Marzo Nº 112 - Biblioteca Virtual El Dorado

LA ESPERANZA, fundado por iniciativa de una Asociación de
Padres de Familia, pre~;idida por Don José NarciRO Recuero,
como un supremo y noble esfuerzo que haCÍan los hogares
panameños para suplir la falta de un Colegio Secundario. La
suprema dirección del establecimiento, le fue confiada a la
pericia de las profeRoraR extranjeraR Miss Mary Me Cord, norteamericana,
y Miss Harwell, de nacionalidad inglesa, quienes
g07.aban de un bien merecido prestigio como educadoras. El
culto y elevado ambiente del Colegio, favoreció el despertar
de laR cualidades de inteligencia y amor al estudio de que
estaba dotada la pequeña Marina. Así no es de extrañar que,
al avan7.ar en RUS eRtudioR, se deRtacara como una de Ü.s más
notables y aprovechadaR alumnas, lo que le mereció el ser
calificada con las más alt~s notas que otorgaba el planteL. No
hay duda de que, deRde este feliz encuentro con IOR eRtudios
RuperioreR, empe7.ó a revelarse en ella su destino de educadora,
el que la empujaba con tan irreRistible fvefí:a, que a los 16
años de ed~.d, en el año de 1R88, le fue otorgado el grado de
Maestra.
Este primer triunfo de RU inteligencia, RU irresistible vocación
para la enseñanz~~, el deReo que tenía de ver producir
frutos del acervo de conocimientos que había adquirido, la
llevaron como de la mano, a fundar una Escuela privada de
primer~~ enseñanza en el Barrio de San Felipe, en donde vivía
con RU familia. La vocación insoslayable que ella sentía por
transmitir RUS conoeimientoR, RU fervor apostólico por la enReñanza,
su deReo de luchar y de acabar con la ignorancia y el
~¡nhelo que la dominaba de demostrar su capacidad como educadora,
eran signos inequívocOR de una vocación heredada de
su abnegado padre, que no cesaba de encaminarla hacia lo
que 61 eRtaba seguro, era su destino manifiesto. Y así como
.JesÚR se hizo Maestro p~~ra difundir sus doctrinas a toda la
humanidad, ella se hizo Maestra para transformar la niñez en
seres útiles a la Patria y conducIrla hacia RU perfeccionamiento.
Fue esb~ su primera experiencia por los campos de la
educación y fue ella la que le comunicó ánimos y arrestos para
enfrentarse a máH arduas empresas, Era apenas una adolescente
de 16 añoR y ya se sentía suficientemente fuerte y pre~
parada para asumir responsabildades mucho mayores que las
de una Directora de Escuela Primaria, El éxito alcanzado en
esta y la seguridad de contar con la colaboración de su madre
v de SUR dos hermanas TereRa y ,J oseÍt~, la llevaron al convencimiento
de que debía transfo~'mar Rll eRcuela en un Colegio
Secundario, para alojar a una juventud que todoR los añoR
emigraba hacia el exterior, Eii~~ había nacido con el Rino de
adoctrinar, de enseñar, de inculcar RUS conocimiento:, literarios,
científicos y religiosos, y no quería ese glorioso bien para
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