Estas historias de mujeres que nos precedieron - Unión Personal ...
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Lógico su sentir. A su edad ya se sentía una anarquista convencida. Y más tar<strong>de</strong>, ya<br />
en la escuela normal, compartiendo el aula con gente adinerada, tuvo conciencia <strong>de</strong> las<br />
diferencias <strong>de</strong> clase.<br />
En ese tiempo el Colegio <strong>de</strong> Lenguas Vivas era <strong>de</strong>l estado y no iban sólo las mimadas por la<br />
fortuna, pero teniendo en cuenta <strong>que</strong> no era aceptada en el círculo <strong>de</strong> sus compañeros, sólo<br />
encontró una profesora <strong>que</strong> pertenecía a la liga contra la trata <strong>de</strong> blanca, <strong>que</strong> se solidarizó<br />
inmediatamente con ella.<br />
Y no obstante todos los inconvenientes, tuvo el mérito <strong>que</strong> la eligieran para leer un discurso<br />
ante personalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l magisterio <strong>que</strong> habían llegado al país. El Profesor Badaro sabía <strong>que</strong><br />
hablaba y escribía bien el italiano y le pidió <strong>que</strong> hiciera un trabajo sobre “la caridad”. Pero se<br />
comprometió ante la firme promesa <strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s <strong>que</strong> nada <strong>de</strong> lo <strong>que</strong> escribiera iba a ser<br />
cortado. Ya era conocido el estilo <strong>que</strong> afloraba en Carolina y prometieron <strong>que</strong>, en efecto, no<br />
sería interrumpida.<br />
El texto recibió un aplauso unánime <strong>de</strong> centenares <strong>de</strong> personas y las felicitaciones<br />
por parte <strong>de</strong> los extranjeros <strong>que</strong> la invitaron a una recepción en un hotel céntrico y <strong>que</strong> rehusó<br />
amablemente.<br />
El hosco sentir <strong>de</strong> sus compañeros <strong>de</strong> banca, la incitaba a <strong>de</strong>jar impreso en sus<br />
cua<strong>de</strong>r<strong>nos</strong> estudiantiles:<br />
“Ensoberbecidos por llevar el apellido <strong>de</strong> Ministros y padres <strong>de</strong> la Patria –<br />
refleja – como llamamos a esos malos políticos <strong>que</strong>, como si les faltara algo más <strong>de</strong> lo<br />
<strong>que</strong> tienen, reciben, por su mentada obsecuencia, el regalo <strong>de</strong> una banca <strong>de</strong> Diputado o<br />
Senador”.<br />
Se refería así a esos “hijos <strong>de</strong> mamá” <strong>que</strong> compartían el estudio, pero <strong>que</strong> iban al<br />
colegio en coche con choferes uniformados.<br />
Claro. También entonces empezó a oír las conferencias <strong>de</strong> Gabriela <strong>de</strong> Laperriere,<br />
una francesa <strong>que</strong> había llegado al país antes <strong>que</strong> Alicia Moreau y militaba en el socialismo.<br />
Su entusiasmo la hizo primero oyente y luego, acercarse a saludarla en la oportunidad <strong>que</strong><br />
tuvo, con la emoción propia <strong>de</strong> quién se encuentra con un ser <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> a<strong>que</strong>lla<br />
extranjera, luego radicada aquí y casada con el Dr. Coni, médico higienista.<br />
Solicitó así su afiliación al partido socialista y con sus 17 años escuchó las palabras<br />
<strong>que</strong> mol<strong>de</strong>arían <strong>de</strong>finitivamente su personalidad y <strong>de</strong>spués las aplicó a la vida.<br />
Fue una lectora ávida <strong>de</strong> conocimiento y todo lo <strong>que</strong> asimiló <strong>de</strong> esos libros, para algu<strong>nos</strong>,<br />
revolucionarios, agitadores, con tesis <strong>que</strong> saltaban sobre las buenas costumbres y la vida<br />
familiar, ella <strong>de</strong>scubrió en esa militancia extrema el verda<strong>de</strong>ro sentir <strong>de</strong> un pueblo oprimido y<br />
<strong>de</strong>samparado. Ejemplo <strong>de</strong> ello lo da el testimonio expuesto en “La Vanguardia”,<br />
primeramente por la explotación <strong>que</strong> se hacía a los extranjeros <strong>que</strong> trabajaban en las<br />
estancias, ya <strong>que</strong> al no conocer el idioma, no sólo se les pagaba poco, sino <strong>que</strong> eran<br />
amenazados si llegaban a insistir en una mejor retribución, corriendo el riesgo <strong>de</strong> ser<br />
<strong>de</strong>portados.<br />
Luego puso <strong>de</strong> protagonista al Inten<strong>de</strong>nte Municipal <strong>de</strong> Mendoza, con el siguiente<br />
informe, extraído <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong> A. Cosentino y <strong>que</strong> dice “El señor Comisionado manda a