Marzo Nº 112 - Biblioteca Virtual El Dorado

mente con la obra de otros hermanos de generación: Kafka,
Woolf, Faulkner, .Joyce, Hemingway". cuyos gritos de angustia
y detallados estudios del psiquis ya empezadan a enrai-
:anic en el panorama literario mundiaL.
. . . HistÓrica, ideológica y literarIamente habían, pues, poderosas
razones para la inmediata aceptación de la obra
sartreana.
Porque el existencialismo, contrario ¡~ la visión deprimente
o espectacularmente teatral popularizada por el populacho
muy dado a dejarse llevar por lo aparencial, dio a sus seguidores
ese toque de optimismo tan ansiado por el europeo que
atravesaba por aquel derrumbe de creencias que caracterizó
a los años treinta. Aunque el existencialismo parte -aparentemente-
de una atmósfera de vacío consciente, de nihilsmo
aceptado "a priori" y bebido por el ente "en el cáliz de su
especie" (6), en ese vacío que, a su vez es la causa de la absurilidad
del ser, hay, según Sartre y contradictorio como nos
parezc~, mucho de dignificante desde donde el hombre se yergue
libre hacia la construceión de su propia esencia. O sea,
como nos dice el filósofo francés: "I'existentialisme n'est pas
une délectation morose, mais une philosophie humaniste de
lact'on, de leffort du combat, de la solidarité.,." (7) ("El
existeneIalismo no es una delectación morosa, sino una filosofía
humanista de la acción, del esfuerzo, del combate, de la solidaridad.
. .")
De acuerdo con el existencialismo sartreano, el mismo ente
-al ejercer su capaeidad de elección- es testimonio puro de
la libertad de que estamos hechos: "Faire et en faisant se faire
et n'être rien que ce qu'il s'en fait" (8), (Hacer, y al hacer,
hacerse, y no ser más que lo que él Re ha hecho" ,)
Para el existencialista hay valor en esta deel"ración libre
-según la doctrina- de muletas exteriores, de eXCURas y de
'Deus ex machinas', . . El hombre es únicamente lo que él hace
y, lo que hace -a RU vez- eR lo que lo define.
Más aún, en el credo existencial, el hombre halla en la
angustia que deriva de la aceptación del absurdo un estímulo
a la actividad y necesid~d de ser y de reafirmar su esencia:
"L'angoisse -nos dice- loin detrc un obstacle á la action,
en est la condition même et elle ne fait qu'un avec le senR de
cette ecrasante responsabilté de tOUR devant tous qui fa~t notre
(6) Uslar - Pietri. Artul'o, Sumario de
Paul Sartre, "Situación del Escritor",
1962.
(7) Sal'tre, L'Etre et le Néant.
(8) Idl'm.
la Civilización Occidental, J ean
pp. 275 - 280, F:dime, Madl'd,
62 LOTERIA