e - Fundació Uriach 1838

La Nicoliana tabacum L, el tabaco,
es una planta americana .
Cristóbal Colón, en el diario d e
su primer viaje, escribe :
«!tallaron los dos cristianos por e l
('alvino mucha gent(' que atl'avesaba
a sus pueblos, n)ujeres y hombres
('on (1n tizón el) la mano . yerbas
para tomar sus sahumerios.
que acostumbraban . »
Durante todo el siglo \VI, numerosos
cronistas de indias diero n
cuenta del entonces tenido po r
remedio, pero fue durante el Barroco
cuando se comenzó a da r
importancia a su supuesto valo r
terapéutico .
Juan de Castro y Medinilla, en s u
monografía titulada Historia de
las v ¡liudes ,y propiedades del
'lábaro. i de los modos de tomarle
para las partes intrínsecas i d e
aplicarle a las extrínsecas (Cór-
(loba, 1620), escribe :
«,Mata la hormiguilla de los dienles
i muelas i corrige sus malo s
olores . Hace engordar a los que
por algunos malos humores s e
van consumiendo. Corrige el mal
olor de boca . . . aguza el ingenio . . .
aclara la voz y quita la ronquera
FUMAR ES UN PLACER . . .
i romadizos . . . provoca el menstruo
en las mujeres . . . aguza l a
vista . . . aguza el oído . . . perficion a
el sentido del gusto . . . aument a
la memoria . . . da presteza a l a
lengua al hablar . . . es miraculoso
para los paralíticos IN, por si fuera
poco, según él', consume la
esperma y disminuye en grande
manera el coito . . . »
Por todo ello lo aconseja a los re -
ligiososy lo prohíbe a desposa -
dos y soldados . Acaso de ahí vin o
la costumbre del cigarrillo después;
quién sabe . . .
Pedro López de León, por el contrario,
en su Práctica y teoría de
los apostemas . . . (Sevilla, 1628 )
explica su práctica profesiona l
como cirujano en Cartagena d e
Indias (Nueva Granada, la actua l
Colombia) y en las diseccione s
había observado que :
((Si toma mucho humo de tabac o
en humo, le abrasa las partes interiores
como yo he visto por est e
Reyno en algunos que he abiert o
por mandato (le la justicia y hallándoles
el hígado hecho ceniza
y las telas del celebro negra s
como hollín de chimenea, que lavándolas
salía agua como tinta .»
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Exageradillos que eran ambos .
Se prefiera la opinión de uno o d e
otro, el tabaco fue tomado duran -
te- algún tiempo como medicamen -
to, o al menos como remedio, pre -
cisamente para las enfermedade s
pulmonares por su acción descon -
gestionante . Todavía a finales de l
siglo XIX se hacían experimento s
que parecían demostrar su acció n
bacteriostática, esencialmente
contra los agentes productores d e
la tuberculosis .
lntoñita no fumaba . Estaba ma l
visto entre las señoras . Se atribuía
a las mujeres de vida alegre que ,
como todo el mundo sabe, suele n
llevar las más tristes de las vida s
del mundo, y a las damas galantes
parisinas, las cuales trasegaban
humo en larguísimas boquillas
de nácar mientras cantaban :
«l"urnar es un placer trivial, sensual
. . .
Fumando espero, al hombre qu e
yo quiero
Tras los cristales de alegres ventanales
. . . »
Y cosas por el estilo, en el fil o
mismo de la decencia y de la mo -
ral . Por el contrario, los hombres