11.05.2013 Views

Reconocimiento a 50 y 25 años de Abogacía - LA TOGA

Reconocimiento a 50 y 25 años de Abogacía - LA TOGA

Reconocimiento a 50 y 25 años de Abogacía - LA TOGA

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Enero - Marzo 2010<br />

consagraba que las leyes <strong>de</strong>l Reich podrían ser<br />

aprobadas sin necesidad <strong>de</strong> respetar la Constitución<br />

vigente. De ahí se pasó a la purga <strong>de</strong> funcionarios<br />

según principios raciales y políticos y su sustitución<br />

por miembros <strong>de</strong>l Partido y partidarios. Esta purga<br />

fue llevada a cabo por medio <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> leyes<br />

nazis y <strong>de</strong>cretos, como la “Ley para la Restauración<br />

<strong>de</strong> la Administración Pública” que aplicaba las<br />

teorías nazis <strong>de</strong> la sangre y la raza al indicar que<br />

se apartaría <strong>de</strong> su cargo a los funcionarios que<br />

no fueran <strong>de</strong> ascen<strong>de</strong>ncia aria. El efecto <strong>de</strong> esta<br />

ley y <strong>de</strong> los <strong>de</strong>cretos y regulaciones elaboradas<br />

posteriormente fue el ocupar toda posición <strong>de</strong><br />

responsabilidad en el gobierno con nazis y evitar el<br />

nombramiento <strong>de</strong> cualquier aspirante opuesto, o <strong>de</strong>l<br />

que se sospechara que se opusiera, al programa y la<br />

política <strong>de</strong>l Partido.<br />

Ni siquiera el estamento judicial escapó a la<br />

purga iniciada. Todos los jueces que no satisfacían<br />

los requisitos raciales y políticos marcadas en las<br />

normas fueron rápidamente apartados <strong>de</strong> su cargo.<br />

A<strong>de</strong>más, se creó un nuevo sistema <strong>de</strong> tribunales<br />

especiales, in<strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r judicial regular<br />

y sometidos directamente al programa <strong>de</strong>l Partido.<br />

Los jueces eran controlados por medio <strong>de</strong> directivas<br />

y ór<strong>de</strong>nes especiales <strong>de</strong>l gobierno central, siendo su<br />

objetivo, según uno <strong>de</strong> los principales letrados nazis<br />

<strong>de</strong> entonces, “convertir la palabra ‘atemorizar’ en el<br />

código penal <strong>de</strong> nuevo en algo respetable”.<br />

Muchas veces había discutido con Su Señoría<br />

la moralidad en la aplicación <strong>de</strong> tales leyes. La<br />

discusión radicaba en que si la Justicia <strong>de</strong>bía tamizar<br />

el Derecho que aplicaba. Su Señoría <strong>de</strong>fendía que<br />

la Justicia <strong>de</strong>bía ser ciega y no <strong>de</strong>bía mirar más allá<br />

<strong>de</strong> la bondad o no <strong>de</strong>l Derecho, sino proce<strong>de</strong>r a su<br />

aplicación igualitaria a todos los hombres. Recordaba<br />

el caso <strong>de</strong> un hombre separado <strong>de</strong> su labor <strong>de</strong><br />

funcionario por la aplicación <strong>de</strong> tales leyes, y que<br />

había conmovido a Karl. Habló acaloradamente,<br />

pero sin per<strong>de</strong>r el respeto, con Su Señoría, el cual<br />

se amparaba en que un Juez no podía saltarse la<br />

ley por muy mal que le pareciera. Ruber le insistía<br />

en el principio <strong>de</strong> que la ley sirve al hombre y no al<br />

revés, pero Su Señoría invocaba la tradición jurídica<br />

alemana <strong>de</strong> que la ley es lo único justo y objetivo<br />

para organizar eficazmente la convivencia humana.<br />

- Su Señoría le necesita, le reiteró Hrubresh rozando<br />

la súplica <strong>de</strong>sesperanzada.<br />

- ¿A mí? ¿Para qué?<br />

- Me ha enviado un mensaje a través <strong>de</strong> un<br />

conocido, y me ha pedido que lo buscara, quiere<br />

que lo represente en el Juicio. Lo van a trasladar a<br />

una prisión cercana a Nuremberg a finales <strong>de</strong> esta<br />

semana.<br />

- Pero uste<strong>de</strong>s saben lo que he pensado y<br />

<strong>de</strong>fendido en estos <strong>años</strong>, saben que me he opuesto<br />

