06.05.2013 Views

Estas historias de mujeres que nos precedieron - Unión Personal ...

Estas historias de mujeres que nos precedieron - Unión Personal ...

Estas historias de mujeres que nos precedieron - Unión Personal ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

De ver las tragedias cotidianas y el dolor, comprendió Eulalia Ares también la<br />

fatuidad <strong>de</strong> la vida y aprendió así a valorar las pe<strong>que</strong>ñas cosas.<br />

Sin ser completamente mujer todavía, su madre la <strong>de</strong>jó junto a sus hermanas para<br />

reencontrarse con Pedro Ares su compañero.<br />

Eulalia <strong>de</strong>bió apren<strong>de</strong>r entonces el oficio <strong>de</strong> cuidar y proteger todos sus bienes, y,<br />

a<strong>de</strong>más, el <strong>de</strong> ser terrateniente. También, como dicen los poetas, ese oficio poco pulcro,<br />

difícil, muchas veces bastar<strong>de</strong>ado, pero emocionante, <strong>que</strong> es el <strong>de</strong> vivir.<br />

José Domingo Vildoza, así se llamaba el joven oficial <strong>de</strong>l ejército <strong>de</strong> milicias, rico<br />

hacendado <strong>de</strong> Ancasti, poeta para las muchachas casa<strong>de</strong>ras <strong>que</strong> lo consi<strong>de</strong>raban el mejor<br />

partido <strong>de</strong>l pueblo, solía ver a Eulalia casi siempre, paseando con su familia. Exhibiéndose<br />

como amazona experta en cabalgatas con sus amigos, mirándose <strong>de</strong> cuando en cuando, y <strong>que</strong><br />

otra cosa pudo suce<strong>de</strong>r ante a<strong>que</strong>l ángel rubio, siempre sonriente con sus dieciséis años, <strong>que</strong><br />

enamorarse perdidamente, sobre todo <strong>de</strong>mostrando ella un coraje especial para saltar vallas y<br />

una autoridad <strong>que</strong> <strong>de</strong>jaba entrever para el mando.<br />

Se lo dijo en la primera oportunidad <strong>que</strong> tuvo <strong>de</strong> hablarle:<br />

- ...“Yo diría <strong>que</strong> serías la esposa i<strong>de</strong>al para un soldado”...<br />

Ella montaba en pelo. Trasladaba ganado. Suavizaba con su arrolladora impru<strong>de</strong>ncia<br />

los animales más chúcaros. Conocía terre<strong>nos</strong> difíciles y escarpados. Sabía <strong>de</strong> los peligros <strong>de</strong><br />

las <strong>que</strong>bradas. Y Vildoza, <strong>que</strong> no había pensado nunca antes más <strong>que</strong> en sus negocios, puesto<br />

<strong>que</strong> eran <strong>de</strong> una ri<strong>que</strong>za enorme, con gran<strong>de</strong>s extensiones <strong>de</strong> propieda<strong>de</strong>s con ganado en su<br />

haber, y en las armas, por su carrera, po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir sin equivocar<strong>nos</strong>, <strong>que</strong> el poeta <strong>que</strong>dó <strong>de</strong><br />

lado íntimamente, para convertirse en un hombre sin palabras ante el encantamiento<br />

provocado por la sugestión y la belleza <strong>de</strong> Eulalia.<br />

Cuando, rastreando horizontes en paseos y confi<strong>de</strong>ncias, le hizo ver su casa <strong>de</strong> la<br />

cumbre <strong>de</strong> Ancasti. La naturaleza virgen <strong>de</strong>l paisaje. La soledad imperante como un <strong>de</strong>safío<br />

pero <strong>de</strong> un inusual efecto entre <strong>que</strong>bradas, cerros y el aleteo <strong>de</strong> cóndores, supo ella <strong>de</strong> pronto<br />

<strong>que</strong> allí estaba su lugar, y se lo dijo:<br />

- ...“No soy partidaria <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s. Quiero <strong>que</strong>darme aquí y tendremos un mundo<br />

nuevo para <strong>nos</strong>otros y nuestros hijos”...<br />

Y según documento <strong>de</strong> su biógrafa, <strong>que</strong> consta en libro <strong>de</strong> actas, se lee:<br />

...“En esta iglesia matriz <strong>de</strong> Catamarca, a 12 <strong>de</strong> Noviembre <strong>de</strong> 1827 años <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> seguida información <strong>de</strong> soltería y libertad ... habiendo tomado antes el consentimiento a<br />

la contrayente y examinados ambos <strong>de</strong> la doctrina cristiana, yo, el cura rector excusador,<br />

Don Juan Andrés Córdoba, casé y velé infancio eclessio, a Don Domingo Vildoza, natural<br />

<strong>de</strong> la sierra <strong>de</strong> Ancasti, hijo legítimo <strong>de</strong>l finado D. Felipe Vildoza y <strong>de</strong> Dña. María <strong>de</strong>l<br />

Tránsito Varela, con Doña María Eulalia Ares, hija legítima <strong>de</strong> los finados Don Pedro<br />

Ares y <strong>de</strong> Doña Trinidad Díaz, todos veci<strong>nos</strong> <strong>de</strong> esta ciudad, y para <strong>que</strong> conste, lo firmo"...<br />

Junto a la mencionada rúbrica <strong>de</strong>l sacerdote, figuran también los testigos <strong>de</strong> la boda.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!