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Proceso-2038
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INTERNACIONAL /TERRORISMO<br />
de haber actuado con negligencia frente al<br />
extremismo islámico que crecía en la comuna.<br />
Pero él lo niega y culpa a los servicios<br />
de inteligencia franceses y belgas<br />
de no haber evitado los ataques terroristas<br />
de París.<br />
El llamado Comité R, instancia que<br />
controla la correcta actividad de las agencias<br />
de seguridad belgas a nombre del Parlamento<br />
y el gobierno, investiga si la inteligencia<br />
militar –el Servicio General de la<br />
Información y la Seguridad, encargado de<br />
la inteligencia exterior– informó debidamente<br />
a sus pares franceses de los atentados<br />
que se tramaban en Bélgica.<br />
El general Eddy Testelmans dirige esa<br />
unidad desde 2012, y en la prensa local ya<br />
corren rumores acerca de su eventual su<br />
destitución.<br />
En mayo pasado, el diario De Tijd reveló<br />
que un reporte del citado Comité R había<br />
concluido que el alto militar mintió en<br />
una entrevista concedida a la revista Mo<br />
en 2013, en la que presumió que el organismo<br />
bajo su mando había impedido tres<br />
atentados terroristas en suelo belga gracias<br />
a informes compartidos por la Agencia<br />
de Seguridad Nacional estadunidense.<br />
Otro aspecto inquietante es la grave carencia<br />
de recursos humanos y materiales<br />
con los que trabaja la inteligencia militar<br />
belga, por lo que su personal se encuentra<br />
“al límite de sus fuerzas”, reconoció el<br />
miércoles 18 Patrick Descy, secretario permanente<br />
del Sindicato del Ejército (CGSP-<br />
Defensa, por sus siglas en francés), ligado<br />
a los socialistas.<br />
En una entrevista con el periódico La<br />
Capital, Descy expuso que recientemente<br />
una parte del presupuesto de los servicios<br />
de inteligencia del país se desvió en beneficio<br />
del Batallón Istar (acrónimo en francés<br />
de Información, Observación, Definición<br />
de Objetivo y Reconocimiento), un<br />
equipo de 675 espías que apoyan a los soldados<br />
belgas en operaciones de intervención<br />
en el extranjero.<br />
Adoctrinamiento<br />
La periodista belga Marie-Cecile Royen,<br />
que ha investigado las redes del extremismo<br />
islámico de su país, explica que Arabia<br />
Saudita “impuso” en Bélgica su interpretación<br />
del Islam: el wahabismo o salafismo<br />
saudita. Esa corriente pugna por el regreso<br />
a los principios más ortodoxos del islamismo,<br />
incluyendo la Sharia o ley islámica.<br />
En un reportaje publicado en diciembre<br />
de 2013 en la revista Le Vif-L’Express, Royen<br />
refiere que el rey Balduino de Bélgica dejó<br />
a los sauditas implantar su radicalismo a<br />
cambio de la obtención de contratos petroleros<br />
ventajosos con ese sultanato.<br />
En 1969, el rey belga autorizó la instalación<br />
de la mezquita y el Centro Islámico<br />
y Cultural de Bélgica en el pabellón oeste<br />
del Parque Cincuentenario de Bruselas.<br />
El lugar fue cedido por 99 años y ahí también<br />
se alojó la oficina europea de la Liga<br />
Mundial Islámica, organización no gubernamental<br />
controlada igualmente por los<br />
sauditas, asegura Royen.<br />
El sitio se encuentra a pocos metros de<br />
la simbólica glorieta Schuman, alrededor<br />
de la cual se ubican las instituciones de la<br />
UE donde regularmente se reúnen los jefes<br />
de Estado y de gobierno europeos.<br />
El gobierno belga retiró en 1990 el permiso<br />
para que los profesores sauditas enseñaran<br />
la religión islámica, pues tal educación<br />
fue juzgada “contraproductiva” para la<br />
integración de los musulmanes locales.<br />
Esa decisión no impidió al régimen<br />
saudita fundar nuevas organizaciones culturales<br />
en Bélgica para continuar con su<br />
adoctrinamiento. Royen pone como ejemplo<br />
la creación en 1993 del Jardín de los Jóvenes,<br />
un centro cultural que imparte cursos<br />
de Islam y de lengua árabe y se asienta<br />
en la comuna de Anderlecht. Actualmente,<br />
el centro anuncia en su página de Internet<br />
la próxima apertura de cursos religiosos.<br />
Otro caso es el del Centro Educativo y<br />
Cultural de la Juventud, que dirigen wahabistas<br />
turcos desde 1998 y se localiza en<br />
la comuna de Saint-Josse-ten-Noode. Esta<br />
organización además posee una editorial,<br />
Dar el Hadith, que comparte sede con la<br />
Facultad de Ciencias Islámicas de Bruselas,<br />
donde se ofrece un curso teológico de<br />
cinco años sin reconocimiento de las autoridades<br />
belgas.<br />
Apenas en junio último, durante una<br />
conferencia en el Instituto Europeo sobre<br />
Cooperación Mediterránea y Euro-Árabe en<br />
Bruselas, Royen reiteró “el papel excepcional”<br />
que aún ejerce el Islam “ultraortodoxo”<br />
de los sauditas en Bélgica, así como de los<br />
abultados recursos que dispone para ello.<br />
De acuerdo con el historiador británico<br />
Charles Allen –a quien cita la periodista<br />
en el mencionado reportaje–, Arabia<br />
Saudita ha consagrado desde 1979 más de<br />
70 mil millones de dólares a difundir su<br />
Islam radical. Bélgica ha sido uno de los<br />
principales receptores.<br />
AP photo / Virginia Mayo<br />
Comuna de Molenbeek. Como un barrio cualquiera<br />
60 2038 / 22 DE NOVIEMBRE DE 2015