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saber exactamente cómo <strong>de</strong>finir aquel tercer rostro que incorporé<br />
a mi serie por hacer, marchito.<br />
Cuando por fin llegamos, mi padre estaba ya esperándonos<br />
a <strong>la</strong> puerta <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong> cárcel <strong>de</strong> muros <strong>de</strong>sportil<strong>la</strong>dos<br />
y sucios, ro<strong>de</strong>ado <strong>de</strong> bultos junto al coche <strong>de</strong>l abogado<br />
Olivares y con su actitud evasiva <strong>de</strong> siempre: Vamos al<br />
puerto, nos cortó cuando consi<strong>de</strong>ró ya <strong>de</strong>masiados los besos<br />
y abrazos, y se secó <strong>la</strong>s mejil<strong>la</strong>s lloriqueadas por los <strong>de</strong>más.<br />
Quiero ver el lugar don<strong>de</strong> murió mi hermano, dijo,<br />
y TioPedro le echó <strong>la</strong> mano al hombro: Sí. Que os lleve<br />
Olivares, que yo me voy por unas flores con Zamora. Nos<br />
vemos a <strong>la</strong> entrada, y con el abogado nos quedamos nosotros<br />
tres cargando <strong>la</strong> maleta, <strong>la</strong>s cuatro bolsas y dos pesadas<br />
pi<strong>la</strong>s <strong>de</strong> libros protegidos <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cuerdas por periódicos y<br />
trozos <strong>de</strong> cartón. Nada habló Juan <strong>Luna</strong> durante <strong>la</strong> operación,<br />
apenas volvió <strong>la</strong> vista atrás antes <strong>de</strong> subir al coche y<br />
no movió <strong>la</strong> cabeza en todo el trayecto, ni siquiera para <strong>de</strong>cirnos<br />
<strong>de</strong> pronto, ya llegando <strong>de</strong>l puerto: Ahora... vemos<br />
esto y nos vamos. No quiero quedarme ni una hora más en<br />
esta ciudad, me cojo yo el tren si estáis cansados. Compren<strong>de</strong>dlo:<br />
soy <strong>de</strong> esta tierra; tuve que salir corriendo por<br />
<strong>la</strong>s sierras para que no me mataran a palos; mi hermano<br />
José murió aquí en el bombar<strong>de</strong>o alemán; mi hermano Pedro<br />
tuvo que irse <strong>de</strong> niño para no morir <strong>de</strong> hambre y para<br />
avisarme <strong>de</strong> que no volviera; mi padre se <strong>de</strong>speñó buscando<br />
mierda, mierda, para ven<strong>de</strong>r<strong>la</strong> <strong>de</strong>spués y que <strong>de</strong> esa<br />
mierda pudieran comer su mujer y <strong>la</strong> hija que les quedaba;<br />
mi madre y mi hermana tuvieron que irse a <strong>la</strong> Argentina y<br />
ni sé nada <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s ni lo sabré probablemente nunca; y, encima,<br />
cuando vuelvo es para tirarme treinta y tres meses en<br />
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