Espaços e Paisagens. Vol. 1 - Universidade de Coimbra

LA RELACIóN DEL HOMBRE
CON LA NATURALEZA Y EL MEDIO AMBIENTE
Paolo Fedeli
Universidade de Bari
Résumé
Ces pages constituent une réflexion sur l’attitude des Romains en face du monde naturel et
sur leurs soucis et leurs craintes quand il s’agissait de le modifier.
El problema de la relación entre ambiente y sociedad ha constituido
materia de comparación, en el trascurso de los siglos, entre posiciones
antitéticas, ligadas una al concepto del dominio del ambiente físico sobre el
hombre, la otra a la idea de la superioridad del hombre sobre el ambiente
físico. Nos interesa aquí determinar si los antiguos han reflexionado sobre su
relación con el medio ambiente y si, y hasta qué punto, la han vivido como
un conflicto. Paradójicamente las tomas de posición teóricas nos son de muy
escasa ayuda: sin embargo no se puede hablar de una falta de sensibilidad de
los antiguos porque su error ha continuado hasta épocas recientes. Desde la
antigüedad hasta almenos Montesquieu, en efecto, el problema de la relación
hombre–ambiente ha sido enfrentado de manera opuesta a aquella que hoy
consideramos la impostación fundamental: se ha prestado atención sólo a
los condicionamientos del ambiente sobre el hombre y se ha establecido una
relación directa entre ambiente, clima, recursos, de un lado, características
físicas y comportamiento de las distintas poblaciones, del otro (la teoría del
determinismo ambiental). No se ha prestado atención en absoluto, en cambio,
a la inevitable interacción y al condicionamiento recíproco entre un pueblo y
su ecosistema.
Puesto en estos términos, en la elaboración teórica y en la óptica de los
pueblos dominantes, el problema tenía una conclusión descontada a priori.
Para los Romanos, en efecto, no existían dudas: su superioridad era también
fruto del ambiente mejor en que ellos vivían. No por casualidad en época
augústea la oposición con el Oriente – tierra de antigua cultura y civilización
– se expresa a través de las laudes italiae, desde Varrón a Virgilio y a Propercio:
en ellas Italia es considerada la tierra mejor en todos los aspectos, sobre todo
en el climático y ambiental. En cuanto a la superioridad que les venía de las
afortunadas condiciones ambientales, los Latinos no hacían sino retomar
convicciones enraizadas en la mentalidad griega desde siglos.
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