ECUADOR - Flacso Andes
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TEMA CENTRAl 67<br />
nes aunque no todos condiciones imperiales;<br />
pero incluso aquellos que fueron<br />
capaces de construir un imperio (España,<br />
Inglaterra, Francia ... ) siempre encontraron<br />
el límite de otros Estados-nación<br />
con sus respectivas soberanías y<br />
respectivas pretensiones imperialistas.<br />
Actualmente, dentro del orden global,<br />
no hay ya lugar más que a un único imperio,<br />
el cual sólo podrá ejercerse y<br />
mantenerse por un poder absoluto. Esto<br />
mismo explica los efectos destructivos<br />
de la guerra imperialista legiti m ada en<br />
cuanto antiterrorista, la aniquilación total,<br />
la reducción a escombros de ciudades<br />
y países (Palestina, Afganistán, lrak,<br />
Chechenia ... ), todos estos despliegues<br />
de cruel aniquilación, en apariencia<br />
gratuitos, excesivos e innecesarios, responden<br />
sin embargo·a la exigencia de<br />
manifestar un poder total, excesivo, sin<br />
límites ni restricciones . . Un poder absoluto<br />
que se legitima á si mismo en su<br />
ejercicio ilimitado; no por el "monopo<br />
/io de la violencia legftima" (como era<br />
el caso de los Estados nacionales en razón<br />
de sus respectivas soberanías) sino<br />
por el monopolio de la fuerza militar.<br />
Al exigir una "soberanía global" el<br />
imperialismo se sitúa por encima de todo<br />
orden y fuera de toda legalidad internacional,<br />
lo que por otro lado resulta<br />
necesariamente intrínseco a su guerra<br />
en el fondo más imperialista que antiterrorista.<br />
Mientras que las otras naciones<br />
abdican de su soberanía estatal en aras<br />
del nuevo orden político global, los<br />
EEUU se abstienen de incorporarse al<br />
Derecho Internacional en cuanto potencia<br />
imperialista, que ejerce su dominio<br />
(y según ellos sus responsabilidades) sobre<br />
dicho ordenamiento mundial. De<br />
ahí la lógica y coherencia de que los<br />
EEUU rehusen sistemáticamente firmar<br />
todos los acuerdos internacionales: "los<br />
Estados Unidos tienen una estrategia<br />
mundial y una política de potencia, pero<br />
es una política que difícilmente puede<br />
referirse a otro ·principio que al de<br />
sus propios intereses"lo. Pero esta misma<br />
situación del mundo implanta una<br />
profunda confusión en el orden internacional<br />
entre agresores y agredidos, entre<br />
víctimas y verdugos, jueces y culpables,<br />
todos ellos precipitados en una ilimitada<br />
espiral de venganza; profunda confusión<br />
que involucra además el orden bélico<br />
y político, jurídico, policial y penal<br />
y hasta el mismo orden humanitario. Ya<br />
no se sabe donde empiezan unos y terminan<br />
los otros.<br />
Cada vez son más numerosos los<br />
autores que durante los dos últimos<br />
años consideran que el peligro real del<br />
mundo proviene de los EEUU, no porque<br />
se hayan convertido en enemigos<br />
de todos los países, sino porque sus políticas<br />
y estrategias militaristas, junto<br />
con la ambición desmesurada de sus intereses<br />
económicos, constituye la ma-<br />
20 Antoine Garapon, "Oésacords euro-atlantíques. A propos de la justice internationale et la<br />
lutte contra le terrorisme" en Eprit, n.287, 2002. Entre los muchos tratados no firmados por<br />
los EEUU se cuentan los OOHH, la Convención sobre los Derechos de los Niños, el tratado<br />
de Kioto por la Defensa del Medio Ambiente, Tribunal Penal Internacional.