2. LA ESTRATEGIA DE CORREDORES Líderes comunitarios, Vereda <strong>Colombia</strong> - Municipio Junín 19 20
Corredor de <strong>Conservación</strong> Chingaza - Sumapaz - Guerrero 21 2. LA ESTRATEGIA DE CORREDORES La principal estrategia utilizada a nivel mundial para proteger la diversidad biológica ha sido la creación de áreas naturales protegidas bajo diversas categorías de manejo (Bennet, 2004; Biocolombia, 2000; Sepúlveda, 1997). Estas áreas fueron declaradas, en principio, con el fin de proteger los valores naturales presentes en grandes extensiones silvestres y para conservar espacios con valores escénicos relevantes para el disfrute de la sociedad en general. Con el tiempo, el foco de la conservación se trasladó hacia los sitios representativos de las especies y ecosistemas y, eventualmente, hacia aquellos espacios considerados de interés especial por su rareza o endemismo. Como menciona Sepúlveda (1997), esta visión descansó en los postulados del paradigma del equilibrio ecológico, según el cual la naturaleza es concebida como un sistema cerrado y en equilibrio, donde las perturbaciones y el cambio constituyen eventos excepcionales. Desde esta concepción, cualquier perturbación dentro de una reserva biológica, puede ser revertida y la reserva está en capacidad de volver al estado de equilibrio anterior por medio de mecanismos de autorregulación. En la década de los 70 el paradigma del equilibrio ecológico comenzó a cambiar de tal forma que en la actualidad prevalece una nueva concepción del mundo natural como el de un sistema abierto y continuo, en el que no existe un estado único de equilibrio al que sea posible retornar, enfatizándose las ideas de proceso, dinámica y contexto, donde el cambio y las perturbaciones son una constante. Desde esta perspectiva, para garantizar la conservación de la biodiversidad biológica es necesario proteger el conjunto de interacciones de muy largo plazo entre los organismos y su medio ambiente, a partir del cual se desarrolla la capacidad de adaptación evolutiva. Por lo anterior se requiere no solamente brindar protección a estas unidades, sino intervenir el paisaje circundante con el que intercambian materia y energía, el cual tiene la capacidad de afectar tanto la composición de especies como el tipo y tasas de perturbaciones al interior de las reservas y determinar en gran medida su viabilidad en el tiempo (Sepúlveda, 2007). En este escenario y con fundamento en la teoría biogeográfica de islas, se recomendó el establecimiento de <strong>corredor</strong>es, como aquellos hábitats adecuados que favorecen la conexión entre hábitats fragmentados (Bennet, 2003 en Yerena, 2004). Aunque el concepto de <strong>corredor</strong> ha sido objeto de innumerables críticas y controversias, para Bennet los aspectos fundamentales que están en juego son la conservación eficaz de poblaciones y comunidades bióticas y el mantenimiento de procesos ecológicos en paisajes que se han visto gravemente alterados y fragmentados debido a actividades humanas. En este sentido, más que una conexión física cobra mayor importancia la funcionalidad del paisaje para la conservación de la naturaleza, y desde esta perspectiva los patrones de paisaje deben permitir la conectividad para especies, comunidades y procesos ecológicos y promover la protección de sitios de alta importancia por su oferta de servicios ambientales, con lo cual se contribuye a mejorar la calidad de vida de poblaciones humanas. El concepto de <strong>corredor</strong> ha variado a través del tiempo, lo que ha significado pasar de considerar solamente la dispersión de individuos a vincular la extensión del hábitat, ir de lo lineal a lo matricial, del hábitat individual a la matriz de hábitat del paisaje, de la población al La estrategia de <strong>corredor</strong>es ecosistema funcional y de lo biológico a lo sociopolítico (Yerena, 2004). La UICN (2004), presenta de manera esquemática una clasificación de <strong>corredor</strong>es desde el punto de vista de los objetivos que persiguen y su nivel de complejidad: <strong>corredor</strong> biológico, ecológico, de conservación y de desarrollo sostenible. CORREDOR BIOLÓGICO Flujo (intercambio) genético Énfasis en la conservación de pocas especies Concepción lineal Conectividad lineal Conexión física entre parches Facilita movilidad o dispersión CORREDOR ECOLÓGICO Se reconoce visión ecosistémica Conectividad estructural y funcional Incorpora al <strong>corredor</strong> biológico, más ecología del paisaje CORREDOR DE CONSERVACIÓN Planificación con actores y sectores Equilibrio social y biológico (uso sostenible) Escala geográfica de cobertura mayor Redes de conectividad de escala regional (entre áreas que no necesariamente tienen que ser protegidas) Incorpora al <strong>corredor</strong> ecológico y le añade aspectos sociales Conectividad funcional (biológica) Integración de áreas protegidas y/o fragmentos de hábitat <strong>Conservación</strong> de biodiversidad CORREDOR DE DESARRROLLO SOSTENIBLE Integración de aspectos sociales, políticos y ambientales Voluntad política y económica Conectividad buscando beneficios económicos Énfasis en producción sostenible o sustentable Incorpora al de conservación y añade temas de infraestructura, políticos y servicios ecosistémicos Planificación territorial a gran escala (mayor que en el <strong>corredor</strong> biológico) Contempla el mosaico de usos del suelo Procesos ecológicos Figura N° 1. Clasificación de <strong>corredor</strong>es UICN Fuente: UICN (2004) En consideración a lo anterior y a los propósitos particulares de esta iniciativa, el enfoque de diseño se inscribe en el concepto de Corredor de <strong>Conservación</strong>, donde la propuesta de zonificación pretende lograr una matriz de usos sostenibles en el paisaje, con el fin de proteger ecosistemas y sitios clave para la oferta y regulación hídrica, conservar valores de biodiversidad y servicios ecosistémicos y mejorar o revertir sistemas de producción que desde la perspectiva ambiental y social son altamente impactantes. 22