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Libro_Violencia_vs_mujeres_EdoMex_Feminicidio_Nadia_Mucino

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<strong>Violencia</strong> contra las Mujeres en el<br />

Estado de México<br />

gritar, si te digo que la abrazo, la beso, ¿no, la, y la quiero incorporar y ya después<br />

has de cuenta que ‘no, no es cierto, tú no eres <strong>Nadia</strong>, tú no eres <strong>Nadia</strong>’, y estoy tranquila,<br />

aparentemente estoy tranquila, ya estoy en paz, no sentía nada, es increíble,<br />

como si fuera un monstruo pero no sentía nada, o sea, te engañaría que estaba<br />

destrozada, no es cierto, yo no sentía nada…<br />

“…incluso, fíjate, ya cuando le terminan de practicar la necropsia, era como las<br />

cinco de la mañana, y ya pasamos mi esposo y yo, y ya nos informan que <strong>Nadia</strong> falleció<br />

por asfixia, por ahorcadura y nos dice que falleció más o menos entre nueve<br />

y diez de la mañana ¿sí, entre nueve y diez y ya entonces nos dice que regresáramos,<br />

que nos fuéramos y regresáramos como a las nueve, no nos fuimos, nos quedamos<br />

ahí, ya a las nueve ya sale y nos dice ‘bueno, ¿quién va a pasar a identificarla’,<br />

y te digo que yo estaba insensible, totalmente insensible, mi esposo no, el estaba destrozado,<br />

recuerdo que salimos ahí al, pues al jardín del, donde está el Ministerio Público<br />

por que él, él no se podía controlar y le decía ‘cállate’, yo le decía ‘ya cállate’,<br />

entonces yo lo veía llorar a él, entonces hay un árbol ahí, se abrazaba del árbol,<br />

llore y llore, y yo estaba sin llorar, incluso yo le decía ‘bueno, ya cállate, tienes que<br />

tranquilizarte’, le digo, ‘tenemos que estar fuertes, tenemos que estar fuertes’…<br />

“…pero ya te, yo no pensaba en los niños no pensaba en ellos, en la niña que estaba<br />

desnuda, tenía que vestirla, ¿no, tenía que comprarle ropa porque yo no tenía<br />

ropa de la niña, en la casa vistieron a los niños, a Carlos y a Pepe, Pepe traía unas<br />

botas de hule de bombero eso sí, sí lo traía, eran sus botas inseparables de Pepe,<br />

las traía al revés, cómo recuerdo, recuerdo muy bien que traía los zapat, las botas<br />

al revés, y Carlos llevaba unos zapatos, unos tenis de la señora, de una de las hijas<br />

de la señora Carolina porque andaba descalzo, llegó mi familia y ellos se encargaron<br />

de ir a comprarles ropa, mi hermana fue la que le fue a comprar ropa a la<br />

niña, a los dos niños pero yo no pensaba en ellos la verdad…”<br />

Con el paso de los días, María Antonia comenzó, poco a poco, a tomar conciencia<br />

de la ausencia de <strong>Nadia</strong> y conectarse con su dolor y el bloqueo emocional empezó<br />

a dar lugar a la tristeza, aun cuando tratara de mantener una apariencia inalterable<br />

y viviera su angustia en soledad lo que, al mismo tiempo, fue generando<br />

un mayor desgaste físico y emocional.<br />

“…si ya después en su sepelio igual, o sea, no, no lloré, no lloré, nadie lloró de esa<br />

vez, nadie, todos estábamos sin llorar, ni los niños tampoco, Pepe era el que se<br />

quería aventar, se quería aventar con ella, pero ya después, ya después como que<br />

me, me empezó a entrar el veinte ¿no, fíjate que, traté que ser fuerte lo más que<br />

podía y había veces en que, casi siempre lloraba en la calle, estaba en la banqueta<br />

y me ponía a llorar ¿tú crees…<br />

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