11.05.2013 Views

Reconocimiento a 50 y 25 años de Abogacía - LA TOGA

Reconocimiento a 50 y 25 años de Abogacía - LA TOGA

Reconocimiento a 50 y 25 años de Abogacía - LA TOGA

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Enero - Marzo 2010<br />

ahora <strong>de</strong>clarados <strong>de</strong>lincuentes se extendía a sus<br />

abogados, cuya rutina <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa se veía alterada<br />

por la masa enfurecida. No pocas veces el Decano<br />

<strong>de</strong> los Abogados, un viejo jurista cuyo temple se<br />

había forjado en los <strong>años</strong> <strong>de</strong> la Gran Guerra, había<br />

tenido que salir al paso <strong>de</strong> ataques y coacciones<br />

contra abogados recordando el elemental <strong>de</strong>recho<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa que asiste a todo hombre.<br />

El tren engullía raíles y la <strong>de</strong>vastación <strong>de</strong> la zona<br />

avanzaba en la medida que se acercaba a la otrora<br />

gran urbe. “¡Ah, Berlín! ¿Qué fue <strong>de</strong> ti, pobre Berlín?”,<br />

cantaba por bajo un viejo vagabundo que ocupaba<br />

un compartimento contiguo.<br />

La vieja y <strong>de</strong>rruida estación recibió a los viajeros con<br />

cierto toque <strong>de</strong> elegancia recompuesta. Los servicios<br />

ferroviarios se habían restaurado recientemente con<br />

relativa normalidad y las estaciones comenzaban<br />

a recuperar su otrora bulliciosidad. Tras abandonar<br />

el tren, Karl se encaminó calle abajo directamente<br />

hacia su <strong>de</strong>spacho. Necesitaba consultar varias notas<br />

y concertar varias reuniones. ¿Qué iba a hacer? Aún<br />

no lo sabía a ciencia cierta. Por el camino se cruzó<br />

con varios furgones militares <strong>de</strong> las potencias aliadas<br />

lo que le <strong>de</strong>volvió a la cruda realidad <strong>de</strong> ocupación<br />

que estaba viviendo el país, noción perdida por los<br />

días <strong>de</strong> retiro en la Selva Negra. La cru<strong>de</strong>za <strong>de</strong> los<br />

vehículos militares y la presencia <strong>de</strong> armamento<br />

disuasorio le recondujo a la verda<strong>de</strong>ra realidad <strong>de</strong>l<br />

país. Al pasar por la oficina postal unas letras gran<strong>de</strong>s<br />

se le clavaron en el ánimo: “Nuremberg: Speer<br />

reconoce su culpa”. Era la noticia <strong>de</strong>l periódico <strong>de</strong>l<br />

día, que procedió a comprarlo y don<strong>de</strong> se relataba<br />

a modo <strong>de</strong> diario el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l proceso iniciado<br />

ya en Nuremberg. No podía per<strong>de</strong>r más tiempo y<br />

<strong>de</strong>bía tomar una <strong>de</strong>cisión. Pero ¿cómo acertar?<br />

III. DERECHO Y JUSTICIA<br />

Al llegar al <strong>de</strong>spacho le recibió la siempre diligente<br />

Úrsula, que con su larga melena rubia, y su <strong>de</strong>lgada y<br />

elegante figura daba un toque <strong>de</strong> madura distinción<br />

al recibidor <strong>de</strong>l <strong>de</strong>spacho. Al ver a su jefe entrar por<br />

la puerta varios días antes <strong>de</strong> lo previsto, alzó sus<br />

ojos por encima <strong>de</strong> la máquina <strong>de</strong> escribir y con el<br />

cuello enhiesto esperó or<strong>de</strong>nes que a buen seguro<br />

llegarían, pues algo grave <strong>de</strong>bía ocurrir para un<br />

retorno tan inesperado.<br />

Úrsula, buenos días. ¿Todo bien? Perfecto. Necesito<br />

me ponga en comunicación con el Letrado Jefe <strong>de</strong>l<br />

Ministerio, que venga Júrgen y conciérteme una cita<br />

con el Decano a la mayor brevedad posible. Estaré<br />

en el <strong>de</strong>spacho, café y pastas. Gracias.<br />

Úrsula con eficiencia germana procedió a<br />

ejecutar las tareas. Tras servir el café y las pastas y<br />

avisar al fiel ayudante <strong>de</strong>l jefe, Jürgen Moeller, se<br />

puso a intentar las arduas gestiones telefónicas. La<br />

primera fue exitosa:<br />

- Her Ruber, Matthias Reinhardt en el teléfono.<br />

Reinhart, nuevo Letrado Jefe <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong><br />

