e - Fundació Uriach 1838
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influido el aumento del nivel d e<br />
vida . impensable sin maneras<br />
de administración política democrática<br />
. pero también alguna responsabilidad<br />
han tenido en ell o<br />
los medicamentos, y de eso sa -<br />
ben mucho los farmacéuticos .<br />
La reglamentación de las especialidades<br />
farmacéuticas propici ó<br />
la ruptura del mercado sanitario .<br />
Los boticarios, que se había n<br />
mostrado tan contrarios a su vulgarización<br />
en nuestro suelo, vieron<br />
cómo se permitía su venta a<br />
los drogueros, y a otros profesio -<br />
nales. Las especialidades se vendían<br />
de manera corriente en la s<br />
droguerías, en las tiendas de ultramarinos,<br />
en los puestos de la<br />
prensa y hasta en las churrerías .<br />
A partir de la publicación de lo s<br />
reglamentos, empezó la reivindicación<br />
farmacéutica de las especialidades<br />
. Si antes se había n<br />
opuesto a su fabricación y venta ,<br />
ahora reclamaban la dispensación<br />
exclusiva en las oficina s<br />
de farmacia por motivos única -<br />
mente sanitarios. El tiempo les<br />
dio la razón y en todos los lugares<br />
donde no ha triunfado el modelo<br />
anglosajón, hay unos locale s<br />
sanitarios destinados exclusiva -<br />
mente a la dispensación de medicamentos<br />
. productos farmacéuticos<br />
y especialidades farmacéuticas .<br />
Incluso donde el modelo medi -<br />
terráneo no está en vigencia, lo s<br />
lugares destinados a la dispensación<br />
de medicamentos están ais -<br />
lados y bajo la atención de un pro -<br />
fesional universitario cualificado .<br />
En España, como de costumbre, l a<br />
legislación que reconocía una rea -<br />
lidad negada por otras disposicio -<br />
nes legislativas decimonónicas su -<br />
puso un auténtico desastre<br />
sanitario, hasta que las especiali -<br />
dades volvieron a las oficinas d e<br />
farmacia, como si ésta, en luga r<br />
de la tierra de María Santísima ,<br />
fuese la de «tócame Roque» .<br />
La cuestión, que desde el punt o<br />
de vista sanitario no tenía demasiadas<br />
complicaciones, sí las pre -<br />
sentaba desde el político . Drogue -<br />
rosy farmacéuticos llevaba n<br />
siglos discutiendo sobre la capa -<br />
cidad de los primeros para preparar<br />
y vender medicamentos. Se<br />
les reconocía sobre los simples ;<br />
al fin y al cabo ellos fueron en su s<br />
inicios medievales los primitivo s<br />
boticarios. Sin embargo, lejos d e<br />
especializarse en la fabricació n<br />
científica de fármacos siguiero n<br />
con sus prácticas exclusivamente<br />
comerciales y con sus conocimientos<br />
empírico-artesanales .<br />
Cuando la preparación del medicamento<br />
salió de las oficinas de<br />
farmacia y los drogueros empezaron<br />
a actuar de distribuidores<br />
51<br />
de los específicos, creyeron llegado<br />
el momento de volver a entrar<br />
en contacto directo con e l<br />
público, ante la protesta de lo s<br />
profesionales de la farmacia . Las<br />
autoridades «hicieron el egipcio» ,<br />
se pusieron de perfil y no quisie -<br />
ron saber nada, salvo perfeccionar<br />
la Ley cfel Timbre para hacer<br />
más ágil y eficaz el cobro de impuestos.<br />
Unos y otros se tendieron<br />
trampas terribles para de -<br />
mostrar la ineficacia de su s<br />
conocimientos en la dispensació n<br />
de especialidades, en una guerr a<br />
económica despiadada que marcó<br />
las relaciones profesionales<br />
farmacéuticas durante el prime r<br />
tercio del siglo XX. Tras la caída<br />
de la Dictadura de Primo de Rivera,<br />
un médico, el doctor Palan -<br />
ca, prohibió la dispensación fuera<br />
de las oficinas de Farmacia .<br />
Como de costumbre, la legislación<br />
dejó los resquicios suficien -<br />
tes para que no se cumpliera n i<br />
una letra de ésta . Con la llegada<br />
de la República, el Ministerio d e<br />
Marina fue ocupado por un destacado<br />
farmacéutico, catedrátic o<br />
de la Facultad de Madrid, recto r<br />
de la Complutense y boticario d e<br />
oficina, José Giral, quien impuso,<br />
desde el Gobierno, el fin defi -<br />
nitivo de esta situación . Desde<br />
entonces las especialidades s e<br />
dispensaron, únicamente, en la s<br />
oficinas de Farmacia .