Marzo Nº 112 - Biblioteca Virtual El Dorado

dolas al mundo de la vida y de sus variadas .Y múltiples manifestaciones.
Es incalculable la importancia de semejante
labor, de tanto empeño realizado con fe rayana en fanatismo,
teniendo de frente la incomprensión y la rutina, esos dos
puntos de resistencia, tan poderosos y tan persistentes. Sin
embargo, el desenvolvimiento de las incoercibles fuerzas políticas
y económicas que trajeron la independencia v la creación
de la república, habían de ofrecer a Lasso de la Vega
un escenarÌo más vasto de acción y mejores oportunidades para
afirmar su personalidad de educador acentuándola con los
caracteres del realizador de obras e ideales muy a tono con
las necesidades de su tiempo. Por ley de lógica, las circnnstancias
lo convirtieron, de hecho, en el colaborador indispensable
de Julio J. Fábrega, el primer secretario de instrucción
pública de la nueva nacionalidad, y de don Nicolás Victoria
J., notable educador que se mostró a la altura de su prestigio
profesional haciendo votar la ley 11 de 1904 que por sí sola
constituye un sólido pedestal para su famit y motivo de reconocimiento
público.
El aprovechamiento práctico de las eapacidades de los
hermanos cristianos en la organizaeión de la escuela normal
que éstos dirigieron y en las primarias que pronto se establecieron
en el interior de la república, tuvo en el señor
Lasso, en sus conocimientos técnicos, en sus valiosas sugestiones
y en su solicitud administrativa h~ de un verdadero inspector
general de enseñanza -cargo que entonces no existíaun
servidor de los mejores intereses sociales y morales de la
república, La importancia de su colaboración esta vez s.ólo
podría apreciarse debidamente recordando que el país se encontraba
en el trance de quien súbitamente sale de la oscuridad
de la noche para pasar a la plenitud solar del día, Nada
había que sirviera de pauta o de antecedente para llevar a
cabo las reformas que reclamaba el momento, No existían
los necesarios elementos humanos con los cuales contar para
las nuevas responsabildades que las circuntancias demandaban
apremiantemente. Con todo, Victoria y Lasso supieron
afrontar la azarosa situación logrando echar las bases fundamentales
del edifieio que luego debían seguir perfecc'onando
los demás: creación de los órganos administrativos aparentes
para las nuevas funciones, reorganización y aumento del número
de las escuelas primarias, mejora de sueldo a los maestros,
fundación de escuelas de segunda enseñanza e institución
de becas en el extranjero con miras a la formación de
un profesorado eficiente y de hombres de cultura superior.
Aquellos tiempos eran de realidades inmediatas, uri::entes 0
inaplazables y no había vagar para sumirse en ideologías
trascendentales, ni para planes y programas de sólida envergadura
académica y fiosófica como los que habrían de venir
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