Reconocimiento a 50 y 25 años de Abogacía - LA TOGA
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Enero - Marzo 2010<br />
Daniel disfrutaba la vida. Sus tertulias en el<br />
Círculo <strong>de</strong> Labradores, sus Hermanda<strong>de</strong>s<br />
(a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l Santo Entierro era hermano casi <strong>de</strong><br />
nacimiento <strong>de</strong> San Isidoro, y más recientemente<br />
<strong>de</strong> la Sacramental <strong>de</strong> San Pedro) <strong>de</strong> las que<br />
era cumplidor como el que más; sus particiones<br />
hereditarias; sus viajes a Asturias; y la buena<br />
comida, con la que disfrutaba hasta el punto<br />
que se convirtió, por avatares <strong>de</strong> la vida, en un<br />
auténtico cocinilla.<br />
Pero sobre todo, Daniel era una buena<br />
persona, una muy buena persona. Era muy difícil<br />
oírle hablar mal <strong>de</strong> alguien, rara virtud por escasa<br />
Recuerdos <strong>de</strong> un amigo<br />
Lo conocí <strong>años</strong> antes <strong>de</strong> entrar en la Facultad<br />
<strong>de</strong> Derecho, hacia primeros <strong>de</strong> los setenta, algunas<br />
charlas tuvimos <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> una cerveza y un pavía<br />
en el Santa María <strong>de</strong> la calle Monte Carmelo<br />
o ante un caballito <strong>de</strong> jamón en los Latinos <strong>de</strong><br />
Virgen <strong>de</strong> la Estrella, pues casi todos entonces<br />
vivíamos en Los Remedios y aquellos eran los bares<br />
<strong>de</strong> tertulias y charlas <strong>de</strong> amigos y amigos <strong>de</strong><br />
amigos; allí con la gente <strong>de</strong>l remo y <strong>de</strong>l rugby<br />
(Labradores y Náutico) discutíamos con Manolo<br />
(su hermano), Julián Lojendio, Paco y José Manuel<br />
(Magila) Montes Romero y muchos mas, casi todos<br />
posteriores juristas. Pero fue ya en la Universidad<br />
cuando el trato, el compañerismo y la amistad<br />
creció abundantemente entre él y Fernando<br />
Fernán<strong>de</strong>z Luna, Fernando López Carrasco, Miguel<br />
Valdés, Cayetano Barra, Javier Arenas, Fe<strong>de</strong>rico<br />
Buero, Sánchez <strong>de</strong>l Águila (hijo), Manolo Salinero,<br />
Carlos Guerbós, Quico Sainz, Juan Ignacio Zoido, el<br />
que suscribe y algunos otros que se me escapan.<br />
Recuerdo igualmente las visitas al <strong>de</strong>spacho <strong>de</strong><br />
calle Garcí Pérez, en el barrio <strong>de</strong> San Bartolomé,<br />
<strong>de</strong> todos nosotros, muy jóvenes profesionales,<br />
para a consultar con su padre, D. Manuel, temas<br />
<strong>de</strong> testamentarías, particiones o arrendamientos<br />
rústicos, materias en el que era una autoridad. Lo<br />
recuerdo encorbatado sentado ante su mesa, con<br />
un flexo, en frente <strong>de</strong> un rígido estrado adamascado,<br />
colgado en su testero un cuadro <strong>de</strong> San Daniel,<br />
entre legajos, tomacos <strong>de</strong> Aranzadi y Alcubillas,<br />
estudiando un asunto o buceando en el Castán o<br />
el Broca Majada.<br />
Recuerdo las purrusaldas en su casa <strong>de</strong> soltero<br />
<strong>de</strong> Asunción que las (expertas) manos <strong>de</strong> Salud,<br />
su madre, (un beso muy fuerte y que Dios te siga<br />
guardando), hacía todos los <strong>años</strong> para sus hijos y<br />
los amigos <strong>de</strong> sus hijos, solo superado –me refiero<br />
Icas<br />
y que explica la cantidad <strong>de</strong> gente que acudió<br />
a <strong>de</strong>spedirlo, tanto en su velatorio como en su<br />
entierro.<br />
Te has ido con mucho camino ganado Daniel,<br />
amigo Dani. Tu Cristo Yacente habrá perdonado<br />
las faltas que pudiste haber cometido y no me<br />
cabe duda <strong>de</strong> que gozarás <strong>de</strong> la presencia<br />
<strong>de</strong> Dios. Interce<strong>de</strong> por nosotros. Y un beso muy<br />
fuerte a Reyes, reflejo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>solación <strong>de</strong> María<br />
Santísima <strong>de</strong> Villaviciosa. Descanse en Paz.<br />
Luis Miguel Onieva.<br />
al guiso- por la perfección <strong>de</strong> los tocinos <strong>de</strong> cielo<br />
y otros dulces que al final <strong>de</strong>l banquetazo nos<br />
ponía. Recuerdo los viajes a Portugal, con los<br />
amigos <strong>de</strong> siempre (ya mencionados) explorando<br />
iglesias <strong>de</strong> Faro, Portimao, Lagos o Sagres y<br />
<strong>de</strong>scubriendo imágenes y Vírgenes Dolorosas <strong>de</strong><br />
cofradías lusitanas. Recuerdo nuestro ingreso en<br />
la Hermandad <strong>de</strong>l Santo Entierro, con aquelos<br />
cofra<strong>de</strong>s y juristas, Guillermo Mira, Fe<strong>de</strong> Jiménez<br />
Ballester, Pisqui Onieva, Juan Pedro Illanes, Pive<br />
Gonzalez Gaggero, Vicente Jiménez Filpo (Gamba),<br />
Carlos Rodríguez Sierra, José Manuel Laguarda,<br />
Mané Berjano, Pipi Arredondo, Pablo Gordillo<br />
Cañas, Beatriz Jiménez Suñe, Rafa Doñoro, las hijas<br />
<strong>de</strong> Filiberto Mira (Merce<strong>de</strong>s, Carmen, Teresa, Reyes<br />
y Amparo), Rafa Silva y otros varios (todos juristas<br />
y lectores <strong>de</strong> esta “Toga”) a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la pandilla<br />
<strong>de</strong> siempre. Recuerdo innumerables Cuaresmas y<br />
Semanas Santas en la Iglesia <strong>de</strong> San Gregorio con<br />
nuestra hermandad, su vida y esposa <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
Reyes; recuerdo (esto es buenísimo) el traslado<br />
<strong>de</strong> nuestro Cristo Yacente al medio día <strong>de</strong> cada<br />
Martes Santo, revestido <strong>de</strong> acólito, con un servidor,<br />
escoltando al Comendador <strong>de</strong> los mercedarios<br />
(lo parecíamos mas él o yo que Fray José García);<br />
recuerdo su presencia en San Calixto-Hornachuelos<br />
(Córdoba) en una boda <strong>de</strong> testigo comiéndose en<br />
la víspera un lenguado por necesidad; recuerdo la<br />
suya, ahora <strong>de</strong> testigo casi todos los nombrados,<br />
viendo feliz a toda la familia Jiménez Quirós, Martínez<br />
e Iglesias Aguilar (¡que bien lo pasamos!).<br />
Todos, absolutamente todos esos recuerdos, me<br />
acompañarán hasta que llegue el día en que otra<br />
vez, cara a cara, nos volvamos a reunir con él para<br />
seguir como siempre.<br />
José María Font Ortiz.<br />
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