COMUNIDADES - Odebrecht Informa

juelas–las ceremonias, realizadas a orillas del mar,
incluyen ofrendas de bebidas, alimentos, flores y dinero
a Kianda que, al emborracharse, duerme profundamente,
asegurando la calmaría de las aguas y
la proximidad de los peces.
Chicala (“Llegamos”, en el dialecto local Kimbundu),
era una comunidad tranquila, su pueblo no
ultrapasaba 30 mil familias. Fue bautizada con ese
nombre por los primeros habitantes, que, debido a
la marea alta en regiones vecinas como Mussulo y
Cafalete, se instalaron en Chicala para vivir del comercio
de peces.
Con las guerras de la independencia y la llegada
de nuevos habitantes, la actividad pesquera se vio
perjudicada. Fueron surgiendo nuevas actividades
económicas, como el comercio y la prestación de
servicios. El avance de la pesca industrial empezó a
concurrir con los métodos artesanales.
Pese al nuevo contexto socio económico, la tradición
de la pesca artesanal y el culto a Kianda, se
mantienen vivos en la comunidad de Chicala mediante
personas que, como Manoel, se empeñan en
preservar sus orígenes culturales. Sea en la culinaria,
sea en el comercio o en los ritos tradicionales,
la pesca se hace presente, influyendo en la vida de
todos los pobladores de la región.
Campeones del Carnaval
La riqueza cultural de esa comunidad trasciende
su esencia pesquera. El culto a Kianda, es sólo uno
entre las múltiples ceremonias de raíz tradicional,
practicadas por los habitantes de Chicala. Otras manifestaciones,
como los rituales del Xinguilamento –comunicación
con espíritus de ancestrales- y del óbito,
son realizadas principalmente por los habitantes más
antiguos.
Entre los festejos populares, el Carnaval es una
de las principales celebraciones. Durante 12 años
consecutivos, la Unión Mundo de la Isla, agremiación
carnavalesca que reúne los vecinos de Isla del Cabo,
triunfa en el carnaval de Luanda. El grupo, conocido
como O grande papão, desfila anualmente con 2.500
integrantes.
Con foco en la valorización de intervenciones en el
barrio ejecutadas por sus habitantes, Odebrecht llevó
a cabo acciones de corte social y de ciudadanía: campañas
sobre medio ambiente, educación en el tránsito
e historia local, además de actividades volcadas al incentivo,
preservación y valorización del patrimonio artístico
y cultural, como el Proyecto Pintando Talentos.
La empresa se responsabilizó también por la construcción
de un parque infantil, ampliando las opciones
de esparcimiento en el barrio.
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