Dossier<br />

Justicia Alemán, era compañero <strong>de</strong> carrera <strong>de</strong> Karl.<br />

En este tiempo <strong>de</strong> cambios, don<strong>de</strong> no se sabía por<br />

don<strong>de</strong> iban a venir las normas, era un <strong>de</strong>tentador<br />

privilegiado <strong>de</strong> información, útil en el juzgado y a la<br />

hora <strong>de</strong> entablar nuevos pleitos. Karl fue directo y tras<br />

saludarle le comentó la cuestión que le inquietaba.<br />

Poco le dijo su compañero. Parece ser que los juicios<br />

en Nurembreg son controlados por las potencias<br />

aliadas y no <strong>de</strong>jan a nadie <strong>de</strong>l Ministerio meter baza.<br />

Son muy celosos <strong>de</strong> facilitar información. Sí le pudo<br />

confirmar que se había convocado juicios a juristas y<br />

jueces y que estaban previstos para inicios <strong>de</strong>l otoño.<br />

Los acusados en el juicio <strong>de</strong> juristas eran la mayoría<br />

oficiales <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Justicia alemán, gente tan<br />

notoria como Schlegelberger, Klemm, Rothenberger,<br />

Launtz, Mettgenberg, Cuhorst, Oeschey, Altstoetter,<br />

entre otros.<br />

El que se estaba <strong>de</strong>nominando “Juicio <strong>de</strong> los<br />

Jueces”, seguido contra abogados y jueces que<br />

establecieron el aparataje jurídico nacionalsocialista,<br />

se estaba conformando. Iban a ser acusados <strong>de</strong><br />

conspiración criminal, crímenes <strong>de</strong> guerra y crímenes<br />

contra la humanidad entre los que se <strong>de</strong>staca la<br />

aplicación <strong>de</strong> las leyes <strong>de</strong> higiene racial y las leyes y<br />

<strong>de</strong>cretos contra la población judía.<br />

Karl le agra<strong>de</strong>ció la información a su compañero<br />

y tras <strong>de</strong>spedirse cortésmente emplazándose para<br />

comer un día <strong>de</strong> los veni<strong>de</strong>ros, procedió a reunir las<br />

carpetas y tomos relativos a la legislación aplicada<br />

durante los <strong>años</strong> <strong>de</strong> la guerra.<br />

Estando buscando dicho material Úrsula entró <strong>de</strong><br />

golpe y con cierta urgencia comenzó a hablar sin<br />

esperar la atención <strong>de</strong> su jefe: Her Ruber, el Decano<br />

le comunica que lo recibirá ahora, si pue<strong>de</strong> acudir a<br />

su <strong>de</strong>spacho.<br />

Karl abandonó la pluma y el papel sobre el<br />

escritorio y recuperó la chaqueta <strong>de</strong>l perchero,<br />

avanzando mientras se la colocaba.<br />

- Úrsula, no sé cuando volveré. Le ruego me traiga<br />

algo frío <strong>de</strong> comer y me lo <strong>de</strong>je en el <strong>de</strong>spacho.<br />

Dígale a Jürgen que recopile todo lo que encuentre<br />

sobre la organización judicial durante la guerra.<br />

Gracias.<br />

El <strong>de</strong>spacho <strong>de</strong>l Decano <strong>de</strong> los Abogados <strong>de</strong><br />

Berlín se encontraba cerca <strong>de</strong>l suyo. Tomó <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

Friedrichstrasse en dirección hacia el Tiergarten, y<br />

en las inmediaciones <strong>de</strong>l cuartel <strong>de</strong>l ejército <strong>de</strong>l<br />

aire, símbolo <strong>de</strong> la megalomanía <strong>de</strong>l hoy procesado<br />

Göering, en una pequeña casa, se alzaba un<br />

<strong>de</strong>spacho por el que habían pasado los casos más<br />

apasionantes <strong>de</strong>l último cuarto <strong>de</strong> siglo en Berlín.<br />

El <strong>de</strong>cano, Harald Bierhoff se había <strong>de</strong>stacado por<br />

ser una persona sosegada, tenaz, que había sabido<br />

mantener la institución <strong>de</strong> los abogados fuera <strong>de</strong><br />

toda influencia política y que había conseguido<br />

mantener centrada la profesión y a sus compañeros,<br />

sin caer en la tentación <strong>de</strong> servir <strong>de</strong> instrumento<br />

a la locura jurídica <strong>de</strong>l régimen nazi. Se conocían<br />

bastante bien y el saludo entre ambos fue muy<br />

afectuoso y cordial.<br />

VII

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!