You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Llegó a Paniagua. Ar<strong>tu</strong>ro y Roberto, al verlo, salieron<br />
corriendo.<br />
—¡Diablos!—preguntó Ar<strong>tu</strong>ro—¡Qué pasó!<br />
—El Señor nos bendijo—respondió Dimas—. Hay diez<br />
creyentes bautizados en Riachuelo.<br />
—Pero, ¿qué sucedió contigo? ¡Estás herido!<br />
—Y mi papá va a prepararse para cuidar la congregación.<br />
—¿Quién te golpeó?<br />
-No sé. Y dos hombres más van a ayudar a mi papá. Ya<br />
saben servir la Cena del Señor.<br />
—¿Dónde está <strong>tu</strong> perro Lamelatas?<br />
—Ellos están es<strong>tu</strong>diando la Biblia todos los días en<br />
Riachuelo. Van a poder enseñar a la congregación.<br />
—Magnífico, Dimas. ¿Pero quién te asalto?<br />
No sé. Quizás Cálix. Mi papá les llevará a Dos Rocas para<br />
las clases de capacitación con el nuevo misionero. ¿Vino ya el<br />
nuevo misionero? Luis iba a avisarme.<br />
Ar<strong>tu</strong>ro le dijo:<br />
—Luis escribió. La Misión lo perdonó. Lo están empleando<br />
como pastor en Dos Rocas.<br />
Dimas siguió:<br />
—Antes de madurar el maíz los obreros de Riachuelo van a<br />
es<strong>tu</strong>diar unos días en Dos Rocas con el nuevo misionero. Se lo<br />
prometí. ¿Cuándo viene?<br />
—Por eso tienen a Luis en Dos Rocas. El nuevo misionero<br />
no viene.<br />
148<br />
de batalla. Voy al campo contigo, hermano Dimas. ¡A El<br />
Olvidado! ¡A El Olvidado!<br />
Lamelatas se paró junto a su amo. Le lamió la mano. Don<br />
Miguel trató de interrumpir, pero Ezequiel siguió:<br />
—Hay culebras, y los ladrones también se arrastran por<br />
todas partes. Quizás pintemos esas montañas con nuestra<br />
sangre.<br />
Don Tino respondió:<br />
—Hermano Ezequiel, no te contradigo. Yo sé que una vez<br />
decidido, nadie puede cambiar <strong>tu</strong>s ideas.<br />
Los demás se rieron. La diaconisa exclamó:<br />
—¡Gloria a Dios!<br />
Pepe anunció:<br />
—Yo también voy a ir. ¡Quiero ayudar en Dos Rocas!<br />
El misionero habló algo con Luis. El joven pastor se quedó<br />
33