Crisis y contradicciones del ?capitalismo del siglo XXI? - LOR-CI
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Estrategia<br />
Internacional<br />
N° 24<br />
diciembre 2007<br />
enero 2008<br />
50<br />
econoMia<br />
Lo que está claro es que el rol de EE.UU. como consumidor en última instancia<br />
podría estar llegando a su fin. Por el contrario, es probable que el motor<br />
norteamericano actúe en forma inversa buscando, mediante la devaluación <strong>del</strong><br />
dólar, mejorar su balanza de comercio exterior. Es que en el marco de la caída<br />
<strong>del</strong> precio de las viviendas, incluso con una baja de las tasas de interés, es poco<br />
probable que los norteamericanos sean seducidos para endeudarse y gastar. De<br />
esta forma, el resto <strong>del</strong> mundo deberá acostumbrarse a vivir en una situación<br />
en la que el motor de la sobredemanda norteamericana se enlentece agudamente.<br />
El famoso “re-equilibrio” de la economía mundial deberá acelerarse.<br />
De no producirse –una variante altamente probable–, la perspectiva es de una<br />
desaceleración o recesión a nivel mundial. En este escenario, las posibilidades<br />
de choque comerciales y las amenazas al orden político de la llamada “globalización”<br />
van en aumento 52 .<br />
la contradicción entre economía y política o las dificultades en la gestión<br />
geopolítica de la “estructura social de la humanidad”<br />
En un excelente artículo, Justin Rosenberg trata de aplicar la ley <strong>del</strong><br />
desarrollo desigual y combinado a la “Teoría de las Relaciones Internacionales”<br />
para interpretar el mundo contemporáneo. Las consecuencias de tal procedimiento<br />
son sorprendentes. Haciendo a un lado la estructura política <strong>del</strong> sistema<br />
de Estados queremos detenernos en lo que Trotsky llamó “la estructura social<br />
de la humanidad” 53 . Según Rosenberg “La frase suena bastante abstracta, pero<br />
Trotsky quería expresar con ella algo muy concreto: la interrelación real de todas<br />
estas diferentes sociedades, en virtud de la cual constituyen un todo dinámico<br />
más amplio; la contradictoria, pero irreversible, unidad <strong>del</strong> desarrollo social<br />
humano creada por la expansión <strong>del</strong> mercado mundial. Y todas las tensiones y<br />
conflictos originados por este desarrollo geopolíticamente combinado y socioló-<br />
52 “Gran parte <strong>del</strong> ajuste a un crecimiento más bajo, o incluso a una disminución, en el consumo norteamericano<br />
debe venir de alguna parte. Entre otros, China estará en el ojo de la tormenta. Supongamos, por<br />
ejemplo, que el dólar se devalúa contra las monedas flotantes, en particular el euro, acompañado por el<br />
renminbi (moneda oficial de China). Supongamos, también, que las autoridades chinas no toman medidas<br />
para expandir la demanda doméstica. Entonces, el ajuste externo se sentirá en otra parte <strong>del</strong> mundo. Esto<br />
se demostraría altamente disruptivo, particularmente en Europa continental. Incluso el compromiso de<br />
la apertura de los mercados estaría en peligro”. Martin Wolf, “Challenge of rescuing world economy”,<br />
Financial Times, 11/09/2007.<br />
53 Aunque no lo teorizó, Trotsky utiliza esta expresión separada de la economía para dar cuenta <strong>del</strong> tercer<br />
aspecto de la teoría de la revolución permanente: “Este aspecto de la teoría de la revolución permanente<br />
es consecuencia inevitable <strong>del</strong> estado actual de la economía y de la estructura social de la humanidad. El<br />
internacionalismo no es un principio abstracto, sino únicamente un reflejo teórico y político <strong>del</strong> carácter<br />
mundial de la economía [...] La revolución socialista comienza dentro de las fronteras nacionales; pero no<br />
puede contenerse en ellas. La contención de la revolución proletaria dentro de un régimen nacional no<br />
puede ser más que un régimen transitorio, aunque sea prolongado, como lo demuestra la experiencia de<br />
la Unión Soviética. Sin embargo, con la existencia de una dictadura <strong>del</strong> proletariado, las <strong>contradicciones</strong><br />
interiores y exteriores crecen paralelamente a sus éxitos. De continuar aislado el Estado proletario caería<br />
mas tarde o más temprano, víctima de dichas <strong>contradicciones</strong>”. León Trotsky, La revolución permanente,<br />
en La teoría de la revolución permanente (compilación), Buenos Aires, CEIP “León Trotsky”, 2000.