COMUNIDADES - Odebrecht Informa

de boxeo fallecido en plena juventud, que como muchos
habitantes del barrio, nació en Darién, para
luego convertirse en curundueño. Además en béisbol,
los representantes de Curundú son habituales
triunfadores en los torneos metropolitanos dentro
de sus diferentes categorías.
Vecina de Curundú en una de las fiestas tradicionales del
barrio y, en la página al lado, integrante de la comunidad
contratada para las obras del Proyecto Renovación
Urbana: conquista de la ciudadanía
Un grupo que se destaca por su vigor cultural
son los congos, originarios de la costa atlántica panameña.
Desde hace años opera en Curundú una
activa y vivaz comunidad de congos urbanos, quienes
transmiten a sus ancestrales ritos, danzas y
canciones de modo regular, en lo que ellos llaman
un “palenque”, es decir un territorio habitado por
negros coloniales liberados de la esclavitud.
En el barrio predomina el comercio informal.
En las interminables, laberínticas veredas se venden
naranjas, tamales, pescado frito y los bollos de
Curundú famosos en toda la ciudad. Pero también
hay un creciente número de profesionales graduados
que pertenecen a las generaciones más recientes,
que representan alrededor de un 10% de
la población del barrio. Algunos han sido contratados
por Odebrecht para poner sus conocimientos al
servicio de la propia comunidad.
El deporte es otro emblema en la cultura de
Curundú. El gimnasio de boxeo lleva el nombre de
Pedro, “El rockero” Alcázar, un excampeón mundial
La inclusión de la comunidad
El proyecto de renovación urbana que realiza la
empresa Norberto Odebrecht junto al MIVIOT significa
una amplia franja de esperanzas para muchos
residentes de Curundú. Julio Lopes Ramos,
Director de Contrato de Odebrecht, describe: “El
Proyecto Curundú es mucho más que una obra de
edificaciones; es un proyecto de vida donde la intervención
social valoriza el talento y la capacidad
emprendedora de los curundeños”. Para ellos, es
un primer paso en la vía hacia una transformación
radical y profunda del barrio. Los nuevos edificios
reemplazarán las barracas erigidas sobre las tierras
que continuamente inunda el Río Curundú y
beneficiarán a más de mil familias que solo tendrán
que pagar una mensualidad mínima para convertirse
en propietarios.
Pero la clave en este proyecto son los ajustes
realizados para cumplir con necesidades comunitarias
muy específicas. Una de las estrategias
primordiales llevada a cabo por la Construtora
Norberto Odebrecht es la contratación de mano
de obra local. El 80% de los obreros que realizan
las tareas de construcción son curundueños. Una
gran mayoría no tenía experiencia laboral previa
en el sector construcción, por lo que se ha implantado
programas de capacitación, además de
ajustarse la metodología del proceso constructivo
de los edificios.
Se ha adoptado el uso de formaletas en lugar de
los habituales bloques de cemento, proceso que facilitaba
la participación de los trabajadores curundueños
en la construcción de sus propias casas. La
idea central detrás de esta estrategia era dar oportunidades
laborales a los habitantes de Curundú, y
uno de los mecanismos sociales utilizados fue el
no solicitar ficha policial a los aspirantes. Es una
forma de romper un círculo vicioso de los curundueños
en el mercado laboral de Panamá. Cada
trabajador tendrá un récord de experiencia laboral
en construcción, lo cual le permitirá tener acceso
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