Estas historias de mujeres que nos precedieron - Unión Personal ...
Estas historias de mujeres que nos precedieron - Unión Personal ...
Estas historias de mujeres que nos precedieron - Unión Personal ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
En una sala <strong>de</strong>l Cabildo, la señora Eulalia Ares <strong>de</strong> Vildoza, <strong>de</strong>spojada <strong>de</strong> sus ropas<br />
masculinas, presi<strong>de</strong> la reunión. Es la gobernadora interina y algu<strong>nos</strong> preten<strong>de</strong>n <strong>que</strong> ocupe el<br />
cargo oficialmente.<br />
Hasta <strong>que</strong> bajen las fuerzas <strong>que</strong> están en lo alto, se hará un plebiscito y el ganador recibirá el<br />
po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> ma<strong>nos</strong> <strong>de</strong> ella.<br />
En Bue<strong>nos</strong> Aires <strong>que</strong>dan sorprendidos por el movimiento revolucionario <strong>que</strong> tuvo como<br />
artífice a esa mujer.<br />
*****<br />
...Se llama Eulalia Ares – dicen -.<br />
...¿La <strong>de</strong> Vildoza? – preguntan los conocedores -.<br />
...¡Claro!. ¡No quiso aceptar ninguna oferta y cuando fue el voto, <strong>que</strong> ganó Pedro<br />
Cano, <strong>de</strong> ma<strong>nos</strong> <strong>de</strong> esa valiente lo recibió!.<br />
De boca en boca se va tejiendo la historia, y con el cambio <strong>de</strong> gobierno, el 5 <strong>de</strong><br />
octubre <strong>de</strong> 1863, el General Mitre se convierte en Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> los Argenti<strong>nos</strong>.<br />
*****<br />
Hay nuevas intenciones políticas. Derrocamientos <strong>de</strong> po<strong>de</strong>res. Nuevas perturbaciones<br />
traerán <strong>de</strong> vuelta a O’Mill mismo, <strong>que</strong> no se ha resignado a la pérdida <strong>de</strong>l sillón <strong>de</strong>l mando...<br />
Y es también el año <strong>de</strong>l asesinato <strong>de</strong>l Chacho Peñaloza.<br />
...Yo he cumplido con mi <strong>de</strong>ber – recuerda Eulalia-, no tuve otro interés <strong>que</strong> la<br />
felicidad <strong>de</strong> mi país, y ahora estoy aquí, sola, viendo como duerme su sueño <strong>de</strong>finitivo mi<br />
compañero <strong>de</strong> luchas... La mitad <strong>de</strong> mi vida <strong>que</strong> se ha ido... La sonrisa <strong>de</strong>tenida en medio<br />
<strong>de</strong> los labios... La mirada <strong>que</strong> no ve más la belleza <strong>de</strong>l Portezuelo... La mano <strong>que</strong> no vuelve<br />
a estrechar ninguna otra...<br />
*****<br />
Des<strong>de</strong> la cumbre ve pasar Eulalia a los hombres <strong>de</strong> las nuevas generaciones, <strong>que</strong> ya saben lo<br />
<strong>que</strong> se comenta por ahí sobre su agu<strong>de</strong>za política. Son soldados nuevos. Temperamentos <strong>de</strong>l<br />
porvenir. Funcionarios u<strong>nos</strong>, dirigentes otros. Hijos algu<strong>nos</strong> <strong>de</strong> sus antiguos amigos.<br />
...¡Señora, sabemos <strong>que</strong> ha muerto el General Vildoza, pero a usted recurrimos<br />
para <strong>que</strong> sea nuestra consejera!.