10.09.2020 Views

El Evangelismo - Elena G. de White

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

sirve, pueden quedar encantados por estas sociedades que no tienen conexión

con Dios, pero ningún cristiano fervoroso puede prosperar en tal atmósfera.

El aire vital del cielo no está ahí. Su alma es estéril, y, él se siente tan

desposeído del refrigerio del Espíritu Santo como las colinas de Gilboa

estaban desposeídas de rocío y lluvia.

Algunas veces el seguidor de Cristo puede en ciertas circunstancias

verse obligado a presenciar escenas de placer impío, pero lo hace con un

corazón pesaroso. El lenguaje no es el lenguaje de Canaán, y el Hijo de Dios

nunca elegirá tales asociaciones. Cuando se ve obligado a estar en compañía

que él no ha elegido, debe apoyarse en Dios y el Señor lo preservará. Pero en

ningún caso debe sacrificar sus principios, no importa cuál sea la tentación.

Cristo nunca llevará a sus seguidores a tomar sobre sí votos que los

unirán con hombres que no tienen relación con Dios, que no se encuentran

bajo la influencia controladora de su Espíritu Santo. La única norma de

carácter correcta es la santa ley de Dios, y es imposible para los que

convierten a esa ley en la regla de su vida unirse en confianza y en

fraternidad cordial con los que convierten la verdad de Dios en una mentira y

que consideran la autoridad de Dios como algo de ningún valor.

Entre el hombre mundano y el que sirve fielmente a Dios existe un

abismo de diferencia. Sus pensamientos, simpatías y sentimientos no

armonizan en lo que respecta a los temas más grandiosos: Dios, la verdad y

la eternidad. Una de estas clases está madurando como el trigo para el

granero de Dios, y la otra como la cizaña para los fuegos de la destrucción.

¿Cómo podría haber unidad de propósitos entre ambas? "¿No sabéis que la

amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera

ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios". Santiago 4:4.

"Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al

otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a

las riquezas". Mateo 6:24.--Should Christians Be Members of Secret

605

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!