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lo extendía, uniforme, sobre aquel mar de techumbres de<br />
ripias, en el aire lácteo y ahumado del atardecer. Apoyada<br />
contra la balaustrada del balcón, inclinada sobre aquel mar<br />
lejano y agitado, Adela, con una sonrisa en los labios, sacaba<br />
a flote los acentos más fuertes, juntaba las sílabas perdidas e<br />
intentaba descifrar el sentido del flujo y reflujo de esa gran<br />
marea.<br />
La época aparecía bajo el signo de la mecánica y la electricidad,<br />
un sinfin de descubrimientos debidos al genio humano<br />
se había propagado a través del mundo. En las casas burguesas<br />
hicieron su aparición cajas de cigarros provistas de un mechero<br />
eléctrico. Girando un pequeño conmutador, las chispas<br />
encendían una mecha empapada en gasolina. Aquello despertaba<br />
esperanzas extraordinarias. Una caja de música –con<br />
forma de pagoda china– a la que se daba cuerda con ayuda de<br />
una llave se ponía a girar como un tiovivo, tocando un rondó<br />
miniatura. Las campanillas tintineaban, pequeñas portezulas<br />
se abrían de par en par, dejando ver el mecanismo en movimiento.<br />
En todas las casas se instalaron timbres electricos: el<br />
galvanismo se conviritió en el rey de la vida familiar. Una<br />
bobina de hilo aislante era el símbolo de esos tiempos. En los<br />
salones, jóvenes dandis hacían la demostración del invento<br />
de Galvani, recompensados por las radiantes miradas de las<br />
damas. Un cuerpo conductor abría el camino hacia el corazón<br />
de las mujeres. Después de un experimento logrado, los<br />
héroes del día enviaban besos y saludaban en medio de los<br />
aplausos.<br />
Pronto, también, comenzaron a proliferar en la ciudad los<br />
velocípedos, de distintos tamaños y formas. Se imponía la<br />
apreciación filosófica del mundo. Si se admitía el ideal del<br />
progreso no quedaba más que sacar las consecuencias y montar<br />
un velocípedo. Los primeros, por supuesto, fueron los<br />
escribanos de notario, esa vanguardia siempre al acecho de<br />
nuevas ideas, con los bigotes enhiestos en espiral y los som-<br />
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