e - Fundació Uriach 1838

peo sobre todo profesionalmente ,
para un sanitario, para un farmacéutico
. nada de lo humano deb e
serle ajeno .
- En esas coordenadas . ¿qué interés
puede tener la publicida d
farmacéutica ?
- En estos ejes de reflexión . mucho
. El medicamento es el objet o
en el cual se concentra el saber
del diagnóstico y el pronóstico d e
los médicos, el buen hacer de lo s
farmacéuticos y la esperanza de
una vida mejor de los pacientes .
El medicamento es algo concreto,
un objeto natural (aunque e n
la actualidad muchos sean obtenidos
por síntesis química) en e l
que se plasman los saberes científicos
de varios profesionales y
las esperanzas en una vida mejor
de todos los usuarios .
A partir de I Iipócrates. se estable -
ció una discusión sobre si los médicos
tenían que ser también filósofos
. sólo filósofos o sólo médicos .
\lgunos sanadores, como el propio
I lipócrates y varios de sus dis -
cípulos, recelaban de los medicamentos
y confiaban en la lis
medicatriz, en la potencia curadora
de la naturaleza, a la que otorga -
ban un cierto componente divino .
Otras, como 1lerófilo . considera -
han los medicamentos las mano s
de los dioses y no tenían por médi -
co a quien no los utilizaba .
El medicamento, en definitiva, h a
tenido a lo largo de los siglos . y
tiene en la actualidad, componen -
tes de tipo científico, creencial y
económico, los tres constituyentes
básicos del quehacer humano ,
si en la creencia incluimos también
anhelos y sentimientos . Ade -
más. si nos detenemos un segun -
do a reflexionar, lo reconoceremo s
corno un fiel compañero a lo largo
de toda la vida humana, desde lo s
primeros hasta los últimos años .
- Aun así, escribir sobre medicamentos,
sobre enfermedad y muerte
. . . es poco . . ., no sé . . ., poco fino .
- Tal vez . No son demasiados los
escritores con conocimientos
científicos, y menos aún sanitarios.
A lo largo de los tiempos .
las gentes han pensado sobr e
aquello que conocían y, algunos ,
que lo desconocían todo, han tenido
gran éxito en las vanguardias
. Los escritores suelen pro -
ceder del ámbito de «las letras» :
los lectores, mayoritariamente ,
también . Por eso hay tantos protagonistas
literatos o artistas y
apenas hay científicos o sanitarios
en las buenas novelas . El escritor
busca su inspiración e n
aquello que conoce y lo demás l o
deja para los especialistas o los
académicos . Luego reniega de las
especialidades y de la Academia ,
con el fin de que no le disputen el
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pequeño mercado existente para
los libros y no le mengüen su s
ingresos materiales. Ellos que ,
por lo general, fustigan el corporativismo,
llegan incluso a acusar
de intrusismo a quienes n o
viven exclusivamente de su pluma
y. a veces, les niegan el pan y
la sal literaria . En fin . Contra -
dicciones lógicas en quien hac e
profesión de la soledad y el ta -
lento . Si la inspiración se encuentra
en lo próximo y lo conocido ,
es lógico que un farmacéutico ,
historiador de la Farmacia y d e
la Ciencia, busque en ellas el objeto
de sus escritos e intente hacerlos
útiles a sí mismo, a su s
compañeros de profesión, a lo s
sanitarios y a los curiosos en general,
como diría un auto r
decimonónico . pues el públic o
verá plasmados muchos de su s
anhelos más íntimos .
- Luego éste es un libro de !lis -
toda y doctrina .
- No. Tendrá unos planteamientos
históricos para centrar e l
tema . muy pocas citas resuelta s
en tina bibliografía final par a
quien quiera abordarlo desd e
otros ángulos, algunas historias ,
varias ficciones, bastantes imágenes
y la doctrina inherente a l a
personalidad del escritor. Pero
dejémonos ya ele prolegómenos y
vayamos al grano .