frontalmente a la aplicación <strong>de</strong> esas normas y me ha<br />

llevado a no pocas discusiones con Su Señoría y con<br />

mis compañeros. Ahora no se me pue<strong>de</strong> pedir esto.<br />

Ahora no.<br />

Dossier<br />

- Pero Su Señoría sabe que es usted un hombre<br />

justo, y un jurista que entien<strong>de</strong> su punto <strong>de</strong> vista. No<br />

en vano han discutido la cuestión muchas veces, y<br />

con gran brillantez por parte <strong>de</strong> ambos. Usted sabe<br />

cuáles fueron sus motivos y Su Señoría cree que sabrá<br />

exponerlos y <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rlos.<br />

- ¿Defen<strong>de</strong>r algo en lo que no creo?<br />

- Usted sabe bien que Su Señoría no ha sido<br />

nunca un simpatizante nazi, ni ha secundado las<br />

consignas emanadas <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Justicia. Sabe<br />

que ha tenido no pocos problemas con los nazis a<br />

los que mantuvo a raya <strong>de</strong> puertas para a<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l<br />

Juzgado, en lo que se podía, lo que le granjeó graves<br />

problemas y múltiples enemigos. Usted sabe que se le<br />

pue<strong>de</strong> acusar <strong>de</strong> muchas cosas, pero no <strong>de</strong> nazi…<br />

Karl no respondió. No <strong>de</strong>seaba ver lo que<br />

tenía <strong>de</strong>lante, pero lo tenía. El asistente se levantó<br />

consultando su reloj <strong>de</strong> bolsillo y añadió:<br />

- Her Ruber, en sus manos lo <strong>de</strong>jo. Tenemos hasta<br />

mediados <strong>de</strong> julio para <strong>de</strong>signar representación<br />

legal. De lo contrario asignarán una <strong>de</strong> oficio, y la<br />

cosa no pinta nada bien. Su Señoría confía en usted<br />

y en que sabrá ver más allá. Ruego nos facilite una<br />

respuesta en un sentido u otro a su regreso a Berlín.<br />

Estaré en el Juzgado. Gracias por su tiempo y mis<br />

disculpas por haberle asaltado en su <strong>de</strong>scanso.<br />

Cuando el secretario abandonaba la sala, se cruzó<br />

con Frida, la esposa <strong>de</strong> Karl. Ella se vio sorprendida<br />

porque su marido tuviera una visita, cuestión que<br />

no le había comentado en el almuerzo, aunque<br />

comprendió porqué había estado tan callado. Frida<br />

saludó cortésmente al secretario mientras su marido<br />

le presentaba.<br />

- Querida te presento a Her Hrubresh, Secretario <strong>de</strong>l<br />

Juzgado Central 9 <strong>de</strong> Berlín. Ha venido a visitarnos.<br />

- Sí pero ya me marcho, Frau Ruber, contestó con<br />

corrección el auxiliar, mientras besaba la mano <strong>de</strong><br />

Frida. Lamento haber robado <strong>de</strong>scanso a su marido.<br />

Vuelvo ya a Berlín, que está extrañamente caluroso<br />

en estos días. Encantado <strong>de</strong> conocerla.<br />

Mientras abandonaba la casa Karl observaba a<br />

través <strong>de</strong>l ventanal el camino por el que circulaba<br />

el coche que <strong>de</strong>volvía a Ernst Hrubresh al tren y a su<br />

Juzgado. Definitivamente era una persona peculiar,<br />

que fuera <strong>de</strong>l contexto <strong>de</strong>l Juzgado se encontraba<br />

realmente incómodo. Pero más incomodo había<br />

<strong>de</strong>jado a Karl, que <strong>de</strong>spachó la curiosidad <strong>de</strong> su<br />

esposa con un escueto, “pasaba por aquí y ha<br />

venido a saludarme, querida”. Karl no podía quitarse<br />

<strong>de</strong> la cabeza a Su Señoría, un ya venerable anciano<br />

<strong>de</strong> cabello cano y pobladas cejas, sentado en su<br />

celda <strong>de</strong>l campo <strong>de</strong> internamiento <strong>de</strong> Potsdam,<br />

esperando ser trasladado y juzgado.<br />

II. EL DILEMA<br />

Los días siguientes a la visita fueron <strong>de</strong> <strong>de</strong>sazón.<br />

V

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!