e - Fundació Uriach 1838

talmente los de hoja de lata
policromada, muy frecuentes a
finales del XIXy principios del XX .
Entre los coleccionistas de caja s
existe la creencia de que las de
medicamentos son generalmente
feas o demasiado formales, dad a
la seriedad inherente a su conte -
nido . En realidad, de todo hay .
Existen de los más variados tamaños
y formas, desde cajita s
minúsculas para pastillas antitusíferas,
hasta grandes cajones
para gasas : en forma de bidón ,
de cilindro, de aceitera . de jugue -
te . . ., de todo . En cuanto a su belleza,
no hemos de perder d e
vista la caja de un específico holandés,
distribuido en Españ a
desde una botica barcelonesa, e l
Ilaarlennner Olie . En su tapa apa -
recen dos ángeles sosteniendo un
frasco del específico, unas foto -
grafías de la fábrica de medicamentos
y un busto de llerman n
Boerhave, el más famoso de lo s
médicos ilustrados holandeses .
En los laterales, dos delicada s
láminas serigrafiadas, en dond e
una dama visita a un enfermo y
un médico atiende a una pacient e
a la que ofrece el medicamento .
Una pieza auténticamente exqui -
sita, policromada, decorada en oro
y con ajedrezados rojos y verdes .
Algo menos delicado, aunque igua l
de llamativo, es el envase d e
Neuromiol, preparado por el licenciado
Torres de Cabrera en su
farmacia de la calle Princesa 1 8
de Madrid, en donde también fa -
bricaba un sello para el estómago,
un vino tónico y un jarabe
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heroico balsámico para la tos . La
estrella de sus productos debí a
de ser el Neuromiol, aconsejad o
para cosas tan dispares como l a
anemia, los vértigos, la diabetes ,
la neurastenia, el histerismo, e l
raquitismo, la tuberculosis y la
debilidad general ; un curalotod o
de los que tanto se quejaban lo s
médicos, envasado en un hermosísimo
estuche en donde un forzudo
de circo levanta una bola de l
mundo con su mano derecha ,
mientras apoya la izquierda en l a
cadera, para proclamar que es e
tónico es el mejor del universo .
En los laterales, sendas fotografías
dan testimonio de la oficin a
de farmacia y de la efigie del au -
tor, seguramente el más adelantado
de los dos que aparecen ant e
la puerta .