Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Entrevista con Bruno Schulz<br />
Conocí a Bruno Schulz hace diez años.<br />
Enseguida me mostró sus dibujos (drapografías). Y son esas<br />
obras las que han permanecido en mi memoria, mientras que<br />
la imagen de su autor se desvaneció como una nube de polvo<br />
dispersada por el huracán.<br />
Más tarde, conseguí dos piezas por mediación de Stefan Szuman,<br />
profesor de la Universidad Jagielloński (también él admirador<br />
de la obra gráfica y literaria de Schulz), y he podido examinarlas<br />
más de cerca. Actualmente, hemos vuelto a reanudar<br />
nuestra amistad y tuve la ocasión de conocerle mejor, tras haber<br />
leído Las Tiendas de Canela Fina, que me ha causado una deslumbrante<br />
impresión.<br />
Hasta hace muy poco tiempo aún desconocía que en materia<br />
de dibujo Schulz era prácticamente un autodidacta. Ese<br />
hecho sólo puede acrecentar mi admiración por esta personalidad<br />
y este talento singulares. En tanto que grabador y<br />
dibujante pertenece a la categoría de los “demonólogos”. En<br />
mi opinión, podemos ver los gérmenes de ese movimiento<br />
en los antiguos maestros (que todavía no estaban especializados<br />
en esa temática), por ejemplo en Cranach, Durero o<br />
Grünewald, cuando pintan con una asombrosa seguridad,<br />
con esa voluptuosidad inherente al libertinaje, temas más<br />
diabólicos que divinos: así es como descansaban después de<br />
haber pintado las tediosas baratijas religiosas de la época.<br />
Igualmente, creo que Hogarth también pertenece a ese grupo<br />
de demonistas.<br />
Aunque el verdadero creador de esa tendencia (en lo concerniente<br />
al fondo, por supuesto, la base real, el pretexto para la<br />
—61—