e - Fundació Uriach 1838

vertir que «la Passilorine es e l
medicamento de los intelectuales
. Artistas, escritores, profeso -
res, hombres de negocios, agota -
dos, ansiosos, angustiados ,
insomnes» .
Ya me lo temía yo . No sólo era
para las mujeres en los periodos
catameniales (¡toma ya!) .
:4ino también para los intelectuales
. estén o no catameniales .
Mujeres . artistas, escritores ,
profesores y, parece leerse ,
otros seres de mal vivir . Los
hombres de negocios no sé a
santo de qué aparecen aquí, ta l
vez para disimular .
De Marañón eligen otra de esa s
citas gloriosas que a uno le de -
jan con el alma en vilo :
« . . .11 llegar a los treinta ,v cinco
años de su edad, la pobre mujer :
envejecida por el agobio creador .
por los cuidados de la casa y po r
las penas y las muertes, no puede
más. Está triste, doliente ,y sin
curiosidad para nada . . .»
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Cuando don Francisco levant ó
cabeza, se indignó con las lecturas
de su señora .
- ¡No puede ser! Déjate ya de intelectuales
y escritores . ¿Qué saben
ellos? Que si estás agotada ,
que si doliente, que si inapetente
. y tú venga a tomar planta s
Ramis para los nervios . Tú ,
Antoñita, estás perfectamente .
Las agotadas e inapetentes serán
las que conoce el docto r
Marañón, pero tú . estupenda -
mente, oye, estupendamente .