mi reino se extendera

El comité general de Bienestar de la Iglesia a fi\
miembros que recibían ayuda del gobierno
no merecían dicha ayuda, puesto
que ellos bien podrían haber estado
trabajando. (Véase Clark, Messages,
6:10; o Deseret News, 7 de abril de
1936, pág. 1; o Improuement Era, mayo
de 1936, págs. 305-6.)
Se crea el Plan de Bienestar
La Primera Presidencia llevó a cabo
una reunión especial para los presidentes
de estaca y obispos durante la
conferencia general del 6 de abril de
1936. Durante dicha reunión la Presidencia
bosquejó los principios y características
más importantes del plan que
se iba a implantar en la Iglesia por todo
el mundo.
1. Se deberán aumentar las ofrendas
de ayuno a una cantidad equivalente
a un dólar por año por cada miembro
de la Iglesia. Es una cantidad que
está al alcance de todo jefe de familia
y de toda persona soltera dentro de
la Iglesia. Aquellos que puedan contribuir
con más deberán hacerlo.
2. El pago de les diezmos deberá ser
completo, de ser posible en dinero,
y si no es posible, se pagará en
especie.
3. Las autoridades del barrio, de la
Sociedad de Socorro y de los quórumes
del sacerdocio deberán esforzarse
lo más posible para ver de
que los diezmos y las ofrendas se
paguen íntegramente.
4. La importante responsabilidad de
averiguar y evaluar las necesidades
de los miembros recaerá sobre los
maestros orientadores y las maestras
visitantes de la Sociedad de Socorro.
CAPITULO 14
de 1930
Estas necesidades se deben suplir
bajo las reglas básicas y de acuerdo
con las mismas, por medio de las
organizaciones de la Iglesia.
5. Todo obispo se forjará la meta de
acumular, para la próxima conferencia
general de octubre, suficiente
ropa y comida para ayudar a cada
familia necesitada dentro de su barrio
durante el invierno que se aproxima.
La Sociedad de Socorro deberá
contribuir a esta obra dirigiendo y
ayudando a las hermanas necesitadas
a deshidratar y preservar frutas
y legumbres, y proporcionar ropa
de cama y para la familia, etc.
6. Todo obispo y presidente de estaca
siempre debe tener presente
que posiblemente haya otros barrios
y estacas más necesitados que los
propios, y por lo tanto, aun cuando
su propio barrio o estaca no necesiten
todo lo que se reúna de las ofrendas
de ayuno, sin embargo, debe
recoger la suma completa para que
aquello que no se necesite en su
propio barrio o estaca se pueda dar
a otros lugares donde haya falta...
7. No se brindará ayuda como caridad;
sino que se distribuirá a cambio
de trabajo o servicio rendido por
parte de los miembros. Todos los
miembros de la Iglesia deben cooperar
para este fin.
La Iglesia misma deberá estar preparada
para ayudar hasta donde sea
posible, proporcionando trabajo a
sus miembros sin empleo dentro de
sus propiedades, así como en ranchos,
granjas, hortalizas y huertas
que se puedan utilizar para suminis­
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trar comestibles a los necesitados y a
la vez ayudar a rehabilitar a los miembros
sin trabajo.
No se debe escatimar esfuerzos para
eliminar todo sentimiento de desconfianza,
vergüenza o degradación
por parte de aquellos que reciban
ayuda, sino que debe existir la igualdad
en la gran familia del barrio. Se
debe dar atención especial al bienestar
espiritual de aquellos que reciben
ayuda, y se les debe alentar con la
mayor devoción y sinceridad. Un sistema
que proporciona ayuda a cambio
de trabajo o servicio hará mucho
para poder lograr su propósito.
8. El Obispado Presidente de la Iglesia
tendrá en sus manos la obra de
dirigir y coordinar este trabajo. La
Primera Presidencia designará un
Comité de Socorro de la Iglesia para
que ayude al Obispado Presidente en
su trabajo.
9. Se notará que los principios generales
anteriores únicamente requieren
la operación de organizaciones
regulares de barrio y estaca. Al desarrollarse
más el plan, quizás sea
necesaria la coordinación y agrupación
suplementaria de organizar
grupos. La organización de la Iglesia,
establecida de acuerdo con las
revelaciones del Señor, la proyectó
El de tal manera que pudiera hacer
frente a cualquier emergencia que
sobreviniera al ser humano. La organización
de la Iglesia podrá hacer
frente a la grave crisis económica, si
tan sólo los miembros vivan según el
evangelio fiel y conscientemente.
10. Por lo pronto, y según se logre
más desarrollo en el establecimiento
del plan de la Iglesia, es necesario
que todos los miembros que se
hallen ocupados en la W. P. A.
[Works Progress Administration, una
agencia establecida por el gobierno
de los Estados Unidos para proporcionar
empleo a las personas necesitadas
durante la crisis económica] se
esfuercen por conservar ese empleo,
procurando ser escrupulosamente
cuidadosos de trabajar honradamente
a cambio del salario que
reciben.
11. El que ahora podamos cuidar de
nuestros propios miembros, y hasta
qué grado, depende absoluta y totalmente
de la fe y obras de cada
miembro de la Iglesia. Si cada uno
de ellos cumple con su deber y acep-