ECUADOR - Flacso Andes
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TEMA CENTRAL 85<br />
campo de la defensa" (l. VI, c. VIl); y<br />
nada más obvio que en el contexto actual<br />
este "campo de la defensa" es el orden<br />
mundial. la acción del defensor<br />
proporciona una cierta legimitidad de<br />
fa cto, que no siempre se posee de derecho,<br />
pero sobre todo opone posiciones<br />
estratégicas superiores a las del atacante,<br />
el cual siempre se encontrará en peores<br />
condiciones para defenderse: "el defensor<br />
es mejor para sorprender por la<br />
dirección y la intensidad de sus contraataques"<br />
(l. VI, c. 1). Para Clausewitz el<br />
poderío defensivo es en sí mismo superior<br />
al poder atacante: "la defensiva es<br />
una forma de guerra más potente que la<br />
ofensiva" (l. VI, c. 111); más aún, la misma<br />
guerra por su lógica y estrategia "sirve<br />
más a los planes de la defensa que a<br />
los del agresor; sólo la agresión suscita<br />
la defensa y la misma guerra" (l. VI,<br />
c. V). la gran originalidad de la moderna<br />
teoría de la guerra ha consistido en poner<br />
de manifiesto el carácter ofensivo de<br />
la defensa en una guerra: "sin contraataque<br />
la defensa es imposible". Por consiguiente<br />
que la guerra antiterrorista sea<br />
defensiva lejos de limitar hace más bien<br />
ilimitada la enorme violencia y capacidad<br />
destructiva del contraataque, el<br />
. cual no se mide tanto por la fuerza ofensiva<br />
de los ataques cuanto por lo que<br />
defiende y las razones que defiende.<br />
Esto introduce la más profunda de<br />
las contradicciones que la guerra antiterrorista<br />
pone al descubierto: el absoluto<br />
sometimiento de los fines políticos a los<br />
fines económicos, convertidos aquellos<br />
en medios para éstos; sometimiento<br />
brutal no ya de la "razón de Estado" si-<br />
no de la misma "razón de la Guerra"<br />
("inteligencia de la guerra" dirá Clausewtiz)<br />
a la "razón del Capital". Para<br />
ello era necesario en cierto modo despolitizar<br />
la misma guerra. Cuando las<br />
fuerzas sobre todo militares investidas<br />
en una guerra se vuelven tan colosales y<br />
desproporcionadas, el gran riesgo y peligro<br />
que se corren es "la subordinación<br />
del punto de vista político al punto de<br />
vista militar, que sería un absurdo"<br />
(Ciausewitz). Este pel igro amenaza la<br />
guerra antiterrorista que, precisamente<br />
en razón de su carácter defensivo (represivo<br />
y exterminador) del orden mundial,<br />
puede hacer tan militarmente desproporcionadas<br />
sus estrategias y contraataques,<br />
que se pierdan los objetivos<br />
políticos; olvidando que "la política es<br />
la inteligencia de la guerra, la cual no es<br />
más que instrumento, no lo contrario"<br />
(l. VIII, c. VI). lo que Clausewitz no podía<br />
sospechar hace más de siglo y medio,<br />
es que la guerra pudiera volverse<br />
instrumento no ya de la política sino de<br />
la economía; no de un macro-Estado<br />
mundial sino de la mundialización del<br />
Capital.<br />
Que la guerra antiterrorista tenga lugar<br />
en todo el mundo y no tenga fin<br />
("total" en el espacio y el tiempo) resulta<br />
de su profunda naturaleza defensiva<br />
del nuevo orden mundial. lo cual prueba<br />
que este nuevo orden global es un<br />
orden defensivo, militarizado y guerrero,<br />
que sólo se resuelve en el contraataque.<br />
Pero la cara más oculta de esta<br />
guerra defensiva no es su contraataque<br />
destructivo sino el represivo, ya que el<br />
fin último consiste en sofocar y yugular