Marzo Nº 112 - Biblioteca Virtual El Dorado

cargados con el (página 4(5) material extraído, salían para
vaeIarlo en el mar. Pasamos por el Cerro del Mono, "Monkey
Hil", .Y el cementerio de esta región, donde se hallan sepultados
miles de obreros del canaL. Cru7.amos por Mindi, con
sus colinas de notable interés geológico, y luego, en Gatún,
encontramos el espíritu maléfico del istmo, el río Chagres, que
alimentado por veintiún afluentes y describiendo los más enreveRadoR
meandrOR. lleva al mar las enormes cantidltdes de
agua de esta parte del iRtmo. En la estación lluviosa, pero en
especial con los frecuentes aguaceros crece hasta formar uno
de los caudales de mayor ímpetu, Entonces había el gigan~
teRCO proyecto de cerrar m(!diante un dique la salida del Chagres
de la región montuosa, y luego, por medio de desagüeR
y canales laten,les, dar Ruelta poco a poco bacia el mar al agua
allí estancada,
Veíamos por todas partes máquinas, locomotoras, carretones,
rieles, traviesas, hern,mientas apiladas, numerosas locomóviles
y extractores en funcionamiento, Se habían tendido
líneaR férreas - ramales y trechos auxilares - en una extensión
de red de 8fíO kilómetros de vía ancha y 200 kilómetros
de vía estrecha. Hasta unos cien metroR de ambos lados del
ferrocarril se había talado la selva, A lo largo de toda la línea
Re veían muchas cabañas y plantaciones. Las tropas de administración
del ejército de obret.os estaban constituídas en su
mayor parte por chinos. Los pueblos de trabajadores, campamentos,
se habían conRtruído preferentemente en los sitios más
altos y Ranos, Así lIegumoR a laR tres alturas de San Pablo, a
Mamei, a lugares con extraños nombres como Gorgona, Matt,chín
("Muerte del chino"), hasta la
región del río ObiRpo,
.Y después a Emperador y al macizo rocoso junto a Culebra,
que la vía atraviesa en un boquete de 80 metros y donde se
hallaba otro corte de 87 metroR para el canaL. Prohablemente
se habia desmontado ya (página 406) mucho en aquella altura.
Desde allí, pasando por Paraíso y Pedro Miguel, se descendía
a un hermoso valle, para llegar por fin a Panamá.
Panamá (temperatura media, 27 grados C) contaba entonces
unas 25.000 almas y se hallaba en etapa de crecimiento.
Fue la primera ciudad del continente y la fundó en 1519 Pedro
Arias Dávil~,. Como en ella se suponían almacenados los tesoros
traídos del Perú por los españoles, fue frecuentemente
atacada por piratas. EI- célebre Morgan la redujo a cenizas
el año 1671; traRladado su empla7.amiento al sitio que hoy
ocupa, se la convirtió en una pla7.a fuerte de singular potencia
defensiva. La navegación por el estrecho de Magallanes
perturbó su prosperidad y sufrió profunda decadencÍa hasta
el descubrimiento de California, Repetidas veces fue asolada
nuevamente por incendios. La vieja ciudad, con sus numerosas
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