Reconocimiento a 50 y 25 años de Abogacía - LA TOGA
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VIII<br />
Dossier<br />
- ¿Qué tal Karl, qué te trae por mi humil<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>spacho?<br />
- Querido Harald, déjate <strong>de</strong> formalismos. Vengo a<br />
verte como compañero. Tengo un problema y vengo<br />
a pedirte el sabio consejo <strong>de</strong>l compañero, <strong>de</strong>cano<br />
y amigo.<br />
Ante un intrigado interlocutor, Karl <strong>de</strong>sgranó la<br />
esencia <strong>de</strong> su problema. En <strong>de</strong>finitiva no sabía si<br />
<strong>de</strong>bía o no hacerse cargo <strong>de</strong> esta <strong>de</strong>fensa y <strong>de</strong> las<br />
consecuencias que ello acarrearía, tanto para él<br />
como para su familia.<br />
El Decano encendió su pipa y se arrellanó en su<br />
sillón mientras escuchaba atento las explicaciones<br />
<strong>de</strong> su compañero. Una vez terminada la <strong>de</strong>licada<br />
exposición, el silencio se adueñó <strong>de</strong> la estancia y el<br />
Decano, inspirando fuertemente, llenó sus pulmones<br />
<strong>de</strong> humo <strong>de</strong> tabaco, para exhalar pausadamente<br />
su contenido, mientras miraba fijamente a su<br />
compañero.<br />
- Querido amigo. Estamos ante un problema<br />
<strong>de</strong> raíz, que afecta al sentido <strong>de</strong> nuestra profesión<br />
misma. Ya te prevengo que soy parte interesada en<br />
esta cuestión, ya que si los acusados tienen problemas<br />
para encontrar <strong>de</strong>fensa letrada, habré <strong>de</strong> buscarle<br />
yo mismo un compañero que se la proporcione,<br />
y sabrás que no será tarea fácil, tal y como están<br />
hoy las cosas. Pero voy a huir <strong>de</strong> todo interés y te<br />
daré mi punto <strong>de</strong> vista al respecto. Es cierto que<br />
somos abogados y que tenemos la libertad <strong>de</strong> elegir<br />
nuestros clientes y las causas que queremos <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r.<br />
Es cierto que nuestra conciencia pue<strong>de</strong> dictarnos<br />
los asuntos que po<strong>de</strong>mos o no llevar, pero también<br />
te digo que los abogados formamos parte <strong>de</strong>l<br />
engranaje <strong>de</strong> la Justicia y que sin nuestra presencia<br />
nada <strong>de</strong> esto tendría sentido. El ciudadano se sentiría<br />
ante una maquinaria automatizada que se limitaría<br />
a imponer sanciones y regular comportamientos.<br />
Pero el ser humano busca humanidad y el abogado<br />
humaniza la Justicia, llevando interpretaciones <strong>de</strong> las<br />
leyes hasta extremos insospechados, favoreciendo la<br />
humanización <strong>de</strong>l espíritu <strong>de</strong> la ley. En nuestro caso,<br />
querido amigo, se trata <strong>de</strong> un dilema. Conocemos<br />
<strong>de</strong> sobra los problemas por los que hemos pasado<br />
estos últimos <strong>años</strong>. Somos conscientes, pues así lo<br />
hemos discutido muchas veces, que los Jueces, y<br />
Su Señoría a la cabeza, aplicaron a rajatabla un<br />
sistema legal que era injusto, y no se <strong>de</strong>tuvieron a<br />
consi<strong>de</strong>rar la maldad <strong>de</strong>l mismo, sino que aplicaron<br />
el viejo adagio latino “dura lex, sed lex”, o lo que<br />
tantas veces hemos escuchado en estos <strong>años</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
la judicatura: “Befehl ist Befehl”, ór<strong>de</strong>nes son ór<strong>de</strong>nes.<br />
Los jueces no repararon a distinguir la diferencia entre<br />
Derecho y Justicia y se limitaron a ser unos meros<br />
agentes aplicadores <strong>de</strong> un Derecho injusto y represor,<br />
soslayando toda traza <strong>de</strong> Justicia que pudiera existir.<br />
Pero los abogados hemos <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar que no solo<br />
la aplicación <strong>de</strong>l Derecho justifica nuestra existencia,<br />
sino que hemos <strong>de</strong> trabajar por la Justicia misma.<br />
Hace unos <strong>años</strong>, en Ginebra asistí a un congreso<br />
