19.04.2013 Views

e - Fundació Uriach 1838

e - Fundació Uriach 1838

e - Fundació Uriach 1838

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

influido el aumento del nivel d e<br />

vida . impensable sin maneras<br />

de administración política democrática<br />

. pero también alguna responsabilidad<br />

han tenido en ell o<br />

los medicamentos, y de eso sa -<br />

ben mucho los farmacéuticos .<br />

La reglamentación de las especialidades<br />

farmacéuticas propici ó<br />

la ruptura del mercado sanitario .<br />

Los boticarios, que se había n<br />

mostrado tan contrarios a su vulgarización<br />

en nuestro suelo, vieron<br />

cómo se permitía su venta a<br />

los drogueros, y a otros profesio -<br />

nales. Las especialidades se vendían<br />

de manera corriente en la s<br />

droguerías, en las tiendas de ultramarinos,<br />

en los puestos de la<br />

prensa y hasta en las churrerías .<br />

A partir de la publicación de lo s<br />

reglamentos, empezó la reivindicación<br />

farmacéutica de las especialidades<br />

. Si antes se había n<br />

opuesto a su fabricación y venta ,<br />

ahora reclamaban la dispensación<br />

exclusiva en las oficina s<br />

de farmacia por motivos única -<br />

mente sanitarios. El tiempo les<br />

dio la razón y en todos los lugares<br />

donde no ha triunfado el modelo<br />

anglosajón, hay unos locale s<br />

sanitarios destinados exclusiva -<br />

mente a la dispensación de medicamentos<br />

. productos farmacéuticos<br />

y especialidades farmacéuticas .<br />

Incluso donde el modelo medi -<br />

terráneo no está en vigencia, lo s<br />

lugares destinados a la dispensación<br />

de medicamentos están ais -<br />

lados y bajo la atención de un pro -<br />

fesional universitario cualificado .<br />

En España, como de costumbre, l a<br />

legislación que reconocía una rea -<br />

lidad negada por otras disposicio -<br />

nes legislativas decimonónicas su -<br />

puso un auténtico desastre<br />

sanitario, hasta que las especiali -<br />

dades volvieron a las oficinas d e<br />

farmacia, como si ésta, en luga r<br />

de la tierra de María Santísima ,<br />

fuese la de «tócame Roque» .<br />

La cuestión, que desde el punt o<br />

de vista sanitario no tenía demasiadas<br />

complicaciones, sí las pre -<br />

sentaba desde el político . Drogue -<br />

rosy farmacéuticos llevaba n<br />

siglos discutiendo sobre la capa -<br />

cidad de los primeros para preparar<br />

y vender medicamentos. Se<br />

les reconocía sobre los simples ;<br />

al fin y al cabo ellos fueron en su s<br />

inicios medievales los primitivo s<br />

boticarios. Sin embargo, lejos d e<br />

especializarse en la fabricació n<br />

científica de fármacos siguiero n<br />

con sus prácticas exclusivamente<br />

comerciales y con sus conocimientos<br />

empírico-artesanales .<br />

Cuando la preparación del medicamento<br />

salió de las oficinas de<br />

farmacia y los drogueros empezaron<br />

a actuar de distribuidores<br />

51<br />

de los específicos, creyeron llegado<br />

el momento de volver a entrar<br />

en contacto directo con e l<br />

público, ante la protesta de lo s<br />

profesionales de la farmacia . Las<br />

autoridades «hicieron el egipcio» ,<br />

se pusieron de perfil y no quisie -<br />

ron saber nada, salvo perfeccionar<br />

la Ley cfel Timbre para hacer<br />

más ágil y eficaz el cobro de impuestos.<br />

Unos y otros se tendieron<br />

trampas terribles para de -<br />

mostrar la ineficacia de su s<br />

conocimientos en la dispensació n<br />

de especialidades, en una guerr a<br />

económica despiadada que marcó<br />

las relaciones profesionales<br />

farmacéuticas durante el prime r<br />

tercio del siglo XX. Tras la caída<br />

de la Dictadura de Primo de Rivera,<br />

un médico, el doctor Palan -<br />

ca, prohibió la dispensación fuera<br />

de las oficinas de Farmacia .<br />

Como de costumbre, la legislación<br />

dejó los resquicios suficien -<br />

tes para que no se cumpliera n i<br />

una letra de ésta . Con la llegada<br />

de la República, el Ministerio d e<br />

Marina fue ocupado por un destacado<br />

farmacéutico, catedrátic o<br />

de la Facultad de Madrid, recto r<br />

de la Complutense y boticario d e<br />

oficina, José Giral, quien impuso,<br />

desde el Gobierno, el fin defi -<br />

nitivo de esta situación . Desde<br />

entonces las especialidades s e<br />

dispensaron, únicamente, en la s<br />

oficinas de Farmacia .

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!