II - CCA Monatsblatt

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La flora y fauna de Chile no puede competir con la riqueza de Bolivia, pero sí existen una
biodiversidad mucho más grande de lo que piensan los visitantes. En Patagonia se crían
pingüinos Humboldt en grandes espacios zoológicos, los glaciares de la zona central
albergan una flora andina enana y en el Parque La Campana existen los últimos bosques de
la palmera chilena, Jubaea Chilensis.
Los empleados de la CONAF, todos muy amables y ordenados, podrían ser más.
Para el mantenimiento de senderos educativos, cabañas y letreros muchas veces
faltan presupuesto y personal. El control de las áreas protegidas inmensas
requerería un aumento significativo de caballos y hombres.
La infraestructura turística está en manos de concesionarios que administran
cabañas, tiendas o transporte en botes según sus capacidades. Chile es el
campeón mundial en concesiones. La mayoría de las obras públicas, por ejemplo
las autopistas y hasta las cárceles (¡), funcionan en concesión privada.
Aparte de las instituciones estatales, consorcios privados invierten en la
conservación del medio ambiente, como la productora de celulosa ARAUCO
que administra ocho pequeños parques con 1.200 hectáreas para la educación,
investigación y recreación en las regiones de mayor intervención de Curicó,
Temuco y Valdivia. Los pequeños museos e instalaciones no están regularmente
atendidos.
Torres del Paine: La zona más frecuentada por extranjeros de todo el mundo es
el Parque Nacional Torres del Paine. Se estima una cifra de 200 mil visitantes en
2007. A pesar de la alta conciencia de los turistas y la vigilancia de los
guardaparques, en 2005 un mochilero checo causó un incendio que quemó 13
mil hectáreas de matorrales y bosque nativos.
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