbolo e incluso se vuelve estereotipo de vida histórica.
Porque tal como en aquel entonces, cada vez que se agrega o
se intenta agregar aquí una civilización superior o incluso se expresa
y se define, sigue la fractura, el incidental malo, la mala suerte
y la negación que nos parece que es capaz de tirarlo todo a tierra
y aún arrasar todo lo que había plasmado por esfuerzo o milagro.
Aparece, por consiguiente, la maldición de las interrupciones
brutales, que nos obligaría a volver a empezar e intentar hacer una
vez más lo que se había hecho o incluso redefinirnos de otra manera,
intentando encontrar nuestra idealidad que no entendemos y
no somos capaces de transponer en un trabajo claro, traduciéndola
de virtual a acto. Y sin embargo, la visión catastrofista sobre
nosotros, que confunde los episodios superficiales con las modificaciones
de sustancia medular, debe ser rechazada y no solamente
corregida ya que de hecho, mirándolo todo desde dentro, no desde
fuera del enlace de momentos rapsódicos, ni siquiera se confirma.
De otro modo no se podría explicar lo que en general ni siquiera se
nota aunque hacia el año 800 aC „el escita“ Anacharsis de los Cárpatos
bajo a la Grecia contemporánea y aconseja con profundidad
de sabio cuyos pensamientos se mantuvieron bastante, a los habitantes
de las ciudadelas que darán más tarde a Solon y Sócrates,
Anaxagoras y Tales de Milet.
En este mundo donde se imaginaba que había caminado Orfeo
el que con su música hacia las piedras levantarse del suelo, los
„agatistas cantaban sus leyes“ hiperboreanas y hacia el año 700
aC apareció como por milagro un legislador de montaña cuya Costumbre
a veces no entendemos aunque se mantenga y „trabaje“.
Se trata de Zamolxis que dicen que se volvió sabio viajando a Egipto
y siendo aprendiz de Pitágoras (leyenda „criolla“, expresando el
esquema de la cultura por difusión, en realidad) había aparecido
sin aparente prehistoria como los grandes predicadores aunque,
sin duda, no había salido de vacíos.
Estamos de pronto en el mundo del zalmoxismo, que designa
al mismo tiempo un tipo insondable de actitud sabia, modelo antropológico
espiritualista, comunión e círculo cerrado e iniciático, de
rito teniendo sentido cosmológico y método de conservación, en una
palabra religión. Sus consejos, que no han sido recopilados como
se hizo con los pensamientos de Pitágoras guardados en fragmen-
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