mi reino se extendera

que son honestos, buenos y puros.
(Véase Jesse, Cartas, pág. 278.)
"En este momento, uno de los placeres
de mi vida es", le escribió a Willard que
estaba en el servicio militar,
el saber que tantos de mis hijos
están adquiriendo conocimientos
prácticos y experiencia que les preparará
para vivir vidas útiles. A este
pensamiento se une también mi
deseo de que, con la misericordia
divina, usen ese conocimiento para
tratar de salvar las almas de los
hombres y de edificar el Reino de
Dios en la tierra. Este conocimiento
y esta obra os traerán felicidad. Porque
la felicidad del hombre depende
en gran manera del trabajo que haga
y de la perfección con que lo efectúe.
Aquel que malgaste su vida en
ociosidad, ya sea porque no necesita
trabajar para vivir o porque no le
gusta vivir para trabajar, será un
individuo miserable que, cuando
llegue al término de su vida vacía,
lamentará el haber perdido dones
preciosos y el no haber aprovechado
las grandes oportunidades que se le
presentaron. Nuestro afán, nuestra
lucha cotidiana, por más humilde que
parezca ser, es nuestro deber, y al
hacerlo de la mejor manera posible,
lo hacemos formar parte de nuestra
adoración diaria. Pero cualquiera
sea nuestra labor, llamamiento o
profesión, debemos hacer que la
habilidad, conocimiento o talentos
que usemos en ellos, estén al servicio
de los propósitos de Jehova,
para que nuestra vida, día a día,
esté hecha para alabarle y que nuestra
felicidad individua pueda estar
asegurada al saber que estamos
cumpliendo con nuestro propósito
y destino aquí en la tierra. (Jesse,
Cartas, págs. 190-91.)
El presidente Young gozaba de cada
minuto que podía estar en su casa. El
mismo declaró cierta vez: "El padre de
familia debe ser amable y bondadoso
con su esposa para que ella se sienta
alegre y feliz y su amor por él no disminuya.
Así mismo la ternura ¿e su
esposo la ayudará a sentir un profundo
amor por Dios y deseo de servirlo. De
esta manera, como madre, podrá tener
y criar hijos que tengan las cualidades
que los haga digno de reinar como
rey de reyes y señor de señores."
(Journal of Discourses, 8:62.) La aplicación
de estos principios, por parte
CAPITULO 3
de Brigham Young para con sus esposas
e hijos, hizo que el suyo fuera un
hogar feliz.
Una religión práctica
Brigham Young fue un hombre práctico
toda su vida. Continuamente, al
hablar a los santos, hacía hincapié en
la necesidad que había de una aplicación
práctica del evangelio, que era el
modo en que los hombres ganarían la
salvación:
Decididamente estoy a favor de una
religión práctica, de una vida útil. Y si
hoy me dedico a aquello que me
corresponde o incumbe hacer, y si
luego hago lo que se presente mañana,
y así sucesivamente, entonces
cuando llegue la eternidad estaré
preparado para empezar a hacer las
cosas de la eternidad. Pero no estaría
preparado para esta esfera de actividad
a menos que ahora pudiera
manejar las cosas que están a mi
alcance. Debéis aprender a hacer
esto....
Si no podéis manejar vuestra vida
mortal, ¿como podéis esperar tener
sabiduría para obtener vidas eternas?
Dios os ha dado vuestra vida,
vuestro cuerpo y vuestro espíritu, y
os ha bendecido con habilidad y por
lo tanto os ha dado la base de todo
conocimiento, sabiduría y entendimiento
para que podáis alcanzar
gloria y vidas eternas. Si no habéis
obtenido la habilidad para proveeros
de las cosas materiales, y para mantener
a una esposa e hijos, ¿cómo
podéis estar preparados para hacer
las cosas eternas?...
Son la salvación diaria y la influencia
actual del Espíritu Santo lo que necesitamos
cada día para mantenernos
a salvo. Cuando un individuo
rehusa cumplir con'nuevos requisitos
de los cielos, entonces todos los
pecados que ha cometido con anterioridad,
se le tienen en cuenta, y
deja de ser un hombre digno; pero si
continúa en rectitud y obediencia a
los requisitos o leyes de los cielos,
se salva por medio del bautismo, la
imposición de manos y por medio
de la obediencia a los mandamientos
del Señor y a todo lo que requieren
de él los cielos, por medio de los
profetas vivientes. Uno se salva
ahora, la semana que viene, el año
próximo, y así continúa, y está preparado
para el reino celestial cual
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quiera sea el momento en que deba
heredarlo
La obra de edificar Sión es una obra
práctica en todo sentido; no es una
mera teoría. Una religión teórica le
trae muy pocos beneficios a una
persona. Tener una herencia en
Sión o en Jerusalén sólo en teoría,
sólo en la imaginación, sería lo mismo
que no tenerla. Es necesario conseguir
un documento que la haga
legalmente vuestra, es decir, hacer
de la herencia algo práctico, sustancial
y provechoso. Entonces, no
nos conformemos con una religión
teórica; pongámosla en práctica para
que nos ayude a purificarnos y a
sustentarnos. Hagámosla manteniendo
en nosotros el amor de Dios,
obedeciendo cada precepto, cada
ley y cada palabra de guía que recibamos
de nuestros líderes. (Discursos
de Brigham Young, selección
por John A. Widtsoe, Cap. 1, párrafos
75, 87, 94 y 80.)
El presidente Young dirigió la Iglesia
por veintinueve años. El sabía lo que
quiso decir el Salvador cuando dijo:
"Bienaventurados sois cuando por mi
causa os vituperen y os persigan, y
digan toda clase de mal contra vosotros,
mintiendo" (Mateo 5:11). Por sobre la
base que él estableció, el reino se extendería
hasta abarcar todo el mundo.
El sabía que los Santos y el poder de
Dios afectarían al mundo, y con toda
buena voluntad los guió en la segunda
etapa de esa tarea, con muy buenos
resultados.
CUESTIONARIO
1. ¿Por qué Brigham Young puso énfasis
en la necesidad de una religión
práctica?
2. ¿Con qué propósito el hombre ha
sido bendecido con un cuerpo y un
espíritu?
3. ¿Qué cosa es esencial para que el
hombre pueda salvarse a diario?
4. ¿Qué cosa es absolutamente necesaria
para que un hombre pueda
enseñarle a otro las cosas de Dios?
5. ¿Qué queremos decir con el hombre
es el templo de Dios?
6. De acuerdo con el presidente Young,
¿qué pasaría si los santos realmente
entendieran que cuando pasan el
velo no mueren?