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El Evangelismo - Elena G. de White

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Sermones como la ofrenda de Caín--Muchos de nuestros

predicadores se han contentado con hacer meramente sermones, presentando

temas de una manera argumentativa, haciendo escasa mención del poder

salvador del Redentor. Su testimonio estaba desprovisto de la sangre

salvadora de Cristo. Su ofrenda se parecía a la de Caín. Este trajo al Señor

los frutos de la tierra, que en sí mismos eran aceptables a Dios. Los frutos

eran muy buenos; pero faltaba la virtud de la ofrenda: la sangre del cordero

inmolado, que representaba la sangre de Cristo. Así sucede con los sermones

sin Cristo. No producen contrición de corazón en los hombres, ni los inducen

a preguntar: ¿Qué debo hacer para ser salvo? Los adventistas del séptimo día

debieran destacarse entre todos los que profesan ser cristianos, en cuanto a

levantar a Cristo ante el mundo.--Obreros Evangélicos, 156 (1915).

De una manera clara y sencilla--Los pastores necesitan tener una

manera más clara y sencilla de presentar la verdad como es en Jesús. Su

propia mente necesita comprender el gran plan de salvación más plenamente.

Pueden entonces desviar las mentes de los oyentes de las cosas terrenales y

conducirlas a las espirituales y eternas. Hay muchas personas que necesitan

saber qué hacer para salvarse. Necesitan una explicación clara y sencilla de

los pasos y requisitos de la conversión, y no debe presentarse un solo sermón

a menos que una porción de ese discurso se dedique especialmente a hacer

claro el camino por el que los pecadores pueden acudir a Jesús y ser salvos.

Deben señalarles a Cristo, como lo hizo Juan, y con conmovedora sencillez,

mientras sus corazones arden con el amor de Cristo, deben decir: "He aquí el

Cordero de Dios que quita el pecado del mundo". Deben hacerse poderosos y

fervientes llamamientos al pecador a arrepentirse y convertirse.--The Review

and Herald, 22 de febrero de 1887.

La verdad que Jesús reveló--Enseñad las sencillas lecciones dadas

por Cristo. Relatad la historia de su vida de abnegación y sacrificio, de su

humillación y muerte, de su resurrección y ascensión, de su intercesión por

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