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El Evangelismo - Elena G. de White

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y sagrado en las verdades superiores que nos han sido encomendadas.--Carta

14, 1887.

No debe haber exceso de economía--Aun cuando debemos ser

económicos, no hemos de llevar la economía hasta el exceso. Es una de las

cosas tristes y extrañas de la vida que los grandes errores se hacen a veces

por llevar la virtud de la abnegación hasta el extremo. Es posible que los

obreros del Señor sean presuntuosos y lleven demasiado lejos la abnegación

que los induzca a pasarlo sin suficiente alimento y sin suficiente vestido a fin

de hacer que cada peso alcance el máximo posible. Algunos obreros trabajan

en exceso y lo hacen prescindiendo de algunas cosas que deben tener, porque

no hay suficiente dinero en la tesorería para sostener el número de obreros

que debieran estar en el campo de labor. Habría más dinero si todos

trabajaran de acuerdo con el mandato de Cristo: "Si alguno quiere venir en

pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame". Mateo 16:24.--

Carta 49, 1902.

Evitad la mezquindad--El objetivo que debe ser tenido en cuenta

entre nosotros es el de ser reformadores y no fanáticos. Al tratar con los no

creyentes, no manifestéis un despreciable espíritu de ruindad, porque si os

detenéis a regatear por una pequeña suma, perderéis al fin una suma mucho

mayor. Ellos dirán: "Ese hombre es un estafador; él lo defraudaría y lo

despojaría a Ud. de sus derechos si lo pudiera hacer, de manera que

manténgase en guardia cuando tenga algo que tratar con él". Pero si en una

transacción, una friolera que estaría a vuestro favor, es cedida a la otra

persona, ella tratará con vosotros de acuerdo con el mismo plan generoso. La

mezquindad engendra mezquindad, la tacañería engendra tacañería. Los que

siguen esta conducta no saben cuán mezquina les parece a los demás,

especialmente a aquellos que no son de nuestra fe; y la causa preciosa de la

verdad queda marcada por este defecto.--Carta 14, 1887.

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