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El Evangelismo - Elena G. de White

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la convicción de que han escuchado la verdad. No despojéis la verdad de su

dignidad y de su capacidad para impresionar realizando actos introductorios

que estén más de acuerdo con las costumbres del mundo que con las del

cielo. Comprendan vuestros oyentes que no lleváis a cabo las reuniones del

domingo de noche para entretenerlos con música y otras cosas, sino para

predicarles la verdad en toda su solemnidad, para que sea una advertencia

para ellos y los despierte de su sueño mortal de complacencia de sí mismos.

Es la verdad desnuda la que, como una espada afilada, corta por ambos

lados...

Los obreros que, en su trabajo que realizan para Dios, dependen de

planes mundanos para obtener éxito, irán al fracaso. El Señor pide un cambio

en vuestros métodos de trabajo. El desea que practiquéis las lecciones

enseñadas en la vida de Cristo. Entonces el molde de Cristo se verá en las

reuniones que lleváis a cabo.--Carta 48, 1902.

Una enseñanza creadora--El Príncipe de los maestros procuraba

llegar hasta la gente por el camino de sus asociaciones más familiares.

Presentaba la verdad en una forma que inducía a sus oyentes a relacionarla

permanentemente con sus recuerdos y simpatías más apreciados. Les

enseñaba de tal manera que les hacía sentir que él se identificaba cabalmente

con sus intereses y su felicidad. Su instrucción era dada en forma tan

sencilia, sus ilustraciones eran tan apropiadas y sus palabras encerraban tanta

simpatía y gozo, que sus oyentes quedaban encantados.

Cristo obtenía muchas de sus ilustraciones y lecciones del gran

depósito de la naturaleza. Tomaba un lirio y señalaba a sus oyentes su

sencillez y su admirable belleza. Mostraba el pasto que crecía en el campo y

decía: "Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno,

Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros?" Mateo 6:30. El desea que

comprendamos que las cosas de la naturaleza constituyen una expresión del

amor de Dios, y que, aunque están manchadas por el pecado, aún nos hablan

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