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mi reino se extendera

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a los afligidos. [Wallis, Improuement<br />

Era, noviembre de 1936, pág. 697.]<br />

El <strong>se</strong>r humano no <strong>se</strong> beneficia en<br />

absoluto al violar la Palabra de Sabiduría,<br />

pero al obedecerla <strong>se</strong> beneficia<br />

moral, intelectual, espiritual y<br />

físicamente. [Emerson R. West,<br />

Profiles of the Presidents, pág. 232.]<br />

Como una característica de su cometido<br />

a la integridad, el presidente Grant<br />

también acon<strong>se</strong>jó a los <strong>mi</strong>embros a <strong>se</strong>r<br />

escrupulosamente honrados con el<br />

Señor en el pago de sus diezmos:<br />

En una ocasión escuché a una maestra<br />

de la Escuela Do<strong>mi</strong>nical de Menores<br />

dar una magnífica ilustración<br />

concerniente al diezmo. Ella llevó a<br />

la cla<strong>se</strong> diez deliciosas manzanas y<br />

les explicó que todo lo que tenemos<br />

en este mundo el Señor nos lo ha<br />

proporcionado, y luego preguntó:<br />

"¿Si yo diera estas diez manzanas a<br />

uno de ustedes me regresarían una?<br />

Por favor levanten la mano quienes<br />

lo harían". Por supuesto, todos levantaron<br />

la mano. Luego añadió:<br />

"Eso es exactamente lo que el Señor<br />

hace con nosotros; nos de las diez<br />

manzanas, pero pide que le regre<strong>se</strong>mos<br />

una como muestra de nuestra<br />

gratitud por el regalo".<br />

El problema es que la mayoría de<br />

las personas, al recibir las diez manzanas<br />

<strong>se</strong> comen nueve, parten la<br />

otra por la <strong>mi</strong>tad y dan al Señor la<br />

<strong>mi</strong>tad que les queda. Algunas personas<br />

parten la manzana por la<br />

<strong>mi</strong>tad, <strong>se</strong> comen una de las <strong>mi</strong>tades,<br />

y luego piden al Señor que dé una<br />

mordida a la <strong>mi</strong>tad que queda. Eso<br />

es lo que para ellos significa compartir<br />

justamente y mostrar su gratitud<br />

al Señor.<br />

El pago de nuestros diezmos es más<br />

fácil cuando lo hacemos al tiempo de<br />

nuestros ingresos. Me he dado cuenta<br />

de que aquellos que pagan su<br />

diezmo mensualmente tienen menos<br />

dificultad que los que esperan hasta<br />

el fin de año, cuando, por decirlo<br />

así, ya <strong>se</strong> han co<strong>mi</strong>do las nueve manzanas;<br />

pero si lo pagan cuando tienen<br />

las manzanas en su po<strong>se</strong>sión no es<br />

nada difícil, pues sus corazones están<br />

dispuestos a expresar su gratitud;<br />

mas si esperan hasta después de<br />

haber co<strong>mi</strong>do las nueve manzanas,<br />

pensarán que el Señor es demasiado<br />

exigente al pedir todo lo que les<br />

queda<br />

CAPITULO 12<br />

Como sabéis, el Señor no manda<br />

cobradores cada mes, ni nos envía<br />

nuestro estado de cuentas. El tiene<br />

confianza en nosotros; somos nuestros<br />

propios agentes; tenemos nuestro<br />

libre albedrío; y cuando la batalla<br />

de esta vida ter<strong>mi</strong>ne habremos tenido<br />

la habilidad, el poder y la capacidad<br />

para hacer aquellas cosas que el<br />

Señor requirió de nuestras manos, y<br />

no podremos culpar a nadie más....<br />

Me he dado cuenta de que hay mucha<br />

gente que no sabe qué cosa es<br />

su diezmo. Nunca he conocido a<br />

este tipo de personas, pero estoy<br />

<strong>se</strong>guro de que si yo estuviera en<br />

sociedad con ellos, y ellos tuvieran<br />

un diez por ciento de interés en tal<br />

sociedad, sabrían perfectamente bien<br />

cuál <strong>se</strong>ría su diez por ciento. No creo<br />

que tendrían mucha dificultad en<br />

saber cuánto les debía yo. De manera<br />

que me inclino a pensar que si<br />

de<strong>se</strong>amos hacerlo, no tendremos<br />

dificultad en saber cuál es la décima<br />

parte de nuestros ingresos, y ésa es<br />

la parte que le corresponde al Señor,<br />

así es de <strong>se</strong>ncillo.<br />

Yo creo que la gente recibe bendiciones<br />

en proporción a su generosidad<br />

en el pago de sus diezmos y<br />

ofrendas. No estoy diciendo que<br />

siempre ganan más dinero que otras<br />

personas, sino en lo que concierne<br />

al aumento que adquieren en la fe,<br />

y en el testimonio y conoci<strong>mi</strong>ento de<br />

la divinidad de la obra en la que estamos<br />

empeñados. No tengo la<br />

menor duda de que los hombres que<br />

pagan sus diezmos honradamente<br />

logran un creci<strong>mi</strong>ento que los que no<br />

son honrados no tienen. Además<br />

soy lo suficientemente tonto para<br />

pensar que el Señor magnifica a los<br />

que pagan sus diezmos, y que éstos<br />

son más prósperos, por lo general,<br />

que los que no lo hacen. Creo que a<br />

aquellos que son generosos, el<br />

Señor les da ideas y crecen en capacidad<br />

y habilidad con más rapidez<br />

que aquellos que son tacaños. Tengo<br />

mucha fe en esto, y la he tenido<br />

desde que era un niño. ["Settlement",<br />

en Improuement Era, enero<br />

de 1941, págs. 9, 56.]<br />

El habló en la primera trans<strong>mi</strong>sión de<br />

la Iglesia por la radio en 1922. Celebró<br />

el centenario de la organización de la<br />

Iglesia en 1930, y la dirigió a través de<br />

la Gran Crisis Econó<strong>mi</strong>ca desde 1929<br />

hasta 1936. Su habilidad en los negocios<br />

fue muy valiosa para el estableci<strong>mi</strong>ento<br />

del Plan de Bienestar de la<br />

Iglesia en 1936. Durante la crisis econó<strong>mi</strong>ca<br />

la Iglesia logró mayor respeto por<br />

atender a las necesidades de sus <strong>mi</strong>embros<br />

sin solicitar ayuda del gobierno<br />

(véa<strong>se</strong> el Capítulo 14). El presidente<br />

Grant también vivió durante dos guerras<br />

mundiales, y consoló a los <strong>mi</strong>embros<br />

de la Igelsia en todo el mundo por<br />

la pérdida de sus hijos durante dichas<br />

hostilidades.<br />

Su declaración en cuanto a<br />

la guerra<br />

En 1939 estalló la guerra en Europa. El<br />

El Presidente Grant habla por la primera estac ion de radio trans<strong>mi</strong>sora, propiedad de la Iglesia,<br />

KZN, más tarde conocida como KSL en 1922<br />

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