EUROPA

ESCAPE
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ALAMY / HEMIS
tan lejos. Creada diez años antes por Manuel Gibert, comandante
local de la Milicia Nacional, su objetivo inicial era
bastante modesto: montar funciones de teatro como forma
de obtener fondos para renovar los uniformes. El éxito de
la iniciativa fue inmediato en una ciudad en plena expansión
y ávida de entretenimiento. A los pocos meses sumó
el canto, especialmente la ópera italiana, que apasionaba
a todos los públicos, y pasó a denominarse Liceo
Filarmónico Dramático Barcelonés. La sede original,
el antiguo convento de Montsió, enseguida
se quedó pequeña y se apostó por la construcción
de un nuevo edificio en plena Rambla, sufragado
por la venta de acciones entre la burguesía. Había
nacido la Sociedad del Gran Teatre del Liceu, encargada
de la gestión hasta la entrada de las instituciones
públicas en 1980.
Este primer edificio, obra del arquitecto Miquel
Garriga i Roca, fue ampliado tras quedar prácticamente
destruido en el incendio de 1861, aunque se
salvaron sus elementos más característicos: la fachada,
la escalinata principal y el elegante Salón de
los Espejos, conservados también tras la reconstrucción
que siguió a un segundo incendio, este ya
en 1994. En muy poco tiempo el Liceu se convirtió
en centro de la vida social y política catalana.
Desde las localidades de pie del gallinero o desde los lujosos
palcos de mármol y caoba de la nueva oligarquía, la sociedad
barcelonesa asistió a las mejores óperas y a los vaivenes de
una época especialmente agitada. Los ecos de una memoria
que encabalga ya tres siglos resuenan en este edificio asomado
a la Rambla, la arteria por donde fluye la energía que da
vida a la siempre vibrante ciudad de los prodigios.
Sala principal
(1); escalinata
(2); Salón de
los Espejos
(3); y los ocho
medallones de
la sala principal,
obra del artista
Perejaume (4).
Main Hall (1);
staircase (2);
Hall of Mirrors
(3); and the
eight medallions
in the main
hall, the work
of artist
Perejaume (4).
so far. Created ten years before by Manuel Gibert, a local
commander in the National Militia, the initial aim was rather
modest: to hold theater performances as a way to raise
funds to buy new uniforms. The success of the initiative was
immediate in a city in the middle of expansion and hungry
for entertainment. Just a few months later, there were songs
- especially Italian opera which was beloved by all audiences
and it became known as the Barcelona Dramatic
and Philharmonic Lyceum. The original site, the
old Montsió convent, quickly became too small and
construction began on a new building right in the
middle of the Rambla, defrayed with the sale of
shares among the middle class. The company Sociedad
Gran Teatre del Liceu was born, which was
responsible for its management until public institutions
got involved in 1980.
This first building, the work of architect Miquel
Garriga i Roca, was expanded after being practically
destroyed in the 1861 fire, although its most
characteristic elements were saved: the facade,
the main staircase and the elegant Hall of Mirrors,
which were also conserved after the reconstruction
which followed a second fire in 1994. In just a short
time, the Liceu became the center of Catalan social
and political life. Whether standing way at the top
or sitting in the luxurious marble and mahogany box seats
for the new oligarchy, Barcelona society was witness to the
best operas and the ups and downs of a particularly turbulent
period. The echoes of memory now three centuries old
reverberate in this building looking down on the Rambla, the
artery through which the energy that brings life to the always
vibrant city of wonders flows.
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