e - Fundació Uriach 1838

En este país, tan conservador, no
se ha conservado nada . Te das u n
paseo por algunas viñas de ciertos
territorios norteños y las
encuentras repletas de tcrra
siAilata, procedente de vasija s
romanas, muchos de ellos bella -
mente decorados . Los palacios y
los castillos sirvieron en mi querida
Castilla de majadas de rebaños
o siguen utilizándose, e n
Valsaín, de aposento de menestrales
o almacén de mercaderías .
Tenemos mucho patrimonio y mu y
bueno . Sólo la Iglesia lo ha conservado
en uso, con los paréntesis
inherentes a las desamortizaciones
del AI\ y los desastres d e
la Guerra «incivil» . Los demás . . .
hasta hace poco hacía falta pan .
trabajo y libertad . Los aristócratas,
en su afán populista, han sid o
un desastre, la burguesía ignorante
y pobre, y los gobernante s
reflejo del pueblo soberano . Con
respecto a las antigüedades si n
demasiado valor, España es hij a
de su pobreza, inmensa a lo largo
de su historia, incluso durante
el Siglo de Oro. Ido ha habid o
posibles para que el pueblo s e
dotara de ciertas comodidade s
suntuarias e incluso, entre quienes
sería factible, ha sido mal visto
y perseguido legalmente . El
mobiliario, la decoración popula r
o burguesa, sufrió el cataclism o
del llamado «erecto formica» .
Serigrafía lateral del em vase de A1'ulruni(, 1
Cuando surgió ese terrible mate -
rial propio de una estética má s
cutre que kitsch, las amas d e
casa, burguesas o populares, s e
lanzaron a su compra en busc a
de un símbolo de limpieza . de mo -
dernidad, de facilidad en el trabajo
cotidiano e incluso de estatu s
social que dio en la basura co n
hermosos muebles de buena ma -
dera y. desde luego, con bibliotecas,
adornos, bibclots, curiosi -
dades . . ., con todo lo que no fuer a
adecuado a la estética cutre imbécil
establecida en la década de
62
los años sesenta del siglo pasado .
1hí entró en juego la función so -
cial del Rastro, de los almonedistas,
de los coleccionistas, de lo s
raros que buscan oro en la Riber a
de Curtidores madrileña . en los
Encantes de Barcelona o en lo s
mercadillos de viejo, que empie -
zan ahora a menudear por todo e l
territorio nacional para aprovechar
el viento de una mayor y má s
generalizada bonanza económica .
Dentro de la propaganda está n
también los envases . fundamen -