<strong>de</strong> abogados y tuve una interesante conversación<br />
con un compañero uruguayo, Sr. Couture, y me<br />
impresionó una frase que comentaba al hilo <strong>de</strong><br />
esta cuestión: “Si el Derecho se contrapone con la<br />
Justicia, inclínate siempre por la Justicia”. Esta frase<br />
se la repito a los nuevos compañeros que ingresan en<br />
nuestra profesión, porque tras lo visto en estos <strong>años</strong>,<br />
es necesario tenerla muy presente. ¿Tienes dudas <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r a Su Señoría? ¿Por qué? ¿Porque sabes que<br />
fue un juez injusto? Defen<strong>de</strong>r a un injusto no nos hace<br />
peores abogados, lo que nos hace peores abogados<br />
es permitir la injusticia. Su Señoría, como cualquier<br />
penado tiene <strong>de</strong>recho a la mejor <strong>de</strong>fensa posible, y<br />
si tu se la pue<strong>de</strong>s proporcionar, es <strong>de</strong> Justicia que la<br />
tenga, con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los hechos que haya<br />
cometido. La Justicia la <strong>de</strong>ben aplicar los jueces,<br />
nosotros invocamos el <strong>de</strong>recho y su aplicación justa<br />
a cada caso.<br />
Tras un buen rato <strong>de</strong> conversación, el Decano<br />
<strong>de</strong>spidió a su amigo viéndolo marchar esperando<br />
haberle ayudado en una <strong>de</strong>cisión que solamente él<br />
podía tomar. Karl paseó por las calles tranquilamente,<br />
apurando un cigarrillo mientras su cabeza daba<br />
vueltas en torno a lo que le había comentado<br />
el Decano. Por las calles las ruinas fruto <strong>de</strong> los<br />
bombar<strong>de</strong>os <strong>de</strong>l otrora esplendoroso Berlín daban<br />
una impresión fantasmagórica. Sin <strong>de</strong>sviarse Karl<br />
llegó a su <strong>de</strong>spacho, se encerró en el mismo y<br />
mientras contemplaba por la ventana el trasiego <strong>de</strong><br />
vehículos militares apuró la comida fría que le había<br />
preparado Úrsula.<br />
La única <strong>de</strong>fensa posible y que imaginaba<br />
pretendía que se aplicase por parte <strong>de</strong> Su Señoría,<br />
dadas sus conversaciones durante todos estos<br />
<strong>años</strong>, era una <strong>de</strong>fensa legal que esencialmente<br />
estableciera que el imputado estaba solamente<br />
siguiendo ór<strong>de</strong>nes, en una especie <strong>de</strong> obediencia<br />
<strong>de</strong>bida a la Ley que tienen los jueces, por lo que no<br />
serían responsables <strong>de</strong> tales <strong>de</strong>litos. Sabía que tras<br />
la Gran Guerra dicha eximente había sido utilizada<br />
como argumento legal con notable éxito. Habría<br />
que transfundirla ahora al ámbito judicial alemán.<br />
Al comienzo <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>, su <strong>de</strong>spacho comenzó a<br />
recuperar la normalidad. Cuando llegó su Secretaria,<br />
Karl la llamó al <strong>de</strong>spacho y le dictó las tareas para<br />
la tar<strong>de</strong> mientras seguía mirando por los gran<strong>de</strong>s<br />
ventanales y dictando notas al eficiente Jürgen.<br />
- Úrsula, por favor, por este or<strong>de</strong>n, necesito me<br />
consiga conferencia con mi esposa, me pida cita<br />
para ver mañana por la mañana al Secretario <strong>de</strong>l<br />
Juzgado Central <strong>de</strong> Berlín núm. 9, Her Hrubresh, y<br />
quiero que luego venga con nosotros para preparar<br />
una serie <strong>de</strong> material que vamos a necesitar… ¡Ah!<br />
Y consígame, por favor, dos billetes <strong>de</strong> tren para<br />
Jürgen y para mí, solo ida, para la semana que viene,<br />
<strong>de</strong>stino Nuremberg. Eso es todo. A trabajar.<br />
Una sonrisa se apo<strong>de</strong>ró <strong>de</strong> su secretaria cuando<br />
abandonaba el <strong>de</strong>spacho. Cuando veía brillar los<br />
ojos <strong>de</strong> su jefe <strong>de</strong> esa manera, sabía que algo<br />
importante se estaba preparando. Se avecinaban<br />
duros días <strong>de</strong> trabajo.<br />
Enero - Marzo 2010