e - Fundació Uriach 1838

La cocaína es la droga de abuso
hoy tristemente famosa . Duran -
te el siglo XIX y principios del XX ,
fue muy famosa . Freud curó con
ella a un morfinómano de s u
adicción, claro que lo convirti ó
en cocainómano . El mismo, se
dice . usó y abusó del alcaloide ,
aunque al parecer logró dejar e l
hábito .
En 1866 . en Atlanta (Georgia .
EE .UU .) . el médico-farmacéutico
John S . I'emberton quiso preparar
un vino tónico de los que estaban
en boga en ese momento .
La legislación restrictiva norteamericana
sobre el uso del alcohol
hizo que lo sustituyera por u n
jarabe, en donde diluyó extracto
de hojas de coca y de nuez d e
cola . !labia nacido, como tónico
digestivo y para reforzar los órganos
respiratorios, la Coca -
Cola .
Antoñita se engolosinó con estas
pastillas . Las de Bonald no l e
gustaban demasiado porque era n
cloro-boro-sódicas, de peor sa -
bor, como las que su pariente l e
traía de la farmacia militar o los
comprimidos preparados por e l
D►: 'Thrmns . en Valencia. Las bue -
nas se las traían de Francia, d e
la Farmacia del Pilan D'or. en
Toulouse, de ¡vila, las pastillas
Crespo o del propio Madrid, de
ARMC IA MONT URI O
MMONTERA,11 .M AB Rl TEC°12-14- M
PASTI1LS CLORO-BORO 500ICA S
MENTOL Y GOGAUN A
Dosis : Urda pastilla cada dos horas ,
pudiér)doSe tomar hasta doce diana s
De grary utilidad para fos cantante s
L EVITA LOS CATARRO S
Caja de pastillas cloro-boro-sódicas (le mentol cocaína (le la farmacia Monturiol, sita en la calle Montera
de Madri d
una farmacia de la plaza de San -
to Domingo, la de M. García
Rodrigo, o de la Monturiol, ubicada
en la calle de la Montera .
En esta última se pueden leer las
instrucciones de uso que Antoñita
seguía religiosamente . tina pastilla
cada dos horas . pudiéndos e
tomar hasta doce diarias. De gra n
utilidad para los cantantes .
Antoñita, que se sentía cantant e
porque no paraba de hacerlo e n
todo el día, no tomaba doce, sin o
veinticuatro y pasaba por la vida
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como un auténtico cohete, aun -
que los cantantes tampoco debía n
de andar muy bien con sus dosis
diarias de cocaína adquiridas e n
las farmacias sin receta, ni si -
quiera médica .
Con el tiempo, a Antoñita le qui -
taron su consuelo y comenzaro n
a dárselo a Currito, su marido ,
junto a un cóctel de anfetaminas .
con lo cual no sólo dejó la cama ,
sino que se convirtió en un auténtico
psicópata, un personaj e